/ miércoles 7 de julio de 2021

Análisis de medio año

Empezamos este año con más dudas que certezas, deseando que la disponibilidad de vacunas a nivel mundial impulsara la paulatina recuperación económica. Hoy, ya transcurrida la primera mitad de 2021, es momento de reflexionar cómo vamos, qué retos hemos ido superando y qué viene para nosotros.

Actualmente, la Organización Mundial de la Salud reporta que casi 20 millones de personas en México tienen el esquema de vacunación completo, mientras que otras 32 millones cuentan con la primera dosis (cifras al 1 de julio). En otras palabras, todavía estamos lejos de las 70 millones de personas inoculadas, cifra necesaria para decir que tenemos al virus disminuido aunque no vencido.

Entonces, México ha avanzado lentamente en el proceso de vacunación, quizá por el propio diseño de la estrategia, y solo el 15% de nuestra población se encuentra inoculada, mientras que la variante Delta va avanzando en 11 estados de la República. Con base en este panorama es evidente que la convergencia entre lo físico y lo digital seguirá siendo la constante esta segunda mitad del año (por lo menos), así que las personas y los negocios que aún no se hayan adaptado a ésta modalidad, van tarde.

Y adaptarse va más allá de aprender a usar Zoom y silenciar el micrófono al ingresar a una sesión; significa que los modelos de negocios deben moverse hacia el uso intensivo de tecnologías de comunicación y hacia esquemas laborales de trabajo por objetivos y no por cumplimiento de horarios. También, implica mantenerse cerca de los clientes mediante herramientas digitales para ofrecer el mejor servicio y seguimiento posibles.

También, las tecnologías de digitalización y automatización de procesos, han llegado para quedarse, no solo para una empresa sino a lo largo de toda su cadena de suministro. De lo contrario, las interrupciones debido a la falta de trabajadores o de insumos, van a restar competitividad. Al interior de las plantas y unidades económicas, sí hay que mantener las medidas de distanciamiento social y los protocolos de sanidad, pero también hay que moverse hacia la gestión remota de equipos y el monitoreo de procesos digitales.

El problema radica en que, si bien las y los empresarios están conscientes de la necesidad de incorporar soluciones digitales, la crisis económica por la caída en la demanda, les obligó a apretarse el cinturón y quizá no hay recursos para invertir en la adopción de tecnología. Solucionar esta situación es crucial para los negocios, porque puede convertirse en un círculo vicioso del que no se pueda salir fácilmente.

Desde luego, estamos hablando de sectores económicos como la industria, algunos servicios comerciales, logísticos y financieros, pues es evidente que el sector económico primario, las ventas al menudeo, la industria de la hospitalidad, el entretenimiento y el turismo, tienen dinámicas particulares. De hecho, estudios recientes de consultoras como KPMG, indican que una de las claves para estos sectores está en distinguir qué cambios en el comportamiento de sus consumidores son coyunturales y cuáles son estructurales, y con base en ello tomar decisiones.

Finalmente, lo que viene para la segunda mitad del año, es reducir las incertidumbres del entorno inmediato, resolver de lo particular a lo general y no esperar a que las soluciones gubernamentales generales nos marquen la pauta. Para la industria y los negocios que no tienen suficiente presupuesto para embarcarse en una aventura tecnológica, una recomendación es empezar con pruebas piloto y con el análisis de estudios de caso, para conocer cómo lo están haciendo en otros lados, qué prácticas pueden adoptar y cuáles no les convienen.

Empezamos este año con más dudas que certezas, deseando que la disponibilidad de vacunas a nivel mundial impulsara la paulatina recuperación económica. Hoy, ya transcurrida la primera mitad de 2021, es momento de reflexionar cómo vamos, qué retos hemos ido superando y qué viene para nosotros.

Actualmente, la Organización Mundial de la Salud reporta que casi 20 millones de personas en México tienen el esquema de vacunación completo, mientras que otras 32 millones cuentan con la primera dosis (cifras al 1 de julio). En otras palabras, todavía estamos lejos de las 70 millones de personas inoculadas, cifra necesaria para decir que tenemos al virus disminuido aunque no vencido.

Entonces, México ha avanzado lentamente en el proceso de vacunación, quizá por el propio diseño de la estrategia, y solo el 15% de nuestra población se encuentra inoculada, mientras que la variante Delta va avanzando en 11 estados de la República. Con base en este panorama es evidente que la convergencia entre lo físico y lo digital seguirá siendo la constante esta segunda mitad del año (por lo menos), así que las personas y los negocios que aún no se hayan adaptado a ésta modalidad, van tarde.

Y adaptarse va más allá de aprender a usar Zoom y silenciar el micrófono al ingresar a una sesión; significa que los modelos de negocios deben moverse hacia el uso intensivo de tecnologías de comunicación y hacia esquemas laborales de trabajo por objetivos y no por cumplimiento de horarios. También, implica mantenerse cerca de los clientes mediante herramientas digitales para ofrecer el mejor servicio y seguimiento posibles.

También, las tecnologías de digitalización y automatización de procesos, han llegado para quedarse, no solo para una empresa sino a lo largo de toda su cadena de suministro. De lo contrario, las interrupciones debido a la falta de trabajadores o de insumos, van a restar competitividad. Al interior de las plantas y unidades económicas, sí hay que mantener las medidas de distanciamiento social y los protocolos de sanidad, pero también hay que moverse hacia la gestión remota de equipos y el monitoreo de procesos digitales.

El problema radica en que, si bien las y los empresarios están conscientes de la necesidad de incorporar soluciones digitales, la crisis económica por la caída en la demanda, les obligó a apretarse el cinturón y quizá no hay recursos para invertir en la adopción de tecnología. Solucionar esta situación es crucial para los negocios, porque puede convertirse en un círculo vicioso del que no se pueda salir fácilmente.

Desde luego, estamos hablando de sectores económicos como la industria, algunos servicios comerciales, logísticos y financieros, pues es evidente que el sector económico primario, las ventas al menudeo, la industria de la hospitalidad, el entretenimiento y el turismo, tienen dinámicas particulares. De hecho, estudios recientes de consultoras como KPMG, indican que una de las claves para estos sectores está en distinguir qué cambios en el comportamiento de sus consumidores son coyunturales y cuáles son estructurales, y con base en ello tomar decisiones.

Finalmente, lo que viene para la segunda mitad del año, es reducir las incertidumbres del entorno inmediato, resolver de lo particular a lo general y no esperar a que las soluciones gubernamentales generales nos marquen la pauta. Para la industria y los negocios que no tienen suficiente presupuesto para embarcarse en una aventura tecnológica, una recomendación es empezar con pruebas piloto y con el análisis de estudios de caso, para conocer cómo lo están haciendo en otros lados, qué prácticas pueden adoptar y cuáles no les convienen.