/ miércoles 6 de marzo de 2019

Así es el Derecho | Guardia Nacional

Proporcionar seguridad a los habitantes del país es quizá la labor más importante del Estado, el que a fin garantizar realmente los derechos y libertades individuales, debe ser capaz de crear las condiciones para que todos los ciudadanos desarrollemos nuestras actividades diarias: transportarnos, trabajar, atender nuestros negocios, crear empleos, llevar sustento a nuestras familias, incluso estudiar o tener alguna recreación, que cada vez son más difícil realizar sin que sintamos temor a ser víctimas de algún delito.

El sentimiento de inseguridad está constantemente en aumento, y tiene bases sólidas, toda vez que el incremento de la actividad delictiva es incuestionable, incluso las ejecuciones recorren nuestro territorio: el 4 de marzo en Tabasco y Veracruz, el 3 en Casas Grandes, el 2 en Cancún, sumadas las narco-mantas, algunas de las cuales tenían amenazas a nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque es el mandatario con mayor legitimidad en la historia moderna del país, y así día tras día podríamos mencionar tragedias, como sucede desde sexenios anteriores; el panorama actual es en gran parte, resultado de acciones fallidas del pasado.

Independientemente de la causa de ese escenario, el dos mil diecinueve tuvo comienzo violento: tan sólo en enero el Sistema Nacional de Seguridad Pública contabilizó al menos dos mil 853 víctimas de homicidio doloso .

Es por esto que la seguridad es una de las más grandes demandas a la cuarta transformación y, si ahora no se consigue, lo será para todas las administraciones posteriores, por lo que resulta necesario presenciar la toma de decisiones y las acciones dirigidas para abatir este mal endémico. Advertimos que la creación de la nueva Guardia Nacional es uno de los primeros mecanismos que servirán a la nueva administración federal para el combate a la delincuencia a fin de pacificar a todo el país, e independientemente de las criticas y el debate generado en su entorno, esperamos que su implementación sea exitosa y nos permita ver resultados positivos. La tarea es difícil, pero todos debemos trabajar para llevarla al cabo, pues vivir en un país pacífico y seguro es deseo de todos los mexicanos. El dictamen que dará vida a la Guardia Nacional fue aprobado en la Cámara de Senadores el pasado 21 de febrero mediante reforma a los artículos 10, 16, 21, 31, 35, 36, 73, 76 y 89 constitucionales, y su punto medular es la creación de esa institución, nueva en materia seguridad pública, y la creación del sistema nacional de información de seguridad pública a cargo de la Federación, las entidades federativas y los municipios, a través de las dependencias responsables de la seguridad pública, proporcionarán la información de que dispongan.

La Guardia Nacional será un institución policial de carácter civil adscrita a la Secretaría Seguridad Pública y colaborará con las entidades federativas y municipios para salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, así como contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social, de conformidad con lo previsto en la Constitución y las leyes en la materia. La formación y el desempeño de sus integrantes se regirán por una doctrina policial fundada en el servicio a la sociedad, la disciplina, el respeto a los derechos humanos, al imperio de la ley, al mando superior y, en lo conducente, a la perspectiva de género.

Su estructura orgánica y de dirección, así como las bases de la coordinación con las demás instituciones de seguridad pública y los otros niveles de gobierno, serán reguladas por las leyes que deberá expedir el Congreso de la Unión dentro de los 60 días naturales posteriores a la entrada en vigor del decreto, y para que esto suceda debe de ser aprobado por la mayoría de las legislaturas locales.

Así es el Derecho.

Proporcionar seguridad a los habitantes del país es quizá la labor más importante del Estado, el que a fin garantizar realmente los derechos y libertades individuales, debe ser capaz de crear las condiciones para que todos los ciudadanos desarrollemos nuestras actividades diarias: transportarnos, trabajar, atender nuestros negocios, crear empleos, llevar sustento a nuestras familias, incluso estudiar o tener alguna recreación, que cada vez son más difícil realizar sin que sintamos temor a ser víctimas de algún delito.

El sentimiento de inseguridad está constantemente en aumento, y tiene bases sólidas, toda vez que el incremento de la actividad delictiva es incuestionable, incluso las ejecuciones recorren nuestro territorio: el 4 de marzo en Tabasco y Veracruz, el 3 en Casas Grandes, el 2 en Cancún, sumadas las narco-mantas, algunas de las cuales tenían amenazas a nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque es el mandatario con mayor legitimidad en la historia moderna del país, y así día tras día podríamos mencionar tragedias, como sucede desde sexenios anteriores; el panorama actual es en gran parte, resultado de acciones fallidas del pasado.

Independientemente de la causa de ese escenario, el dos mil diecinueve tuvo comienzo violento: tan sólo en enero el Sistema Nacional de Seguridad Pública contabilizó al menos dos mil 853 víctimas de homicidio doloso .

Es por esto que la seguridad es una de las más grandes demandas a la cuarta transformación y, si ahora no se consigue, lo será para todas las administraciones posteriores, por lo que resulta necesario presenciar la toma de decisiones y las acciones dirigidas para abatir este mal endémico. Advertimos que la creación de la nueva Guardia Nacional es uno de los primeros mecanismos que servirán a la nueva administración federal para el combate a la delincuencia a fin de pacificar a todo el país, e independientemente de las criticas y el debate generado en su entorno, esperamos que su implementación sea exitosa y nos permita ver resultados positivos. La tarea es difícil, pero todos debemos trabajar para llevarla al cabo, pues vivir en un país pacífico y seguro es deseo de todos los mexicanos. El dictamen que dará vida a la Guardia Nacional fue aprobado en la Cámara de Senadores el pasado 21 de febrero mediante reforma a los artículos 10, 16, 21, 31, 35, 36, 73, 76 y 89 constitucionales, y su punto medular es la creación de esa institución, nueva en materia seguridad pública, y la creación del sistema nacional de información de seguridad pública a cargo de la Federación, las entidades federativas y los municipios, a través de las dependencias responsables de la seguridad pública, proporcionarán la información de que dispongan.

La Guardia Nacional será un institución policial de carácter civil adscrita a la Secretaría Seguridad Pública y colaborará con las entidades federativas y municipios para salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, así como contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social, de conformidad con lo previsto en la Constitución y las leyes en la materia. La formación y el desempeño de sus integrantes se regirán por una doctrina policial fundada en el servicio a la sociedad, la disciplina, el respeto a los derechos humanos, al imperio de la ley, al mando superior y, en lo conducente, a la perspectiva de género.

Su estructura orgánica y de dirección, así como las bases de la coordinación con las demás instituciones de seguridad pública y los otros niveles de gobierno, serán reguladas por las leyes que deberá expedir el Congreso de la Unión dentro de los 60 días naturales posteriores a la entrada en vigor del decreto, y para que esto suceda debe de ser aprobado por la mayoría de las legislaturas locales.

Así es el Derecho.