La corrupción no es un fenómeno nuevo, existe desde la antigua Grecia, donde las luchas por el poder, el dinero, la fama, el mantenimiento del statuts quo y las traiciones fueron motivaciones suficientes para cometer abusos en la administración del Estado. De hecho, hay registros de casos en los que la designación de los cargos o la encomienda de ciertas obras públicas se realizaban a través de favoritismos sin fundamento.
En otras palabras es imposible eliminar la corrupción, como lo ha prometido el presidente AMLO y la 4T. Además existen instrumentos que los gobiernos del s.XXI intentan utilizan sin saber que fueron herededados por los griegos. Así que vamos por partes:
¿Preguntas? De acuerdo con libro del Dr. Edgar Espinal Griegos. El nacimiento de la ética pública (Universidad de Guanajuato, la UNAM y el INAP), “¿Qué pasa cuando las virtudes éticas —cualidades para gobernar— se ausentan de la vida pública y las actividades de gobierno?”, la repuesta es que surgen conductas contrarias a la naturaleza del Estado — buscar la felicidad de los ciudadanos— como la corrupción. Además, el autor explica que varios de los instrumentos de nuestras administraciones actuales han sido herencia de otras civilizaciones; por un lado, para mejorar sus propias formas de organización y, por el otro, como una solución al abuso de poder.
Herencia 1: El sistema de rendición de cuentas es una de las grandes aportaciones de los griegos a los gobiernos, los magistrados y cualquier sujeto que ostentara un cargo publico —en especial los relacionados a la hacienda pública— debían rendir cuentas de sus actividades durante su periodo, cuando fueran solicitados y al final; también estaban obligados a comparecer por sus actividades; retribución por el daño cuando los sujetos que fueran encontrados culpables —o por negligencia— por sustraer recursos públicos estaban forzados a restituir el dinero; e inspecciones de las cuentas públicas que pueden considerarse como el antecedente de las auditorias…
Herencia 2. Asignación de obras públicas, así como la vigilancia en la operación y construcción, con respecto a los juramentos de los cargos públicos; ostracismo que puede considerarse como el antecedente del desafuero político; experiencia, varios cargos tenían limitaciones, uno de ellos era la edad, la cual garantizaba la experiencia en otros cargos públicos. Los griegos aconsejaban que todo sujeto que ejerza un cargo en la administración debe tener determinadas cualidades técnicas y morales, ya que a diario tiene que enfrentar dilemas éticos, su laborar implica la constate toma de decisiones que influian en la administración y en la sociedad.
¿Por qué los griegos?, ¿Por qué elegir a los griegos y no otra civilización —incluso contemporánea — para explicar la importancia de la ética en la administración del Estado?, se pregunta el Dr. Edgar Espinal. Las tragedias, los héroes y los dioses tenían características similares a las de los hombres, cometían excesos, tenían defectos y seguían sus pasiones; eran capaces de llevar a cabo las peores injusticias, pero también los actos más justos. El Dr. Jorque Márquez señala que “estudiar a los griegos es, en cierta forma, estudiarnos a nosotros mismos”.
La virtud para los griegos fungía como una de las principales herramientas en la administración del gobierno, pues resultaba una herramienta útil para evitar conductas que transgredan el interés general. Con estos ejemplos y otros lo único seguro es que Aristóteles y los griegos no han muerto.
Académico y comunicólogo político por la FCPyS-UNAM.
@gersonmecalco
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