Por: Ana María Longui
Gabriela Villanueva -y ello es muy fácil de comprobar-, está sorprendiendo muchísimo con su más reciente mural: Génesis, que como ella explica, encontró su verdadero hogar en la Fundación Sebastián.
Una obra, en verdad, magistral. Ya que en ella, la joven y bonita artista, juega con los triángulos, las luces, los bordados pictóricas forrados con las más amplias gamas de propuestas físicas y metafísicas, para resolver, uno de los mandatos estéticos más especiales que jamás consideró que se le pudieran presentar; pero que lo "afronté. Lo atrapé. Lo superé. Y hasta donde fue posible lo resolví". ¡Qué interesante! Porque en verdad, dentro de estos 19 años avanzados del tercer milenio, el fenómeno aportativo de las nuevas generaciones, no se ha suscitado con mucha frecuencia.
Y así se lo hicimos saber. Cuestionándola, cuáles podrían ser los valores estéticos, sociales y humanísticos que ella trata de defender con sus obras. "Te lo abordo, porque estamos viviendo una etapa de reacomodo. Y casi, casi, estamos rogándoles a los artistas actuales que pongan mayor empeño en "salvarnos", mediante la entrega de nuevas razones capaces de hacernos recuperar la esperanza, la fe, la paz, el amor y la armonía que día con día se están diluyendo en torrentes y más torrentes de desórdenes humanísticos y espirituales.
"Mira, responde con sencillez la muralista. Lo que estoy pretendiendo entregar, a través de mi creatividad, es el resultado de un impacto muy poderoso que me llegó quizá directamente del Cosmos, y que comprendí que algo tan fuerte, solamente era posible liberarlo mediante telas, pinceles, trazos, gamas, pintura, luces tridimensionales y muchas otras herramientas más. Y que así y sólo así, podría quizá responsabilizarme y expresarlo. Agregando también, que quizá por todo esto, en mi reciente obra Génesis, logré por fin, reunir -¡no sé si en su totalidad-, pero sí en un porcentaje más elevado, ese tremendo mandato con el que fui privilegiada, pero al mismo tiempo también un tanto asustada. Lo digo, porque el lenguaje expresado y que continúo expresando, son los triángulos. Muchos triángulos. Una gran cadena de este tipo de albores metafísicos, que claramente están indicando la necesidad que tenemos los humanos de recuperar las proporciones divinas que se nos entregó desde "antes del antes", como se explica en los viejos y sabios libros; a través de todas las armonías celestiales. Creo que Génesis, nos habla justamente de todo eso y mucho más, para lograr sumarnos nuevamente al amor universal.
"Lo digo, porque cuanta gente lo ve, exclama vocablos chistosos como "Guau". Sin embargo ya me estoy acostumbrando, porque en verdad, tuve que reunir todos mis esencias físicas, intensas, secretas y profundas, para lograr que ese "Génesis", fuera algo diferente. Tanto para mí, como para los que lo visitan visualmente. Un beso...Y hasta la próxima charla.
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