/ martes 4 de diciembre de 2018

Arranca AMLO con decisiones cuestionables

Resulta verdaderamente impresionante la muy elevada popularidad de que goza nuestro nuevo presidente. De acuerdo con una de las confiables encuestas, ante la pregunta “¿Aprueba el trabajo que ha hecho Andrés Manuel López Obrador como Presidente Electo?” AMLO obtuvo a fines de noviembre un 63% de aprobación contra apenas un 21% de desaprobación. Quizás hay algo que ese 62% ve (superior al 53% de los votos que obtuvo en julio pasado) y que en lo personal no alcanzo a apreciar.

Entre las principales decisiones que ya ha tomado o que ha anunciado como prioritarias para el cumplimiento de sus objetivos de gobierno, figuran algunas que son francamente descabelladas y sumamente perniciosas, otras que son irreflexivas y nocivas, otras que son improcedentes, pero que no han afectado su prestigio e imagen personal.

Una que resulta francamente irracional, incomprensible y singularmente destructiva es la de la cancelación del aeropuerto o NAIM en Texcoco. Se trata de una obra con un avance de poco más de la tercera parte, de la que se dice que costará más cancelarla con sus muy costosas indemnizaciones y destrucción que terminarla. Por otra parte se trata de una obra que para arrancarse ha tenido que transitar por un largo periodo de estudios sobre su viabilidad y un análisis sobre distintas alternativas para determinar la mejor.

Ver los vídeos recientes sobre lo avanzado de la obra impacta mucho cuando se piensa que todo ello no sólo será desperdiciado, sino que implicará también cuantiosas pérdidas adicionales para indemnizar tanto a contratistas como a inversionistas que estaban dispuestos a financiar la monumental obra modernizadora dirigida por Norman Foster, el más reputado constructor de aeropuertos en el mundo y cuyo costo, en su mayor parte iba a resultar autofinanciable.

Es una obra que ha sido considerada como “la mejor alternativa” por las dos instituciones más prestigiadas y con mayor reconocimiento mundial en materia de aeronáutica: la institución de consulta sin finalidad lucrativa MITRE y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) de la ONU. Por ello es lógico que el simple anuncio de la cancelación haya generado desconfianza y repudio.

amartinezv@derecho.unam.mx

@AlejoMVendrell

Resulta verdaderamente impresionante la muy elevada popularidad de que goza nuestro nuevo presidente. De acuerdo con una de las confiables encuestas, ante la pregunta “¿Aprueba el trabajo que ha hecho Andrés Manuel López Obrador como Presidente Electo?” AMLO obtuvo a fines de noviembre un 63% de aprobación contra apenas un 21% de desaprobación. Quizás hay algo que ese 62% ve (superior al 53% de los votos que obtuvo en julio pasado) y que en lo personal no alcanzo a apreciar.

Entre las principales decisiones que ya ha tomado o que ha anunciado como prioritarias para el cumplimiento de sus objetivos de gobierno, figuran algunas que son francamente descabelladas y sumamente perniciosas, otras que son irreflexivas y nocivas, otras que son improcedentes, pero que no han afectado su prestigio e imagen personal.

Una que resulta francamente irracional, incomprensible y singularmente destructiva es la de la cancelación del aeropuerto o NAIM en Texcoco. Se trata de una obra con un avance de poco más de la tercera parte, de la que se dice que costará más cancelarla con sus muy costosas indemnizaciones y destrucción que terminarla. Por otra parte se trata de una obra que para arrancarse ha tenido que transitar por un largo periodo de estudios sobre su viabilidad y un análisis sobre distintas alternativas para determinar la mejor.

Ver los vídeos recientes sobre lo avanzado de la obra impacta mucho cuando se piensa que todo ello no sólo será desperdiciado, sino que implicará también cuantiosas pérdidas adicionales para indemnizar tanto a contratistas como a inversionistas que estaban dispuestos a financiar la monumental obra modernizadora dirigida por Norman Foster, el más reputado constructor de aeropuertos en el mundo y cuyo costo, en su mayor parte iba a resultar autofinanciable.

Es una obra que ha sido considerada como “la mejor alternativa” por las dos instituciones más prestigiadas y con mayor reconocimiento mundial en materia de aeronáutica: la institución de consulta sin finalidad lucrativa MITRE y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) de la ONU. Por ello es lógico que el simple anuncio de la cancelación haya generado desconfianza y repudio.

amartinezv@derecho.unam.mx

@AlejoMVendrell