/ domingo 21 de mayo de 2023

Arte y academia | “Es lindo Bellas Artes, con su gorrota de mármol, hasta arribota”: opinó Doña Mary, de 90 años…

Hace unas horas, y encontrándonos frente al Palacio de Bellas Artes,---cuya avenida Juárez, tiene marcadas quizás, e imaginando, en algunas de sus banquetas, las asiduas huellas de nuestros zapatos. Nos propusimos, conocer, por añadidura, opiniones ciudadanas, acerca de nuestro tan amado y bellasartino palacio. De esta manera, coincidimos, con una linda señora, Doña Mary, de 90 años, quien sentada sobre una silla rodante, conducida por un familiar, nos hizo el favor de responder de manera simpática, una pregunta simple: ”Hermosa señora”, iniciamos. “Encantada de saludarla. ¿Qué opina de nuestro Palacio de Bellas Artes?... ¿Le agrada?... ¿Le parece bonito?...¿Interesante?”...¡Y qué buena suerte!... Porque la respuesta de la encantadora dama, nos resultó tan inspiradora como genial: “¡¡Claro que sí, señito. Es lindo; con esa, su gorrota de mármol hasta “arribota¡¡”, nos opinó, entusiasta, Doña Mary, y con toda amabilidad.


¡Así que bravo, bravo y más que bravo!... Porque la opinión de Doña Mary, tan espontánea, como descriptiva, nos estaba indicando también; que su agrado, hacia tan señorial, soberana e histórica construcción, se había mantenido intacta,hasta sus actuales nueve décadas. Y no sólo por su tan palaciego aspecto, ya que Doña Mary, continua disfrutando la “gorrota” de mármol de carrara, con la cual fue cerrado el proyecto, por los artistas y constructores que planificaron la tan famosa obra de arte urbana. Y, continuemos, porque los expertos nos han explicado, incluso, que nuestro Palacio de Bellas Artes, es un recinto cultural, establecido en nuestro Centro Histórico señalado como el más importante en la manifestación de las artes en nuestro país, y una de las casas de ópera, más asombrosas del mundo. Y así nos lo han asegurado, porque, igualmente, ha sido escenario y testigo de impactantes acontecimientos tanto artísticos, como sociales y políticos; empezando, porque, su construcción se inició hacia finales del mandato de Porfirio Díaz, con motivo del centenario del inicio de la Independencia, siendo concluido, e inaugurado, hasta el 29 de septiembre de 1934, debido a la Revolución mexicana.


Se trata, de un edificio multifuncional, especifican, porque alberga diversos escenarios, entre ellos los creados por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, de 1928 a 1963. Siendo el más antiguo en el país. Dentro de sus contenidos de producción plástica nacional. Así, también, es sede de la Orquesta Sinfónica Nacional; la Compañía Nacional de Ópera; la de Danza, felizmente nuestra, como lo será hoy y siempre y de El Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández.

Como institución, depende del INBAL, parte de la Secretaría de Cultura. En 1987, fue declarado por la Unesco, como Monumento Patrimonial de la Humanidad. El proyecto que dio origen al palacio, se sitúa en la preparación de los festejos del centenario del inicio de la Independencia de México, periodo, en el que, el gobierno de México, decidió emprender diversas obras públicas.

En 1897, el gobierno compró a María del Carmen Alatriste Cuesta, mamá de Carmen Serdán y Aquiles Serdán, el edificio del Gran Teatro Nacional, además de otras casas dispuestas en el espacio actual de la avenida 5 de Mayo. Originalmente, el ingeniero mexicano Gonzalo Garita y el arquitecto italiano Adamo Boari, presentaron en 1900 proyectos a las autoridades propósito de ampliar y remodelar el Gran Teatro Nacional, mismas que fueron adaptadas por el gobierno en mayo de 1901. Trabajando Garita las ampliaciones y estructuras, y Boari, en el de las fachadas. Por decisión gubernamental, dichos proyectos, cambiaron en su totalidad hacia el construir un nuevo edificio en un nuevo emplazamiento, ordenándose la demolición del Gran Teatro Nacional.


Y así fue que, entre el 28 de mayo y el 27 de junio de 1901 se realizó la búsqueda de terrenos para el nuevo edificio, eligiéndose un espacio que a lo largo de la historia tuvo distintos usos; puesto qué, fue ocupado por el llamado tianguis de Juan Velázquez, nombre, de un indígena. Y, a partir de 1601 se construiría en ese lugar el convento de Santa Isabel, mismo, que fue desocupado tras las leyes de Reforma de 1867.

El espacio comprendido entre las calles La Mariscala, Puente de San Francisco, Santa Isabel y Mirador de la Alameda, hoy avenida Hidalgo, avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas y Ángela Peralta, respectivamente, contaba con parte de la estructura del convento, convertido en distintas ideas. Entre ellas, la fábrica de seda, Moreau, así como viviendas. donde vivían obreras de la fábrica y madres solteras; el Instituto Villar y la Casa Central de la Compañía Telefónica, así como la Sociedad Filarmónica Francesa. Explicándose, qué, Boari, solicitó una licencia para viajar a los Estados Unidos y a Europa, en donde obtendría más información sobre otros teatros del mundo y en tanto Garita, continuó con los cálculos respectivos. Mismos, que el 17de julio de 1902 fueron entregadas a las autoridades las memorias del proyecto. El estudio preliminar de Boari se publicaría en los Anales de la SCOP; sólo que en desacuerdo con trabajar con Garita, desecharona éste, apegándose, al final a las propuestas del italiano. La estructuración del edificio fue hecha por petición de Boari al estudio estadounidense Miliken Brothers con planos y cálculos a cargo del ingeniero William Birkmire, concentrándose, que tales sistemas constructivos fueron comunes en los edificios modernos de la época con estructuras de acero. En el mismo estudio,MillikenBrothers trabajaría con Boari, en el futuro Recinto Legislativo, hoy Monumento a la Revolución.


Las obras del PBA, comenzaron el 2 de agosto de 1904. En febrero de 1905 finalizaron las excavaciones de la cimentación que se realizó entre los 2.8 y los 3.50 metros con un esfuerzo sumamente penoso para los peones que trabajaron en condiciones de humedad. En 1906, se concluyó la plataforma de cimentación del futuro teatro y el esqueleto metálico de la mayor parte del edificio, mismo, que llegó al país el 6 de junio de ese año procedente de Estados Unidos. En tanto, trabajadores sumamente expertos, utilizaban la talla fina de mármoles y otros materiales: así como mecanismos de grúas y poleas con los que se colocaron maniobras precisas, Avanzándose, por otra parte, el uso de concreto y de novedosas estructuras de acero que permitieron soluciones arquitectónicas. Así, en materia de cálculos, se planearon con el proyecto de Boari, una gran plaza abierta que rivalizara con el Zócalo, llamada Plaza Guardiola, tomándose en cuenta la Casa Guardiola. El proceso de revestimiento del edificio fue de 1907 a 1911. El arquitecto del proyecto decidió hacer una combinación de mármoles nacionales e internacionales, provistos, del cerro del Tamayo, en las partes bajas; y en los paños, mármol del municipio de Buenavista de Cuellar, deGuerrero. Por otro lado, las 27 columnas y las cornisas se realizarían con mármol biancochiaroaltisimo y statuarioarabescato con bloques provenientes de las empresas Triscornia y Henreaux y Walton Goody and Cripps, extractora del tan nombrado, Carrara. En 1910, año en que fue colocado el tímpano principal de la fachada del recinto.


En 1906 Boari viajó nuevamente a Europa a seleccionar los artistas y obras de los elementos decorativos del edificio; hecho, que solicitó al gobierno hacerlo directamente, y sin ayuda alguna. Las herrerías exteriores fueron diseñadas por Alexandro Mazucotelli, artista de Milán, y Luis Romero Soto, artista mexicano; las esculturas del programa escultórico de la fachada corrieron a cargo del escultor Leonardo Bistolfi, asentado en Turín, sitio en donde conoció en una exposición internacional al escultor húngaro Geza Maroti, quien se encargó del conjunto escultórico de la cúpula, el plafón de vidrios emplomados y bastidores de hierro donde se muestra a Apolo y las nueve musas del monte Olimpo, en la Sala Principal, y, un mosaico sobre el arco del proscenio con 27 figuras sobre el teatro. En tanto Agusti Querol Sunirats recibió la obra de unas fuentes que se dispondrían en la Plaza Guardiola así como las esculturas monumentales de cuatro peagasos. Los proyectos de artes decorativas originales no se concluyeron como se planearon originalmente, por ejemplo, el Querol incluía dos fuentes monumentales que flanquearían la entrada, mismas que no se realizaron. El plafón y el mosaico de Maróti serían colocados hasta el 4 de junio de 1924

Debido a problemas técnicos de hundimiento del suelo, problemas económicos, la salida de Boari del país y la Revoclición mexicana, la construcción se suspendió y se reanudó varias veces durante treinta años, en vez de terminarse en los cuatro años programados. El tímpano de la fachada del palacio.Con el estallido de la Revolución 1910, el ritmo de la obra fue perdiendo velocidad hasta que finalmente se suspendió en 1916, Boari abandonó México y dejó en el país más de cuatro mil documentos para ser continuado. La obra se intentó retomar entre 1919 y 1928, con pocos avances.Adamo Boari intentaría participar nuevamente en la obra, presentando en 1927 la del Cinema México. El arquitecto reseñaría su obra como la más importante de su carrera, comparándola, en importancia con la Ópera de París. Y, cuando México recuperó la estabilidad en términos económicos y sociales, la obra se reanudó en 1931 bajo el mando del arquitecto Federico Mariscal, alcanzando ya para entonces, el nombre que tanto disfrutamos: Palacio de Bellas Artes.El primer director de orquesta que dirigió un concierto en el teatro Nacional, y no lo olvidemos, fue José F. Vázquez, al frente de la Compañía de Ópera Mexicana, con, Atzimba, de Ricardo Castro, el 18 de septiembre de 1928.


El Palacio fue inaugurado oficialmente el 29 de septiembre de 1934, por el entonces presidente Abelardo L, Rodríguez, quien era acompañado por su gabinete, el cuerpo diplomático, funcionarios públicos y los artistas Dolores del Río, Douglas Fairbanks y Ramón Novarro. Con la obra teatral La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón, interpretada por la actriz mexicana María Teresa Montoya.

Fue develada una placa con la siguiente inscripción: “Siendo presidente de la República el C. general Abelardo L. Rodríguez, inauguróse el 29 de septiembre de 1934 este Palacio de Bellas Artes, cuya fabricación inicióse bajo el gobierno del general Porfirio Díaz con el proyecto del arquitecto Adamo Boari, terminándose por iniciativa del ingeniero Alberto J. Pani y la ejecución del arquitecto Federico Mariscal.Aunque se inauguró aquella noche con una gran función de gala, ya antes se habían realizado conciertos en el edificio aún no concluido. Una vez inaugurado, se procedió a realizar el Primer Festival de Cultura Mexicana, en el que destacaron los siguientes números:Número musical de la Orquesta Sinfónica: estreno de Llamadas, Sinfonía proletaria, para coro y orquesta, de Carlos Chávez.Cantos a cargo del personal de la SEP.Discursos del presidente y del jefe del Departamento de Bellas Artes, Antonio Castro Leal.Una función teatral de Juan Ruiz de Alarcón con María Tereza Montoya, y dirigida por Alfredo Gómez de la Vega.


El 19 de abril de 1938 hubo una manifestación feminista, a la que acudieron personas de todas las clases sociales para realizar donaciones voluntarias que ayudaran a cubrir el monto de las indemnizaciones producto de la expropiación petrolera; algunas regalaron joyas, muebles, enseres personales, ahorros infantiles, otras objetos de bajo valor, incluso una anciana llevó una gallina para ayudar a cubrir el pago de la indemnización. Aunque se lograron reunir poco más de dos millones de pesos, este era un monto realmente simbólico. Las colectas y la emisión de bonos para cubrir la indemnización a las compañías petroleras ayudaron, constituyendo activísimas de opinión pública. La construcción de este gran edificio propició la fundación, en 1946, del INBA, por parte del gobierno de México, según decretode Miguel Alemán Valdés; es desde entonces un organismo desconcentrado de la Secretaría de Cultura. Inició operaciones como instituto gubernamental con su propia ley orgánica el 1 de enero de 1947, dedicado a las artes del siglo xx en México.Mil gracias y como siempre y para todos, un gran beso.

Hace unas horas, y encontrándonos frente al Palacio de Bellas Artes,---cuya avenida Juárez, tiene marcadas quizás, e imaginando, en algunas de sus banquetas, las asiduas huellas de nuestros zapatos. Nos propusimos, conocer, por añadidura, opiniones ciudadanas, acerca de nuestro tan amado y bellasartino palacio. De esta manera, coincidimos, con una linda señora, Doña Mary, de 90 años, quien sentada sobre una silla rodante, conducida por un familiar, nos hizo el favor de responder de manera simpática, una pregunta simple: ”Hermosa señora”, iniciamos. “Encantada de saludarla. ¿Qué opina de nuestro Palacio de Bellas Artes?... ¿Le agrada?... ¿Le parece bonito?...¿Interesante?”...¡Y qué buena suerte!... Porque la respuesta de la encantadora dama, nos resultó tan inspiradora como genial: “¡¡Claro que sí, señito. Es lindo; con esa, su gorrota de mármol hasta “arribota¡¡”, nos opinó, entusiasta, Doña Mary, y con toda amabilidad.


¡Así que bravo, bravo y más que bravo!... Porque la opinión de Doña Mary, tan espontánea, como descriptiva, nos estaba indicando también; que su agrado, hacia tan señorial, soberana e histórica construcción, se había mantenido intacta,hasta sus actuales nueve décadas. Y no sólo por su tan palaciego aspecto, ya que Doña Mary, continua disfrutando la “gorrota” de mármol de carrara, con la cual fue cerrado el proyecto, por los artistas y constructores que planificaron la tan famosa obra de arte urbana. Y, continuemos, porque los expertos nos han explicado, incluso, que nuestro Palacio de Bellas Artes, es un recinto cultural, establecido en nuestro Centro Histórico señalado como el más importante en la manifestación de las artes en nuestro país, y una de las casas de ópera, más asombrosas del mundo. Y así nos lo han asegurado, porque, igualmente, ha sido escenario y testigo de impactantes acontecimientos tanto artísticos, como sociales y políticos; empezando, porque, su construcción se inició hacia finales del mandato de Porfirio Díaz, con motivo del centenario del inicio de la Independencia, siendo concluido, e inaugurado, hasta el 29 de septiembre de 1934, debido a la Revolución mexicana.


Se trata, de un edificio multifuncional, especifican, porque alberga diversos escenarios, entre ellos los creados por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, de 1928 a 1963. Siendo el más antiguo en el país. Dentro de sus contenidos de producción plástica nacional. Así, también, es sede de la Orquesta Sinfónica Nacional; la Compañía Nacional de Ópera; la de Danza, felizmente nuestra, como lo será hoy y siempre y de El Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández.

Como institución, depende del INBAL, parte de la Secretaría de Cultura. En 1987, fue declarado por la Unesco, como Monumento Patrimonial de la Humanidad. El proyecto que dio origen al palacio, se sitúa en la preparación de los festejos del centenario del inicio de la Independencia de México, periodo, en el que, el gobierno de México, decidió emprender diversas obras públicas.

En 1897, el gobierno compró a María del Carmen Alatriste Cuesta, mamá de Carmen Serdán y Aquiles Serdán, el edificio del Gran Teatro Nacional, además de otras casas dispuestas en el espacio actual de la avenida 5 de Mayo. Originalmente, el ingeniero mexicano Gonzalo Garita y el arquitecto italiano Adamo Boari, presentaron en 1900 proyectos a las autoridades propósito de ampliar y remodelar el Gran Teatro Nacional, mismas que fueron adaptadas por el gobierno en mayo de 1901. Trabajando Garita las ampliaciones y estructuras, y Boari, en el de las fachadas. Por decisión gubernamental, dichos proyectos, cambiaron en su totalidad hacia el construir un nuevo edificio en un nuevo emplazamiento, ordenándose la demolición del Gran Teatro Nacional.


Y así fue que, entre el 28 de mayo y el 27 de junio de 1901 se realizó la búsqueda de terrenos para el nuevo edificio, eligiéndose un espacio que a lo largo de la historia tuvo distintos usos; puesto qué, fue ocupado por el llamado tianguis de Juan Velázquez, nombre, de un indígena. Y, a partir de 1601 se construiría en ese lugar el convento de Santa Isabel, mismo, que fue desocupado tras las leyes de Reforma de 1867.

El espacio comprendido entre las calles La Mariscala, Puente de San Francisco, Santa Isabel y Mirador de la Alameda, hoy avenida Hidalgo, avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas y Ángela Peralta, respectivamente, contaba con parte de la estructura del convento, convertido en distintas ideas. Entre ellas, la fábrica de seda, Moreau, así como viviendas. donde vivían obreras de la fábrica y madres solteras; el Instituto Villar y la Casa Central de la Compañía Telefónica, así como la Sociedad Filarmónica Francesa. Explicándose, qué, Boari, solicitó una licencia para viajar a los Estados Unidos y a Europa, en donde obtendría más información sobre otros teatros del mundo y en tanto Garita, continuó con los cálculos respectivos. Mismos, que el 17de julio de 1902 fueron entregadas a las autoridades las memorias del proyecto. El estudio preliminar de Boari se publicaría en los Anales de la SCOP; sólo que en desacuerdo con trabajar con Garita, desecharona éste, apegándose, al final a las propuestas del italiano. La estructuración del edificio fue hecha por petición de Boari al estudio estadounidense Miliken Brothers con planos y cálculos a cargo del ingeniero William Birkmire, concentrándose, que tales sistemas constructivos fueron comunes en los edificios modernos de la época con estructuras de acero. En el mismo estudio,MillikenBrothers trabajaría con Boari, en el futuro Recinto Legislativo, hoy Monumento a la Revolución.


Las obras del PBA, comenzaron el 2 de agosto de 1904. En febrero de 1905 finalizaron las excavaciones de la cimentación que se realizó entre los 2.8 y los 3.50 metros con un esfuerzo sumamente penoso para los peones que trabajaron en condiciones de humedad. En 1906, se concluyó la plataforma de cimentación del futuro teatro y el esqueleto metálico de la mayor parte del edificio, mismo, que llegó al país el 6 de junio de ese año procedente de Estados Unidos. En tanto, trabajadores sumamente expertos, utilizaban la talla fina de mármoles y otros materiales: así como mecanismos de grúas y poleas con los que se colocaron maniobras precisas, Avanzándose, por otra parte, el uso de concreto y de novedosas estructuras de acero que permitieron soluciones arquitectónicas. Así, en materia de cálculos, se planearon con el proyecto de Boari, una gran plaza abierta que rivalizara con el Zócalo, llamada Plaza Guardiola, tomándose en cuenta la Casa Guardiola. El proceso de revestimiento del edificio fue de 1907 a 1911. El arquitecto del proyecto decidió hacer una combinación de mármoles nacionales e internacionales, provistos, del cerro del Tamayo, en las partes bajas; y en los paños, mármol del municipio de Buenavista de Cuellar, deGuerrero. Por otro lado, las 27 columnas y las cornisas se realizarían con mármol biancochiaroaltisimo y statuarioarabescato con bloques provenientes de las empresas Triscornia y Henreaux y Walton Goody and Cripps, extractora del tan nombrado, Carrara. En 1910, año en que fue colocado el tímpano principal de la fachada del recinto.


En 1906 Boari viajó nuevamente a Europa a seleccionar los artistas y obras de los elementos decorativos del edificio; hecho, que solicitó al gobierno hacerlo directamente, y sin ayuda alguna. Las herrerías exteriores fueron diseñadas por Alexandro Mazucotelli, artista de Milán, y Luis Romero Soto, artista mexicano; las esculturas del programa escultórico de la fachada corrieron a cargo del escultor Leonardo Bistolfi, asentado en Turín, sitio en donde conoció en una exposición internacional al escultor húngaro Geza Maroti, quien se encargó del conjunto escultórico de la cúpula, el plafón de vidrios emplomados y bastidores de hierro donde se muestra a Apolo y las nueve musas del monte Olimpo, en la Sala Principal, y, un mosaico sobre el arco del proscenio con 27 figuras sobre el teatro. En tanto Agusti Querol Sunirats recibió la obra de unas fuentes que se dispondrían en la Plaza Guardiola así como las esculturas monumentales de cuatro peagasos. Los proyectos de artes decorativas originales no se concluyeron como se planearon originalmente, por ejemplo, el Querol incluía dos fuentes monumentales que flanquearían la entrada, mismas que no se realizaron. El plafón y el mosaico de Maróti serían colocados hasta el 4 de junio de 1924

Debido a problemas técnicos de hundimiento del suelo, problemas económicos, la salida de Boari del país y la Revoclición mexicana, la construcción se suspendió y se reanudó varias veces durante treinta años, en vez de terminarse en los cuatro años programados. El tímpano de la fachada del palacio.Con el estallido de la Revolución 1910, el ritmo de la obra fue perdiendo velocidad hasta que finalmente se suspendió en 1916, Boari abandonó México y dejó en el país más de cuatro mil documentos para ser continuado. La obra se intentó retomar entre 1919 y 1928, con pocos avances.Adamo Boari intentaría participar nuevamente en la obra, presentando en 1927 la del Cinema México. El arquitecto reseñaría su obra como la más importante de su carrera, comparándola, en importancia con la Ópera de París. Y, cuando México recuperó la estabilidad en términos económicos y sociales, la obra se reanudó en 1931 bajo el mando del arquitecto Federico Mariscal, alcanzando ya para entonces, el nombre que tanto disfrutamos: Palacio de Bellas Artes.El primer director de orquesta que dirigió un concierto en el teatro Nacional, y no lo olvidemos, fue José F. Vázquez, al frente de la Compañía de Ópera Mexicana, con, Atzimba, de Ricardo Castro, el 18 de septiembre de 1928.


El Palacio fue inaugurado oficialmente el 29 de septiembre de 1934, por el entonces presidente Abelardo L, Rodríguez, quien era acompañado por su gabinete, el cuerpo diplomático, funcionarios públicos y los artistas Dolores del Río, Douglas Fairbanks y Ramón Novarro. Con la obra teatral La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón, interpretada por la actriz mexicana María Teresa Montoya.

Fue develada una placa con la siguiente inscripción: “Siendo presidente de la República el C. general Abelardo L. Rodríguez, inauguróse el 29 de septiembre de 1934 este Palacio de Bellas Artes, cuya fabricación inicióse bajo el gobierno del general Porfirio Díaz con el proyecto del arquitecto Adamo Boari, terminándose por iniciativa del ingeniero Alberto J. Pani y la ejecución del arquitecto Federico Mariscal.Aunque se inauguró aquella noche con una gran función de gala, ya antes se habían realizado conciertos en el edificio aún no concluido. Una vez inaugurado, se procedió a realizar el Primer Festival de Cultura Mexicana, en el que destacaron los siguientes números:Número musical de la Orquesta Sinfónica: estreno de Llamadas, Sinfonía proletaria, para coro y orquesta, de Carlos Chávez.Cantos a cargo del personal de la SEP.Discursos del presidente y del jefe del Departamento de Bellas Artes, Antonio Castro Leal.Una función teatral de Juan Ruiz de Alarcón con María Tereza Montoya, y dirigida por Alfredo Gómez de la Vega.


El 19 de abril de 1938 hubo una manifestación feminista, a la que acudieron personas de todas las clases sociales para realizar donaciones voluntarias que ayudaran a cubrir el monto de las indemnizaciones producto de la expropiación petrolera; algunas regalaron joyas, muebles, enseres personales, ahorros infantiles, otras objetos de bajo valor, incluso una anciana llevó una gallina para ayudar a cubrir el pago de la indemnización. Aunque se lograron reunir poco más de dos millones de pesos, este era un monto realmente simbólico. Las colectas y la emisión de bonos para cubrir la indemnización a las compañías petroleras ayudaron, constituyendo activísimas de opinión pública. La construcción de este gran edificio propició la fundación, en 1946, del INBA, por parte del gobierno de México, según decretode Miguel Alemán Valdés; es desde entonces un organismo desconcentrado de la Secretaría de Cultura. Inició operaciones como instituto gubernamental con su propia ley orgánica el 1 de enero de 1947, dedicado a las artes del siglo xx en México.Mil gracias y como siempre y para todos, un gran beso.