/ miércoles 4 de septiembre de 2019

Así es el Derecho | Informe Presidencial

El pasado primero de septiembre presenciamos el primer informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, evento que es un ejercicio democrático a través del cual el primer mandatario del país hace del conocimiento del pueblo de México el estado que guarda la administración pública que encabeza.

Este informe presidencial, debe presentarse ante el Congreso de la Unión, el que corresponde considerar como un ejercicio de rendición de cuentas, que es una característica de las democracias representativas, ya que los depositarios de los poderes públicos tienen la obligación de informar sobre las decisiones de gobierno tomadas, los logros alcanzados, directrices y líneas de acción a fin de demostrar a los detentadores de la soberanía, que el ejercicio del poder que les delegaron mediante el voto, realmente es en su beneficio y representa sus intereses.

La obligación del primer mandatario de rendir un informe anual cada primero de septiembre se deriva del artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual establece que, en la apertura de Sesiones Ordinarias del Primer Periodo de cada año de ejercicio del Congreso, el Presidente de la República presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país.

Cada una de las Cámaras podrá realizar el análisis del informe y solicitar al Presidente de la República que amplíe la información mediante una pregunta por escrito, además de tener la posibilidad de citar a los Secretarios de Estado y a los directores de las entidades paraestatales, para que comparezcan y rindan informes bajo protesta de decir verdad.

Desde la promulgación de la Constitución de 1917 se estableció que el presidente asistiría personalmente al congreso en la apertura de sesiones y presentaría un informe por escrito, y aunque mediante una reforma publicada el 24 de noviembre de 1923 se suprimió la obligación de la comparecencia personal, la cual se volvió a incluir en la Constitución hasta el año de 1986, la realidad es que la comparecencia física del presidente ante el congreso a presentar su informe y dar un mensaje fue una constante durante el periodo de hegemonía priista, incluso se llegó a considerar dicha comparecencia como el día del presidente y su formato fue regulado por la Ley Orgánica del Congreso General.

En el año 2008 se suprimió nuevamente la obligación presidencial de asistir a la inauguración de sesiones al Congreso y únicamente quedó el deber de presentar el informe por escrito, inaugurándose el formato actual en el que se pueden realizar preguntas por escrito y solicitar la comparecencia de los Secretarios de Estado.

En concordancia con la Constitución actual el presidente presentó su informe por escrito ante el Congreso y el mensaje personal lo dio en Palacio Nacional, al cual llamó tercer informe de gobierno al pueblo, por ser esta ocasión la tercera vez que comparte los logros de su administración.

Compartió datos como el despliegue de cincuenta y ocho mil seiscientos elementos de la guardia nacional; el otorgamiento de diez mil ochocientos apoyos a vivienda; el otorgamiento de más de diez mil becas a estudiantes; pensión a ocho millones de adultos mayores; el aumento de dieciséis por ciento en el salario mínimo y la creación de una nueva Zona Económica Salarial en los municipios ubicados en los 25 kilómetros inmediatos a la frontera norte y algunos colindantes a estos, estableciendo en ellos un Salario Mínimo General Fronterizo; la inscripción de novecientas treinta mil personas en el programa jóvenes construyendo el futuro; la creación de más de trescientos mil empleos; destinar cuarenta y dos mil quinientos millones de pesos para la construcción y mejoramiento de carretas y caminos; la reducción del cincuenta por ciento en gasto en publicidad, y la reducción de robo de combustible en un noventa y cuatro por ciento.

Sin embargo, reconoció la necesidad imperante de continuar trabajando en disminución de incidencia delictiva y pacificar nuestro país como uno de los más importantes pendientes.

A tan sólo nueve meses del nuevo gobierno, aún nos quedan muchas acciones por presenciar, yo como mexicano espero con ansia el éxito en cada una de las decisiones que redunden en beneficio de la población, la paz, el crecimiento y desarrollo, así como al fortalecimiento del Estado de Derecho.

El pasado primero de septiembre presenciamos el primer informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, evento que es un ejercicio democrático a través del cual el primer mandatario del país hace del conocimiento del pueblo de México el estado que guarda la administración pública que encabeza.

Este informe presidencial, debe presentarse ante el Congreso de la Unión, el que corresponde considerar como un ejercicio de rendición de cuentas, que es una característica de las democracias representativas, ya que los depositarios de los poderes públicos tienen la obligación de informar sobre las decisiones de gobierno tomadas, los logros alcanzados, directrices y líneas de acción a fin de demostrar a los detentadores de la soberanía, que el ejercicio del poder que les delegaron mediante el voto, realmente es en su beneficio y representa sus intereses.

La obligación del primer mandatario de rendir un informe anual cada primero de septiembre se deriva del artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual establece que, en la apertura de Sesiones Ordinarias del Primer Periodo de cada año de ejercicio del Congreso, el Presidente de la República presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país.

Cada una de las Cámaras podrá realizar el análisis del informe y solicitar al Presidente de la República que amplíe la información mediante una pregunta por escrito, además de tener la posibilidad de citar a los Secretarios de Estado y a los directores de las entidades paraestatales, para que comparezcan y rindan informes bajo protesta de decir verdad.

Desde la promulgación de la Constitución de 1917 se estableció que el presidente asistiría personalmente al congreso en la apertura de sesiones y presentaría un informe por escrito, y aunque mediante una reforma publicada el 24 de noviembre de 1923 se suprimió la obligación de la comparecencia personal, la cual se volvió a incluir en la Constitución hasta el año de 1986, la realidad es que la comparecencia física del presidente ante el congreso a presentar su informe y dar un mensaje fue una constante durante el periodo de hegemonía priista, incluso se llegó a considerar dicha comparecencia como el día del presidente y su formato fue regulado por la Ley Orgánica del Congreso General.

En el año 2008 se suprimió nuevamente la obligación presidencial de asistir a la inauguración de sesiones al Congreso y únicamente quedó el deber de presentar el informe por escrito, inaugurándose el formato actual en el que se pueden realizar preguntas por escrito y solicitar la comparecencia de los Secretarios de Estado.

En concordancia con la Constitución actual el presidente presentó su informe por escrito ante el Congreso y el mensaje personal lo dio en Palacio Nacional, al cual llamó tercer informe de gobierno al pueblo, por ser esta ocasión la tercera vez que comparte los logros de su administración.

Compartió datos como el despliegue de cincuenta y ocho mil seiscientos elementos de la guardia nacional; el otorgamiento de diez mil ochocientos apoyos a vivienda; el otorgamiento de más de diez mil becas a estudiantes; pensión a ocho millones de adultos mayores; el aumento de dieciséis por ciento en el salario mínimo y la creación de una nueva Zona Económica Salarial en los municipios ubicados en los 25 kilómetros inmediatos a la frontera norte y algunos colindantes a estos, estableciendo en ellos un Salario Mínimo General Fronterizo; la inscripción de novecientas treinta mil personas en el programa jóvenes construyendo el futuro; la creación de más de trescientos mil empleos; destinar cuarenta y dos mil quinientos millones de pesos para la construcción y mejoramiento de carretas y caminos; la reducción del cincuenta por ciento en gasto en publicidad, y la reducción de robo de combustible en un noventa y cuatro por ciento.

Sin embargo, reconoció la necesidad imperante de continuar trabajando en disminución de incidencia delictiva y pacificar nuestro país como uno de los más importantes pendientes.

A tan sólo nueve meses del nuevo gobierno, aún nos quedan muchas acciones por presenciar, yo como mexicano espero con ansia el éxito en cada una de las decisiones que redunden en beneficio de la población, la paz, el crecimiento y desarrollo, así como al fortalecimiento del Estado de Derecho.