Por: Geovanna Bañuelos
México ha transitado a la fase 2. Lo más complejo está por venir. Estados Unidos supera a China con el mayor número de contagios de Coronavirus.
En este escenario, al ser México el principal socio comercial con el vecino país del norte, se debe prever los efectos entre ambas naciones al existir una estrecha relación económica, política y social.
Es imperante que el conjunto de las acciones anunciadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ejecute con diligencia, efectividad y transparencia como la implementación del Plan DN-III, la activación de 17 hospitales temporales, protección a los adultos mayores y la suspensión de la mayoría de las actividades.
Por ejemplo, la Secretaría de Hacienda adelantará a los estados 25 mil millones de pesos. Los gobernadores, tendrán que aplicar dichos recursos para impulsar la obra pública y reactivar la economía local. De igual manera, el millón de créditos para pequeñas empresas y el anticipo de los programas sociales, deberán ser entregados sin ningún tinte clientelar.
Se debe vigilar que el sector empresarial acate el decreto presidencial para que se paguen los salarios a los adultos mayores mientras permanezcan en sus casas. Al entrar en cuarentena se dejarán de percibir 44 mil millones de pesos diarios, de tal manera que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, deberá coordinarse con las cámaras empresariales para evitar el despido masivo de trabajadores durante la contingencia.
Existen otras medidas que debemos tomar en cuenta. La Cámara de Diputados aprobó la creación de un Fondo para la Prevención y Atención de Emergencias por 180 mil millones de pesos. En caso de utilizarse este dinero, deberá fiscalizarse el destino y aplicación de estos recursos.
En cuanto a la adquisición de los insumos, equipo y medicamentos, por ningún motivo se debe lucrar o comprar a sobreprecio. Recordemos que 24 mil personas requerirán atención médica y cerca de 11 mil necesitarán hospitalización, por lo que el reto es adquirir 17 mil camas extras para pacientes graves.
Prever todos los escenarios que se avecinan ante la crisis del Covid-19 evitará el menor número de víctimas fatales y salir bien librados en esta emergencia sanitaria. “Esta tormenta pasará, pero las decisiones que tomemos ahora podrían cambiar nuestras vidas para los años que vienen”, profetiza el filósofo Yuval Noah Harari.
Por lo pronto, sigamos las recomendaciones de los especialistas y tomemos en cuenta que la reclusión, prevención y la cooperación son los antídotos contra el Covid-19. Que la pandemia no sea de oportunistas.
