/ sábado 30 de diciembre de 2017

Año nuevo, vida nueva

Una semana después de haber festejado la navidad en familia o con amigos, incluso con ambos, tenemos en puerta otro festejo muy importante para el mundo, se trata de la despedida del Año 2017 y la llegada del Nuevecito 2018.

La recepción del Año Nuevo es considerada como la celebración más antigua de todas las festividades. Originalmente, el inicio del año no se celebraba en la misma fecha en que lo acostumbramos, de hecho, hay lugares como Irán, Irak y la India, en los que la celebración se realiza en el mes de marzo.

Este día festivo tuvo su primer celebración en la Antigua Babilonia, aproximadamente  cuatro mil años atrás, comenzando con la primera luna nueva, al inicio de la primavera. Dicha celebración Babilónica tenía una duración de once días, en la que cada uno de ellos días tenía su propio método de identificación, resaltando sorprendentemente de las celebraciones de la actualidad.

El comienzo de la celebración del día primero de enero inicia cuando Julio Cesar, con ayuda de el matemático Sosígenes, rectifica el calendario en el año 46 a.C. ampliando a 445 días, dando inicio en el año 45 a.C. el primero de enero; sin embargo, esta modalidad concluye en el año 1582 con la decisión del Papa Gregorio XIII, con el  fin de ajustar el desfase del calendario, modificando la regla general del bisiesto cada cuatro años.

Iniciar un año tiene un significado especial para las diferentes culturas del mundo, dado que está repleto de tradiciones e historia. Dentro de estas tradiciones están los comprometidos Propósitos de Año Nuevo, misma que es tan añeja como la celebración y es usada en todo el mundo; en la antigua Babilonia, el propósito más famoso era el de regresar las herramientas agrícolas que tomaban para trabajar, mientras que los romanos tenían el propósito de  pedir perdón a sus enemigos, y así cada cultura seguía sus propias tradiciones que, a la fecha, no han pasado de moda.

En México la llegada de un año nuevo siempre emociona y alegra casi cualquier persona; tal vez la causa es por la unión las fechas generan.

La forma en que se celebra es muy peculiar: se preparan intensas cenas con platillos tradicionales como la pasta, el bacalao y los romeritos, pierna de cerdo, diversidad de purés, en fin “cada casa y/ó familia prepara sus viandas-; por lo regular, los platillos se ingieren antes de la llegada del nuevo año para, después de cenar y convivir un rato, a las 00:00 horas, a contratiempo hemos de consumir las 12 uvas conforme se dan las campanadas que anuncian el inicio de un nuevo año;  cada uva representa un mes del año y por ello en cada una de ellas hemos de realizar una petición con la esperanza de que el recién llegado nos la cumpla pasamos al tradicional brindis por los buenos deseos, no sin dar gracias tanto por el año que terminó, como por el que comienza.

 Adicionalmente, tenemos una buena variedad de costumbres supersticiosas “para la buena suerte-, como comer lentejas, que representan riqueza en monedas; salir a dar una vuelta a la manzana con una maleta vacía “y con una botella de vino dentro-, para tener viajes; los fuegos artificiales sirven para ahuyentar a los malos espíritus, y permiten el paso seguro al año entrante; la ropa interior de color rojo para atraer el amor y amarilla para atraer dinero; en otros países por ejemplo, comer cerdo simboliza abundancia; en Japón e Italia los tallarines significan  vida larga y así hay una infinidad de costumbres usadas en distintos lugares del mundo. El primer día del año, después de la gran fiesta, la tradición continua. Las familias vuelven a las casas donde fue la fiesta, a comer la cena, tratándose del famoso “recalentado”, del que en muchos casos se dice que tiene mejor sabor que el día anterior al terminar cada familia regresa a sus casas a descansar para comenzar el año, con la esperanza y para entonces la certeza de que habrá de ser mejor que recién concluido

 Así las cosas, el caso es que se trata de comenzar el año agradeciendo todo lo realizado, y con la actitud para crecer y mejorara como persona. Pero eso sí, debemos empezar dando fin a lo pasado y con claridad sobre nuestras pretensiones a alcanzar durante el ya muy próximo 2018.

 Mis más fervientes deseos para que éste nuevo año sea muy próspero, que sus logros y ambiciones personales les permitan  alcanzar las metas propuestas.

Y para este México nuestro, que la delincuencia se apacigüe, que nuestros políticos sean prudentes y que la democracia permita la transición del poder honesta y apacible, que  nuestra moneda se estabilice, que la madre naturaleza conserve la calma, que Dios nos proteja a todos.

 FELIZ AÑO NUEVO!

Una semana después de haber festejado la navidad en familia o con amigos, incluso con ambos, tenemos en puerta otro festejo muy importante para el mundo, se trata de la despedida del Año 2017 y la llegada del Nuevecito 2018.

La recepción del Año Nuevo es considerada como la celebración más antigua de todas las festividades. Originalmente, el inicio del año no se celebraba en la misma fecha en que lo acostumbramos, de hecho, hay lugares como Irán, Irak y la India, en los que la celebración se realiza en el mes de marzo.

Este día festivo tuvo su primer celebración en la Antigua Babilonia, aproximadamente  cuatro mil años atrás, comenzando con la primera luna nueva, al inicio de la primavera. Dicha celebración Babilónica tenía una duración de once días, en la que cada uno de ellos días tenía su propio método de identificación, resaltando sorprendentemente de las celebraciones de la actualidad.

El comienzo de la celebración del día primero de enero inicia cuando Julio Cesar, con ayuda de el matemático Sosígenes, rectifica el calendario en el año 46 a.C. ampliando a 445 días, dando inicio en el año 45 a.C. el primero de enero; sin embargo, esta modalidad concluye en el año 1582 con la decisión del Papa Gregorio XIII, con el  fin de ajustar el desfase del calendario, modificando la regla general del bisiesto cada cuatro años.

Iniciar un año tiene un significado especial para las diferentes culturas del mundo, dado que está repleto de tradiciones e historia. Dentro de estas tradiciones están los comprometidos Propósitos de Año Nuevo, misma que es tan añeja como la celebración y es usada en todo el mundo; en la antigua Babilonia, el propósito más famoso era el de regresar las herramientas agrícolas que tomaban para trabajar, mientras que los romanos tenían el propósito de  pedir perdón a sus enemigos, y así cada cultura seguía sus propias tradiciones que, a la fecha, no han pasado de moda.

En México la llegada de un año nuevo siempre emociona y alegra casi cualquier persona; tal vez la causa es por la unión las fechas generan.

La forma en que se celebra es muy peculiar: se preparan intensas cenas con platillos tradicionales como la pasta, el bacalao y los romeritos, pierna de cerdo, diversidad de purés, en fin “cada casa y/ó familia prepara sus viandas-; por lo regular, los platillos se ingieren antes de la llegada del nuevo año para, después de cenar y convivir un rato, a las 00:00 horas, a contratiempo hemos de consumir las 12 uvas conforme se dan las campanadas que anuncian el inicio de un nuevo año;  cada uva representa un mes del año y por ello en cada una de ellas hemos de realizar una petición con la esperanza de que el recién llegado nos la cumpla pasamos al tradicional brindis por los buenos deseos, no sin dar gracias tanto por el año que terminó, como por el que comienza.

 Adicionalmente, tenemos una buena variedad de costumbres supersticiosas “para la buena suerte-, como comer lentejas, que representan riqueza en monedas; salir a dar una vuelta a la manzana con una maleta vacía “y con una botella de vino dentro-, para tener viajes; los fuegos artificiales sirven para ahuyentar a los malos espíritus, y permiten el paso seguro al año entrante; la ropa interior de color rojo para atraer el amor y amarilla para atraer dinero; en otros países por ejemplo, comer cerdo simboliza abundancia; en Japón e Italia los tallarines significan  vida larga y así hay una infinidad de costumbres usadas en distintos lugares del mundo. El primer día del año, después de la gran fiesta, la tradición continua. Las familias vuelven a las casas donde fue la fiesta, a comer la cena, tratándose del famoso “recalentado”, del que en muchos casos se dice que tiene mejor sabor que el día anterior al terminar cada familia regresa a sus casas a descansar para comenzar el año, con la esperanza y para entonces la certeza de que habrá de ser mejor que recién concluido

 Así las cosas, el caso es que se trata de comenzar el año agradeciendo todo lo realizado, y con la actitud para crecer y mejorara como persona. Pero eso sí, debemos empezar dando fin a lo pasado y con claridad sobre nuestras pretensiones a alcanzar durante el ya muy próximo 2018.

 Mis más fervientes deseos para que éste nuevo año sea muy próspero, que sus logros y ambiciones personales les permitan  alcanzar las metas propuestas.

Y para este México nuestro, que la delincuencia se apacigüe, que nuestros políticos sean prudentes y que la democracia permita la transición del poder honesta y apacible, que  nuestra moneda se estabilice, que la madre naturaleza conserve la calma, que Dios nos proteja a todos.

 FELIZ AÑO NUEVO!

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