/ domingo 31 de julio de 2022

Aprovechemos la tecnología para erradicar la trata de personas 

*Peter Grohmann, Coordinador Residente de Naciones Unidas en México

Hoy, en el Día Internacional contra la Trata de Personas, el Sistema de las Naciones Unidas en México reconoce que los fenómenos criminales no son estáticos y encuentran nuevas formas de replicarse y dañar a las comunidades. La trata de personas es un ejemplo. Quienes captan, transportan, trasladan, acogen o reciben personas con fines de explotación encuentran medios para operar a pesar de las acciones que llevan a cabo gobiernos, sociedad civil, empresas, medios de comunicación y organismos internacionales en el combate de este delito.

En ese contexto, debemos generar respuestas que se adapten a la nueva realidad. La ONU en México promueve la tecnología como una herramienta que impida la trata de personas. Reconocemos que las redes sociales y los sitios de citas, entre otras plataformas digitales, son espacios utilizados para cometer estos delitos y violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, estos mismos espacios tienen el potencial de ser aliados en su detección y prevención, así como apoyar el desarrollo de investigaciones cibernéticas.

El informe de UNODC “Los efectos de la pandemia en la trata de personas y las respuestas a los desafíos señala que las personas tratantes se adaptaron a la “nueva normalidad” diversificando sus tácticas y trasladando sus operaciones a la clandestinidad que ofrecen los espacios digitales. El mismo informe registró un aumento en el reclutamiento y la explotación sexual como resultado de la pandemia, en parte por el anonimato que permiten las redes sociales, la facilidad de acceso a posibles víctimas mediante engaños en las distintas plataformas y la explotación por medio de servicios de video en vivo.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021, en México 88.5 millones de personas utilizan Internet. La mayoría son mujeres menores de 35 años. Esta cifra es particularmente relevante si se observa que la mayor parte de las víctimas de trata de personas en el país son justamente mujeres, niñas y niños, así como personas en situación de movilidad, quienes corren el riesgo de caer en redes de trata de personas que cruzan fronteras internacionales. Utilicemos el potencial de la red para formular políticas y planes de atención y prevención que consideren el riesgo y las oportunidades que brindan los medios digitales.

La ONU en México se compromete a seguir trabajando para poner fin a la trata de personas, e insiste en la importancia de la alfabetización mediática e informacional como un medio para el uso positivo de herramientas digitales por parte de instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil para denunciar, investigar, contener y erradicar este delito y violación grave a los derechos humanos. Alianzas entre el sector tecnológico, el gobierno y la ONU pueden hacer una diferencia para concientizar a la ciudadanía sobre este delito y prevenir su ocurrencia. En ese sentido, la campaña Corazón Azul contra la trata de personas ha difundido materiales de sensibilización en redes sociales y ha enfatizado los riesgos del enganche en línea.

La libertad que ofrecen las herramientas digitales y tecnológicas también abre posibilidades para visibilizar las historias de las personas sobrevivientes, aumentar la sensibilización sobre estos casos para hacer del internet y sus herramientas espacios seguros que reflejen personas y comunidades empoderadas, resilientes y cada vez menos vulnerables.

Nos encontramos en un mundo cada vez más interconectado en el cual existen riesgos, pero también oportunidades para que el mensaje de no dejar a nadie atrás, incluyendo a las víctimas de trata de personas, llegue a todas y todos. La ONU realiza investigación especializada para entender mejor las dinámicas criminales en el ciberespacio, su impacto y su modo de operar. A su vez, estamos convencidos de las bondades del uso de estas herramientas para crear y diseminar conocimiento social; compartir buenas prácticas y mejorar la actuación de las instituciones de seguridad y justicia en el contexto de globalización actual.

Les invito a sumarse a estos esfuerzos difundiendo contenido que contrarreste las falsas ofertas de tratantes, que cuestione ofrecimientos y contribuya a prevenir este grave delito en sus múltiples manifestaciones, incluyendo secuestros, privaciones de libertad ilegales, matrimonios forzados o falso reclutamiento laboral, entre otros. Estas acciones nos permiten poner la dignidad humana al centro. Hoy, más que nunca aprovechemos la tecnología para ayudar a erradicar la trata de personas.

*Peter Grohmann, Coordinador Residente de Naciones Unidas en México

Hoy, en el Día Internacional contra la Trata de Personas, el Sistema de las Naciones Unidas en México reconoce que los fenómenos criminales no son estáticos y encuentran nuevas formas de replicarse y dañar a las comunidades. La trata de personas es un ejemplo. Quienes captan, transportan, trasladan, acogen o reciben personas con fines de explotación encuentran medios para operar a pesar de las acciones que llevan a cabo gobiernos, sociedad civil, empresas, medios de comunicación y organismos internacionales en el combate de este delito.

En ese contexto, debemos generar respuestas que se adapten a la nueva realidad. La ONU en México promueve la tecnología como una herramienta que impida la trata de personas. Reconocemos que las redes sociales y los sitios de citas, entre otras plataformas digitales, son espacios utilizados para cometer estos delitos y violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, estos mismos espacios tienen el potencial de ser aliados en su detección y prevención, así como apoyar el desarrollo de investigaciones cibernéticas.

El informe de UNODC “Los efectos de la pandemia en la trata de personas y las respuestas a los desafíos señala que las personas tratantes se adaptaron a la “nueva normalidad” diversificando sus tácticas y trasladando sus operaciones a la clandestinidad que ofrecen los espacios digitales. El mismo informe registró un aumento en el reclutamiento y la explotación sexual como resultado de la pandemia, en parte por el anonimato que permiten las redes sociales, la facilidad de acceso a posibles víctimas mediante engaños en las distintas plataformas y la explotación por medio de servicios de video en vivo.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021, en México 88.5 millones de personas utilizan Internet. La mayoría son mujeres menores de 35 años. Esta cifra es particularmente relevante si se observa que la mayor parte de las víctimas de trata de personas en el país son justamente mujeres, niñas y niños, así como personas en situación de movilidad, quienes corren el riesgo de caer en redes de trata de personas que cruzan fronteras internacionales. Utilicemos el potencial de la red para formular políticas y planes de atención y prevención que consideren el riesgo y las oportunidades que brindan los medios digitales.

La ONU en México se compromete a seguir trabajando para poner fin a la trata de personas, e insiste en la importancia de la alfabetización mediática e informacional como un medio para el uso positivo de herramientas digitales por parte de instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil para denunciar, investigar, contener y erradicar este delito y violación grave a los derechos humanos. Alianzas entre el sector tecnológico, el gobierno y la ONU pueden hacer una diferencia para concientizar a la ciudadanía sobre este delito y prevenir su ocurrencia. En ese sentido, la campaña Corazón Azul contra la trata de personas ha difundido materiales de sensibilización en redes sociales y ha enfatizado los riesgos del enganche en línea.

La libertad que ofrecen las herramientas digitales y tecnológicas también abre posibilidades para visibilizar las historias de las personas sobrevivientes, aumentar la sensibilización sobre estos casos para hacer del internet y sus herramientas espacios seguros que reflejen personas y comunidades empoderadas, resilientes y cada vez menos vulnerables.

Nos encontramos en un mundo cada vez más interconectado en el cual existen riesgos, pero también oportunidades para que el mensaje de no dejar a nadie atrás, incluyendo a las víctimas de trata de personas, llegue a todas y todos. La ONU realiza investigación especializada para entender mejor las dinámicas criminales en el ciberespacio, su impacto y su modo de operar. A su vez, estamos convencidos de las bondades del uso de estas herramientas para crear y diseminar conocimiento social; compartir buenas prácticas y mejorar la actuación de las instituciones de seguridad y justicia en el contexto de globalización actual.

Les invito a sumarse a estos esfuerzos difundiendo contenido que contrarreste las falsas ofertas de tratantes, que cuestione ofrecimientos y contribuya a prevenir este grave delito en sus múltiples manifestaciones, incluyendo secuestros, privaciones de libertad ilegales, matrimonios forzados o falso reclutamiento laboral, entre otros. Estas acciones nos permiten poner la dignidad humana al centro. Hoy, más que nunca aprovechemos la tecnología para ayudar a erradicar la trata de personas.