/ martes 9 de marzo de 2021

Apoyar la verdad…

Declaraba Malcolm X, un controvertido líder del siglo pasado que luchó por los derechos civiles de los afro-estadounidenses, lo que a mi juicio debe ser un principio ciudadano que nos caracterice siempre, especialmente en este tiempo de confrontación social en nuestro país donde cada quién porta sus propios datos de la realidad y los opone a quien considera adversarios.

Trátese de la aplicación de la vacuna contra el Covid, la contrarreforma energética, la auditoría respecto de la cancelación del aeropuerto de Texcoco o la controvertida candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero, temas que sin ser los únicos, los últimos días ocupan principalmente la atención de los expertos y de los que no lo somos, pero interesados en los problemas nacionales.

Mi impresión es que el asunto de Félix Salgado está teniendo una mayor e intensa participación de posiciones rivales en las redes sociales y de comentarios en los demás medios de comunicación masiva, pues de entrada involucra directamente al sector mayoritario y sostén de la población, las mujeres. Estemos o no de acuerdo con las diversas formas de manifestar su milenario enojo contenido e inconformidad ante las reiteradas imposiciones humillantes, propias de una cultura evidentemente patriarcal que las victimiza. Para el caso, el solo anuncio de la precandidatura del “Toro” fue una bofetada para los colectivos feministas, que de inmediato se dieron a la tarea recapitular y dar a conocer su historial de acosador sexual y violador, así como de apoyar a las valientes que se atrevieron a rebelar los actos criminales de que fueron objeto por parte del poderoso personaje. Desde luego, no faltaba más, los enemigos políticos del senador dentro y fuera de MORENA, ni tardos ni perezosos, también se fueron contra su candidatura, sin importar que se tratara del elegido por Palacio Nacional, ni la causa de las víctimas.

La cosa se puso color de hormiga cuando el presidente no solo le reiteró su espaldarazo al señalarlo como su gallo, sino además lo defendió sin prudencia, como quienes se escudan en la formalidad más chata y sin contenido. Los apoyadores del “Toro” argumentaron: “no ha procedido ninguna denuncia”, no hay “sentencia”, “que el pueblo decida”, “están prescritos” etc., entonces la bofetada se convirtió en lo que llamamos en la Cultura a la mexicana, un “chingadazo” de consecuencias incalculables, pues creció exponencialmente la presión de las feministas, simpatizantes y espontáneos interesados por motivos políticos, manifestándose de diversas maneras; entre las que sobresale la campaña de “rompa el pacto”, leyenda que aparece en pancartas compartidas por celebridades, junto a su imagen, en las redes sociales a través de una fotografía. El “ya chole” resultó un verdadero búmeran que enardeció aún más el ambiente.

Cuando la situación parecía no tener salida, y con el mismo misterio con que lo postuló después de una extraña “consulta”, MORENA se rajó a través una resolución que francamente no entiendo. Por un lado, Mario Delgado declaró que los agravios presentados en contra de su candidato son “improcedentes e infundados” pero por otro, resolvieron anular la candidatura. Un caso para la araña, a menos que nos lo aclaren después. Por lo pronto, y reiterando mi simpatía por Malcolm X:

“Apoyo la justicia…no importa para quien o en contra de quién sea.”




napoleonef@hotmail.com


Declaraba Malcolm X, un controvertido líder del siglo pasado que luchó por los derechos civiles de los afro-estadounidenses, lo que a mi juicio debe ser un principio ciudadano que nos caracterice siempre, especialmente en este tiempo de confrontación social en nuestro país donde cada quién porta sus propios datos de la realidad y los opone a quien considera adversarios.

Trátese de la aplicación de la vacuna contra el Covid, la contrarreforma energética, la auditoría respecto de la cancelación del aeropuerto de Texcoco o la controvertida candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero, temas que sin ser los únicos, los últimos días ocupan principalmente la atención de los expertos y de los que no lo somos, pero interesados en los problemas nacionales.

Mi impresión es que el asunto de Félix Salgado está teniendo una mayor e intensa participación de posiciones rivales en las redes sociales y de comentarios en los demás medios de comunicación masiva, pues de entrada involucra directamente al sector mayoritario y sostén de la población, las mujeres. Estemos o no de acuerdo con las diversas formas de manifestar su milenario enojo contenido e inconformidad ante las reiteradas imposiciones humillantes, propias de una cultura evidentemente patriarcal que las victimiza. Para el caso, el solo anuncio de la precandidatura del “Toro” fue una bofetada para los colectivos feministas, que de inmediato se dieron a la tarea recapitular y dar a conocer su historial de acosador sexual y violador, así como de apoyar a las valientes que se atrevieron a rebelar los actos criminales de que fueron objeto por parte del poderoso personaje. Desde luego, no faltaba más, los enemigos políticos del senador dentro y fuera de MORENA, ni tardos ni perezosos, también se fueron contra su candidatura, sin importar que se tratara del elegido por Palacio Nacional, ni la causa de las víctimas.

La cosa se puso color de hormiga cuando el presidente no solo le reiteró su espaldarazo al señalarlo como su gallo, sino además lo defendió sin prudencia, como quienes se escudan en la formalidad más chata y sin contenido. Los apoyadores del “Toro” argumentaron: “no ha procedido ninguna denuncia”, no hay “sentencia”, “que el pueblo decida”, “están prescritos” etc., entonces la bofetada se convirtió en lo que llamamos en la Cultura a la mexicana, un “chingadazo” de consecuencias incalculables, pues creció exponencialmente la presión de las feministas, simpatizantes y espontáneos interesados por motivos políticos, manifestándose de diversas maneras; entre las que sobresale la campaña de “rompa el pacto”, leyenda que aparece en pancartas compartidas por celebridades, junto a su imagen, en las redes sociales a través de una fotografía. El “ya chole” resultó un verdadero búmeran que enardeció aún más el ambiente.

Cuando la situación parecía no tener salida, y con el mismo misterio con que lo postuló después de una extraña “consulta”, MORENA se rajó a través una resolución que francamente no entiendo. Por un lado, Mario Delgado declaró que los agravios presentados en contra de su candidato son “improcedentes e infundados” pero por otro, resolvieron anular la candidatura. Un caso para la araña, a menos que nos lo aclaren después. Por lo pronto, y reiterando mi simpatía por Malcolm X:

“Apoyo la justicia…no importa para quien o en contra de quién sea.”




napoleonef@hotmail.com


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