/ viernes 3 de diciembre de 2021

Andrés Manuel López Obrador, un líder que se tiene cada 100 años

El reencuentro del presidente Andrés Manuel López Obrador con las bases de la 4T en el Zócalo de la Ciudad de México, reunió a más de 250 mil personas que vinieron de todo el país.

En el pasado, por lo menos desde finales de los años 50 y hasta el sexenio anterior, era una práctica evidente el “acarreo” de personas de escasos recursos económicos para acudir a los eventos políticos, gente que ni sabía a dónde, ni a qué iba, pero una torta y un refresco eran suficientes, se lucraba con la miseria y el hambre. Así se llenaban las plazas públicas, los diferentes liderazgos tenían que cubrir una cuota para llevar agremiados de sindicatos, organizaciones sociales, partidos políticos aliados, etcétera, iban todos, menos el pueblo, una forma de trata de personas exprés.

La enorme diferencia de esta reunión del 1 de Diciembre pasado, es la enorme convocatoria donde se dieron cita preponderantemente ciudadanos, familias enteras, grupos de profesionistas, industriales, amas de casa, empleados, estudiantes, obreros, empresarios, choferes de taxis, académicos, científicos, jóvenes, hombres y mujeres y niños que son testigos y actores del más grande movimiento nacional de las últimas décadas; es una movilización natural, orgánica, sin acarreos, ni amenazas laborales, sin la comida y bebida de por medio; cada quien por sus medios se organizó y movilizó, en metro, taxi, rentaron camionetas, camiones de pasajeros y autos particulares para ir a la cita, ahí estuvimos, cómplices de la euforia y bullicio que sigue despertando un líder que no se tenía hace más de 100 años.

El Presidente López Obrador inició el movimiento transformador de México hace más de 3 décadas, fue en el 2018 siendo presidente, que sentó las bases para que la misma continúe, más allá de un partido político o programa de gobierno, sino como una razón de política de Estado, donde se convoca e integra a la nación entera.

La Cuarta Transformación es el quebrantamiento del orden político, económico y social del país, es un renacimiento institucional desde su concepción e ideología en el quehacer público, con un destinatario primordial: el pueblo de México.

Los derechos constitucionales se aspira lleguen a la totalidad de la población, no en letra, sino en hechos, en acciones que den bienestar a la gente, principalmente la más vulnerable y marginada históricamente.

Porqué atreverse a decir, que cada 100 años han nacido líderes disruptivos como él. Hay dos ejemplos que nacieron en la misma década pero 200 y 100 años antes que él José Martí y Miguel Hidalgo y Costilla el “Padre de la Patria”.

Sin afán de fanatismo alguno, entrados en realidades históricas cabe hacer un muy breve comparativo.

Miguel Hidalgo y Costilla inició tareas de reformador en Dolores, Guanajuato, donde ya iniciaba gestiones para mejorar la vida de los más desfavorecidos, principalmente indígenas; proporcionó lo necesario para que aprendieran el cultivo de uvas, la apicultura, la artesanía, con la intención de que mejoraran sus condiciones habituales. Fue convocado por criollos sobresalientes con ideas de autonomía del virreinato español, entre ellos Allende. Después de vicisitudes y traiciones, convocó al pueblo para alzarse en armas contra la colonia española, se convirtió ello en la primera insurrección de toda América española. Tuvo una enorme convocatoria de los pueblos vecinos, la movilización tuvo más de 40,000 personas armadas.

Una de sus protestas, era que les fueran devueltas las tierras a los indígenas despojados por los españoles. Fueron capturados los insurgentes, Hidalgo fue excomulgado y asesinado. José María Morelos, fue quien continuó su gesta en el sur. En 1821, las semillas fructificaron: al frente del Ejército Trigarante, que sustentaba las tres garantías del Plan de Iguala se dio la independencia. En 1823, Hidalgo fue reconocido como “El Padre de la Patria”.

Andrés Manuel López Obrador, arrancó de los conservadores contemporáneos, sinónimo de apátridas, el robo a la nación, el entreguismo a los extranjeros; es un acto revolucionario y valiente, como los que nuestros héroes patrios han enarbolado en toda nuestra historia, así será recordado.

El reencuentro del presidente Andrés Manuel López Obrador con las bases de la 4T en el Zócalo de la Ciudad de México, reunió a más de 250 mil personas que vinieron de todo el país.

En el pasado, por lo menos desde finales de los años 50 y hasta el sexenio anterior, era una práctica evidente el “acarreo” de personas de escasos recursos económicos para acudir a los eventos políticos, gente que ni sabía a dónde, ni a qué iba, pero una torta y un refresco eran suficientes, se lucraba con la miseria y el hambre. Así se llenaban las plazas públicas, los diferentes liderazgos tenían que cubrir una cuota para llevar agremiados de sindicatos, organizaciones sociales, partidos políticos aliados, etcétera, iban todos, menos el pueblo, una forma de trata de personas exprés.

La enorme diferencia de esta reunión del 1 de Diciembre pasado, es la enorme convocatoria donde se dieron cita preponderantemente ciudadanos, familias enteras, grupos de profesionistas, industriales, amas de casa, empleados, estudiantes, obreros, empresarios, choferes de taxis, académicos, científicos, jóvenes, hombres y mujeres y niños que son testigos y actores del más grande movimiento nacional de las últimas décadas; es una movilización natural, orgánica, sin acarreos, ni amenazas laborales, sin la comida y bebida de por medio; cada quien por sus medios se organizó y movilizó, en metro, taxi, rentaron camionetas, camiones de pasajeros y autos particulares para ir a la cita, ahí estuvimos, cómplices de la euforia y bullicio que sigue despertando un líder que no se tenía hace más de 100 años.

El Presidente López Obrador inició el movimiento transformador de México hace más de 3 décadas, fue en el 2018 siendo presidente, que sentó las bases para que la misma continúe, más allá de un partido político o programa de gobierno, sino como una razón de política de Estado, donde se convoca e integra a la nación entera.

La Cuarta Transformación es el quebrantamiento del orden político, económico y social del país, es un renacimiento institucional desde su concepción e ideología en el quehacer público, con un destinatario primordial: el pueblo de México.

Los derechos constitucionales se aspira lleguen a la totalidad de la población, no en letra, sino en hechos, en acciones que den bienestar a la gente, principalmente la más vulnerable y marginada históricamente.

Porqué atreverse a decir, que cada 100 años han nacido líderes disruptivos como él. Hay dos ejemplos que nacieron en la misma década pero 200 y 100 años antes que él José Martí y Miguel Hidalgo y Costilla el “Padre de la Patria”.

Sin afán de fanatismo alguno, entrados en realidades históricas cabe hacer un muy breve comparativo.

Miguel Hidalgo y Costilla inició tareas de reformador en Dolores, Guanajuato, donde ya iniciaba gestiones para mejorar la vida de los más desfavorecidos, principalmente indígenas; proporcionó lo necesario para que aprendieran el cultivo de uvas, la apicultura, la artesanía, con la intención de que mejoraran sus condiciones habituales. Fue convocado por criollos sobresalientes con ideas de autonomía del virreinato español, entre ellos Allende. Después de vicisitudes y traiciones, convocó al pueblo para alzarse en armas contra la colonia española, se convirtió ello en la primera insurrección de toda América española. Tuvo una enorme convocatoria de los pueblos vecinos, la movilización tuvo más de 40,000 personas armadas.

Una de sus protestas, era que les fueran devueltas las tierras a los indígenas despojados por los españoles. Fueron capturados los insurgentes, Hidalgo fue excomulgado y asesinado. José María Morelos, fue quien continuó su gesta en el sur. En 1821, las semillas fructificaron: al frente del Ejército Trigarante, que sustentaba las tres garantías del Plan de Iguala se dio la independencia. En 1823, Hidalgo fue reconocido como “El Padre de la Patria”.

Andrés Manuel López Obrador, arrancó de los conservadores contemporáneos, sinónimo de apátridas, el robo a la nación, el entreguismo a los extranjeros; es un acto revolucionario y valiente, como los que nuestros héroes patrios han enarbolado en toda nuestra historia, así será recordado.