/ jueves 13 de febrero de 2020

Atraco legislativo contra la vida

VER

En nuestra Cámara de Diputados, a nivel federal, la Comisión de Igualdad de Género aprobó un proyecto, que había presentado la Comisión de Salud, para promover el aborto libre en todo el país, mediante la propuesta de un decreto de adición a la Ley General de Salud, con el fin de que las respectivas instituciones de gobierno den todas las facilidades para que sea legal lo que llaman “interrupción del embarazo, salud sexual y reproductiva”, y así las mujeres de todo el país puedan abortar legalmente hasta las doce semanas de embarazo. Hace falta que este proyecto pase al pleno, para su votación.

De una forma tramposa, hacen a un lado el triunfo alcanzado de que más de la mitad de los Congresos estatales, en su legislación local, han defendido la vida humana desde la concepción hasta su término natural. No podrían, por ahora, cambiar la Constitución. Pero como los poderes de este mundo son muy astutos, contando con la mayoría de su partido en el Congreso federal, quieren cambiar la Ley de Salud. De esta forma, intentan justificar su proyecto satánico de matar a los recién concebidos. Con el apoyo de la Secretaría de Gobernación, quieren imponer su obsesión mortífera a miles de criaturas inocentes e indefensas. Esto es un atraco legislativo. ¡Qué astutos son! ¿Triunfarán? El pueblo tiene la palabra.

Quienes promueven esa liberalización, insisten en defender a las mujeres, para evitar que muchas mueran a causa de abortos clandestinos, mal practicados. Siguen aduciendo que las mujeres son dueñas de su cuerpo y que ser madres es una decisión de su libertad. Quienes defendemos la vida desde su inicio en el seno materno no estamos en contra de las mujeres, ni queremos criminalizarlas, porque comprendemos el drama que implica una decisión de abortar. Hemos de comprenderlas, como acaba de decir, en Madrid, el cardenal O’Malley Seán, arzobispo de Boston, Presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores: “Nunca debemos abandonar nuestro compromiso con el no nacido, un ser humano precioso hecho a imagen y semejanza de Dios, pero debemos aprender a centrarnos más en la mujer en crisis. Sólo podemos hablar al bebé salvando primero a la madre. Debemos escuchar con empatía, para poder comunicar el Evangelio de la vida”. Estamos, pues, a favor de las mujeres, teniendo, sin embargo, como base el derecho de sus criaturas a la vida, pues los recién concebidos no son células malignas, sino seres humanos con plenos derechos. Ellos y ellas tienen derechos, que deben ser tomados en cuenta.

PENSAR

Dice el Papa Francisco: A veces escuchamos: ‘Ustedes los católicos no aceptan el aborto; es el problema de su fe’. No. Es un problema pre-religioso. La fe no tiene nada que ver con eso. Viene más tarde, pero no tiene nada que ver con eso; es un problema humano. Es un problema pre-religioso. No vayas a lo religioso en algo que concierne a lo humano. No es lícito. Nunca, nunca elimines una vida humana o rentes a un sicario para resolver un problema” (25-V-2019).


ACTUAR

¿Qué puedes hacer para defender la vida humana desde el seno materno? Educa a tus hijas e hijos en este respeto. Evita tanta ligereza en ver pornografía, que rebaja tus defensas morales y puede hacerte caer en excesos sexuales, con embarazos no deseados. Habla con los diputados que conozcas, para que oigan la voz del pueblo defensor de las mujeres y de los recién concebidos, y no sólo los gritos de grupos anti-vida. Oremos al Espíritu, para que ilumine a los legisladores y defiendan la verdad y la vida.


Obispo Emérito de SCLC

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En nuestra Cámara de Diputados, a nivel federal, la Comisión de Igualdad de Género aprobó un proyecto, que había presentado la Comisión de Salud, para promover el aborto libre en todo el país, mediante la propuesta de un decreto de adición a la Ley General de Salud, con el fin de que las respectivas instituciones de gobierno den todas las facilidades para que sea legal lo que llaman “interrupción del embarazo, salud sexual y reproductiva”, y así las mujeres de todo el país puedan abortar legalmente hasta las doce semanas de embarazo. Hace falta que este proyecto pase al pleno, para su votación.

De una forma tramposa, hacen a un lado el triunfo alcanzado de que más de la mitad de los Congresos estatales, en su legislación local, han defendido la vida humana desde la concepción hasta su término natural. No podrían, por ahora, cambiar la Constitución. Pero como los poderes de este mundo son muy astutos, contando con la mayoría de su partido en el Congreso federal, quieren cambiar la Ley de Salud. De esta forma, intentan justificar su proyecto satánico de matar a los recién concebidos. Con el apoyo de la Secretaría de Gobernación, quieren imponer su obsesión mortífera a miles de criaturas inocentes e indefensas. Esto es un atraco legislativo. ¡Qué astutos son! ¿Triunfarán? El pueblo tiene la palabra.

Quienes promueven esa liberalización, insisten en defender a las mujeres, para evitar que muchas mueran a causa de abortos clandestinos, mal practicados. Siguen aduciendo que las mujeres son dueñas de su cuerpo y que ser madres es una decisión de su libertad. Quienes defendemos la vida desde su inicio en el seno materno no estamos en contra de las mujeres, ni queremos criminalizarlas, porque comprendemos el drama que implica una decisión de abortar. Hemos de comprenderlas, como acaba de decir, en Madrid, el cardenal O’Malley Seán, arzobispo de Boston, Presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores: “Nunca debemos abandonar nuestro compromiso con el no nacido, un ser humano precioso hecho a imagen y semejanza de Dios, pero debemos aprender a centrarnos más en la mujer en crisis. Sólo podemos hablar al bebé salvando primero a la madre. Debemos escuchar con empatía, para poder comunicar el Evangelio de la vida”. Estamos, pues, a favor de las mujeres, teniendo, sin embargo, como base el derecho de sus criaturas a la vida, pues los recién concebidos no son células malignas, sino seres humanos con plenos derechos. Ellos y ellas tienen derechos, que deben ser tomados en cuenta.

PENSAR

Dice el Papa Francisco: A veces escuchamos: ‘Ustedes los católicos no aceptan el aborto; es el problema de su fe’. No. Es un problema pre-religioso. La fe no tiene nada que ver con eso. Viene más tarde, pero no tiene nada que ver con eso; es un problema humano. Es un problema pre-religioso. No vayas a lo religioso en algo que concierne a lo humano. No es lícito. Nunca, nunca elimines una vida humana o rentes a un sicario para resolver un problema” (25-V-2019).


ACTUAR

¿Qué puedes hacer para defender la vida humana desde el seno materno? Educa a tus hijas e hijos en este respeto. Evita tanta ligereza en ver pornografía, que rebaja tus defensas morales y puede hacerte caer en excesos sexuales, con embarazos no deseados. Habla con los diputados que conozcas, para que oigan la voz del pueblo defensor de las mujeres y de los recién concebidos, y no sólo los gritos de grupos anti-vida. Oremos al Espíritu, para que ilumine a los legisladores y defiendan la verdad y la vida.


Obispo Emérito de SCLC