/ lunes 19 de agosto de 2019

Arte y Academia | El Arte. Una herramienta única y luminosa

Por: Ana María Longi

"Las protestas sociales del planeta Tierra, ¡lástima!, se llevan a efecto, casi siempre, con guerras, enojos, pedradas, palabras altisonantes y miles de demostraciones

No obstante, lo aseguro ---porque yo mismo lo he practicado---, estas indignaciones cotidianas, pueden ser liberadas con lo más digno y hermoso que tenemos: El Arte. Una herramienta única y luminosa, que nos entrega todo lo que necesitamos: Amor, belleza, pensamientos sanos, buena voluntad, respeto, libertad, pacifismo y sobre todo un infinito agradecimiento a Dios... en fin... sólo por poner algunos ejemplos"... ¡Cierto¡ Pero: ¿Y a quién se le atribuyen frases tan positivas? Nada menos que al pintor, escultor y estudioso de música, Leonardo Nierman; cuyos recientes homenajes, organizados por sociedades culturales, como la Schwarstein Galería, lo animó a declarar: "Considero que el artista, en los momentos más logrados de su creación, realiza una especie de homenaje a Dios, a la belleza de la naturaleza y al milagro de estar vivo".

Así, el intenso artista, creador único, de una pintura y una escultura muy imitada pero jamás superada: Leonardo Nierman; ha sido, desde hace más de 60 años, calificado por críticos y analistas, como un expresionista que se decidió un día a "volar con sus pinceles, pinturas, gamas, trazos y matices, por los caminos de la metafísica", ya que al pintar, este inconfundible creador de plástica, suele evocar todos los filtros de la experiencia humana al mismo tiempo: Viajes intergalácticos, mares embravecidos, romances; proposiciones teológicas y mucho más, a base de fulgores lumínicos lanzados al universo, a manera de festivas bengalas.

En fin, los ejemplos resultan interminables, si se determina que la obra pictórica del artista, es, sin mayores¡ preámbulos una inquebrantable expresión estética, a base de pinceladas; y que, sus esculturas, realizadas con acero inoxidable acabado espejo, pueden ser vistas a manera de libertad, valor, reflejos, luz y alegría, dentro de un nutrido número de alcaldías de la Ciudad de México; ya que se trata de una obra considerada como poesía plástica o literaria; sólo que narrada ésta, no a base de plumines y cuadernos, sino, con la ayuda de las dúctiles y suaves cerdas de un delgado y largo pincel de madera.

Y cuando charlamos con el artista, el violín, estudiado por casi dos décadas, con clases tanto particulares como concretas en el CNM; asalta sus recuerdos con triste sonrisa: "Al descubrir, muy a tiempo, que mi talento, para esa afición resultaba insuficiente. Así que me despedí del instrumento con un beso, y lo guardé en su estuche para siempre. Y prosiguiendo, el Maestro Nierman, menciona sus estudios de administración en la UNAM, así como su intempestiva preferencia hacia unos lápices de colores que lo condujeron a los 24 años a pintar su primer mural, en el auditorio de su Facultad.

Un beso... Y hasta la próxima charla

mail: anamaria@gmail.com

Por: Ana María Longi

"Las protestas sociales del planeta Tierra, ¡lástima!, se llevan a efecto, casi siempre, con guerras, enojos, pedradas, palabras altisonantes y miles de demostraciones

No obstante, lo aseguro ---porque yo mismo lo he practicado---, estas indignaciones cotidianas, pueden ser liberadas con lo más digno y hermoso que tenemos: El Arte. Una herramienta única y luminosa, que nos entrega todo lo que necesitamos: Amor, belleza, pensamientos sanos, buena voluntad, respeto, libertad, pacifismo y sobre todo un infinito agradecimiento a Dios... en fin... sólo por poner algunos ejemplos"... ¡Cierto¡ Pero: ¿Y a quién se le atribuyen frases tan positivas? Nada menos que al pintor, escultor y estudioso de música, Leonardo Nierman; cuyos recientes homenajes, organizados por sociedades culturales, como la Schwarstein Galería, lo animó a declarar: "Considero que el artista, en los momentos más logrados de su creación, realiza una especie de homenaje a Dios, a la belleza de la naturaleza y al milagro de estar vivo".

Así, el intenso artista, creador único, de una pintura y una escultura muy imitada pero jamás superada: Leonardo Nierman; ha sido, desde hace más de 60 años, calificado por críticos y analistas, como un expresionista que se decidió un día a "volar con sus pinceles, pinturas, gamas, trazos y matices, por los caminos de la metafísica", ya que al pintar, este inconfundible creador de plástica, suele evocar todos los filtros de la experiencia humana al mismo tiempo: Viajes intergalácticos, mares embravecidos, romances; proposiciones teológicas y mucho más, a base de fulgores lumínicos lanzados al universo, a manera de festivas bengalas.

En fin, los ejemplos resultan interminables, si se determina que la obra pictórica del artista, es, sin mayores¡ preámbulos una inquebrantable expresión estética, a base de pinceladas; y que, sus esculturas, realizadas con acero inoxidable acabado espejo, pueden ser vistas a manera de libertad, valor, reflejos, luz y alegría, dentro de un nutrido número de alcaldías de la Ciudad de México; ya que se trata de una obra considerada como poesía plástica o literaria; sólo que narrada ésta, no a base de plumines y cuadernos, sino, con la ayuda de las dúctiles y suaves cerdas de un delgado y largo pincel de madera.

Y cuando charlamos con el artista, el violín, estudiado por casi dos décadas, con clases tanto particulares como concretas en el CNM; asalta sus recuerdos con triste sonrisa: "Al descubrir, muy a tiempo, que mi talento, para esa afición resultaba insuficiente. Así que me despedí del instrumento con un beso, y lo guardé en su estuche para siempre. Y prosiguiendo, el Maestro Nierman, menciona sus estudios de administración en la UNAM, así como su intempestiva preferencia hacia unos lápices de colores que lo condujeron a los 24 años a pintar su primer mural, en el auditorio de su Facultad.

Un beso... Y hasta la próxima charla

mail: anamaria@gmail.com