En el contexto del Derecho Mercantil Mexicano la acción causal es fundamental para la operatividad y el cumplimiento de las obligaciones nacidas de actos de comercio. Este concepto, inherente a la naturaleza dinámica y compleja de las relaciones mercantiles, permite a las partes involucradas exigir el cumplimiento de las obligaciones derivadas de los contratos y actos mercantiles, garantizando así la estabilidad y previsibilidad en el comercio.
El Derecho mercantil en México se rige principalmente por el Código de Comercio, que, junto con la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito y la Ley General de Sociedades Mercantiles, establece el marco jurídico para las relaciones comerciales.
La acción causal permite al acreedor exigir el cumplimiento de la obligación mediante la vía y la acción que correspondan al negocio jurídico que dio lugar a la emisión del documento que tutele el derecho que se pretende reclamar en juicio, ya sea en materia civil o mercantil. Por ello, para probar la acción causal debe acreditarse la existencia de la relación que causa la obligación.
Esta acción garantiza la estabilidad y previsibilidad en las relaciones jurídicas. Su fundamento en el Código de Comercio y en la legislación mercantil, junto con el respaldo de la jurisprudencia, asegura su aplicación efectiva y equitativa, consolidando así un entorno comercial robusto y confiable en México.
La jurisprudencia en materia mercantil ha reforzado la relevancia de la acción causal destacando su papel en la protección de los derechos de los comerciantes y en la promoción de la confianza en el mercado; la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que es indispensable para el funcionamiento eficaz del comercio porque es mecanismo legal para resolver disputas y asegurar el cumplimiento de las obligaciones mercantiles.
En este sentido, la acción causal no sólo abarca el ámbito contractual, también se extiende a otros actos mercantiles. Por ejemplo, en caso de competencia desleal los comerciantes afectados pueden ejercer acciones causales para obtener reparación por los daños derivados de prácticas comerciales desleales que afecten su posición en el mercado. Este tipo de acciones se fundamentan en la necesidad de mantener un mercado justo y competitivo, protegiendo así a los comerciantes de actos que puedan distorsionar la competencia.
En conclusión, la acción causal en materia mercantil es un instrumento jurídico esencial para exigir el cumplimiento de las obligaciones mercantiles e incluso civiles y la reparación de daños, garantiza la estabilidad y previsibilidad en las relaciones jurídicas.
Su fundamento en el Código de Comercio y en la legislación mercantil, junto con el respaldo de la jurisprudencia, asegura su aplicación efectiva y equitativa, consolidando así un entorno comercial robusto y confiable en México.