/ lunes 21 de octubre de 2019

Arte y Academia | El adiós al violín de Nierman

Por: Ana María Longui

Aquel violín, aquella interpretación, aquellos aplausos, no dejaron satisfecho a Leonardo Nierman. Y en la soledad de su hogar, la elección fue determinante: Despedirse de su hermoso instrumento para siempre. Despedirse de él con un beso. Así; lo guardó en su estuche y le dijo: "Mi vocación para expresarme a través de ti; es insuficiente. No te faltaré, nunca más, al respeto". No obstante, la aventura creativa, no había terminado. ¿Por qué? Porque llegaron a la vida de aquel entonces joven universitario; unos modestos y ligeros instrumentos: Los pinceles de madera con cerdas poderosamente adheridas. Y simplemente los usó. Los usó desde entonces y para siempre. Puesto qué, explica el artista: "Cuando me sentí insuficiente para hacer mía la música...Ella me hizo suyo. Obsequiándome la esencia más importante de su amor: Su armonía". Fue la respuesta del internacional pintor y escultor mexicano: Leonardo Nierman.

Y ya por lo pronto, en una de las galerías centrales de París; y a mediados de Enero de 2020; las pinturas y esculturas del artista, continuarán emocionando a los visitantes. Razón por la cual, dentro de una muy reciente entrevista celebrada en su estudio de San Ángel, el famoso creador nos aclara: "Deseo complementarte la definición anterior que resulta muy sencilla: "Mira, una de las armonías más amadas que poseo; --- ya que cuento con muchas otras, como las que me permiten entender la vida, el arte, el sentido de la libertad, el romance, la familia, la amistad, los viajes, la salud, la naturaleza, las lecturas, los colores, la belleza, y hasta lo inevitable...Todo---; es la armonía de la Música. Por esta razón yo me siento y me sentiré eternamente agradecido con ella. Porque logró finalmente, hacerme suyo".

Pero ¿Cómo fue que ocurrió algo tan mágico como es el hecho de expresar música con pinturas y pinceles por una parte y, esculturas por la otra?... ¿Cómo se logró semejante milagro? ¿Semejante encuentro con expresiones tan distintas, reales y consolidadas?... El artista sonríe ante nuestro asombro y, con suavidad, nos tranquiliza: "Para empezar te diré que la aspiración artística, es otra cosa. Ya que está unida a los sentimientos más íntimos, nobles, profundos y espirituales de los seres humanos. Porque, si yo voy a pintar y hacer esculturas, no voy a "trabajar", entre comillas.

"Si digo esto, estoy más que equivocado. Porque la vocación de intentar crear un objeto artístico y abrirle la puerta, es tanto como encontrarnos con uno de los placeres más bellos y delicados de nuestra vida; ya que se trata de un premio, un privilegio, una fiesta, una celebración, una abundancia espiritual infinita...esto y más, pero de esto a "trabajar", existe una distancia por demás insalvable. Porque si yo cuando voy a pintar, le dijera a mi familia o a mis amigos: "Perdonen que me ausente, pero es que voy a ir a "trabajar", me estaría comportando no sólo como un gran mentiroso, sino incluso como un gran engañifa, porque el arte jamás será un "trabajo"...El arte es simple y privilegiadamente un enorme placer".

Y cuando cita la "armonía de la amistad", evoca al gran violinista británico Neville Marrimer, Lincoln, Inglaterra 1924-2016. Ya que en una de las presentaciones especiales organizadas al Maestro Nierman; el inmortal músico lanzó para siempre la frase más genial que artista alguno escuchara: "Y aquí con todos nosotros, la presencia de Leonardo Nierman: Un músico que pinta". Y como es de esperarse, Marrimer, fue premiado en 1985 con la Orden de "Caballero o "Sir", debido no sólo a su gran papel dentro de la Sinfónica de Londres y en su propia Academia; sino por sus enormes méritos en Música Barroca".

Un beso... Y hasta la próxima charla

Por: Ana María Longui

Aquel violín, aquella interpretación, aquellos aplausos, no dejaron satisfecho a Leonardo Nierman. Y en la soledad de su hogar, la elección fue determinante: Despedirse de su hermoso instrumento para siempre. Despedirse de él con un beso. Así; lo guardó en su estuche y le dijo: "Mi vocación para expresarme a través de ti; es insuficiente. No te faltaré, nunca más, al respeto". No obstante, la aventura creativa, no había terminado. ¿Por qué? Porque llegaron a la vida de aquel entonces joven universitario; unos modestos y ligeros instrumentos: Los pinceles de madera con cerdas poderosamente adheridas. Y simplemente los usó. Los usó desde entonces y para siempre. Puesto qué, explica el artista: "Cuando me sentí insuficiente para hacer mía la música...Ella me hizo suyo. Obsequiándome la esencia más importante de su amor: Su armonía". Fue la respuesta del internacional pintor y escultor mexicano: Leonardo Nierman.

Y ya por lo pronto, en una de las galerías centrales de París; y a mediados de Enero de 2020; las pinturas y esculturas del artista, continuarán emocionando a los visitantes. Razón por la cual, dentro de una muy reciente entrevista celebrada en su estudio de San Ángel, el famoso creador nos aclara: "Deseo complementarte la definición anterior que resulta muy sencilla: "Mira, una de las armonías más amadas que poseo; --- ya que cuento con muchas otras, como las que me permiten entender la vida, el arte, el sentido de la libertad, el romance, la familia, la amistad, los viajes, la salud, la naturaleza, las lecturas, los colores, la belleza, y hasta lo inevitable...Todo---; es la armonía de la Música. Por esta razón yo me siento y me sentiré eternamente agradecido con ella. Porque logró finalmente, hacerme suyo".

Pero ¿Cómo fue que ocurrió algo tan mágico como es el hecho de expresar música con pinturas y pinceles por una parte y, esculturas por la otra?... ¿Cómo se logró semejante milagro? ¿Semejante encuentro con expresiones tan distintas, reales y consolidadas?... El artista sonríe ante nuestro asombro y, con suavidad, nos tranquiliza: "Para empezar te diré que la aspiración artística, es otra cosa. Ya que está unida a los sentimientos más íntimos, nobles, profundos y espirituales de los seres humanos. Porque, si yo voy a pintar y hacer esculturas, no voy a "trabajar", entre comillas.

"Si digo esto, estoy más que equivocado. Porque la vocación de intentar crear un objeto artístico y abrirle la puerta, es tanto como encontrarnos con uno de los placeres más bellos y delicados de nuestra vida; ya que se trata de un premio, un privilegio, una fiesta, una celebración, una abundancia espiritual infinita...esto y más, pero de esto a "trabajar", existe una distancia por demás insalvable. Porque si yo cuando voy a pintar, le dijera a mi familia o a mis amigos: "Perdonen que me ausente, pero es que voy a ir a "trabajar", me estaría comportando no sólo como un gran mentiroso, sino incluso como un gran engañifa, porque el arte jamás será un "trabajo"...El arte es simple y privilegiadamente un enorme placer".

Y cuando cita la "armonía de la amistad", evoca al gran violinista británico Neville Marrimer, Lincoln, Inglaterra 1924-2016. Ya que en una de las presentaciones especiales organizadas al Maestro Nierman; el inmortal músico lanzó para siempre la frase más genial que artista alguno escuchara: "Y aquí con todos nosotros, la presencia de Leonardo Nierman: Un músico que pinta". Y como es de esperarse, Marrimer, fue premiado en 1985 con la Orden de "Caballero o "Sir", debido no sólo a su gran papel dentro de la Sinfónica de Londres y en su propia Academia; sino por sus enormes méritos en Música Barroca".

Un beso... Y hasta la próxima charla