/ miércoles 18 de octubre de 2017

Aunque tiemble, aquí decidimos quedarnos

Dos certezas tenemos hoy los capitalinos; la primera es que seguirá temblando y la segunda es que aquí nos vamos a quedar a vivir.

Estas dos certezas nos enfrentan tanto al gobierno como a la sociedad a un gran reto, ¿Cómo enfrentamos de mejor manera no solo los temblores que vienen sino también, como una vez pasado el sismo, todos en la ciudad tenemos algo que hacer y sabemos hacerlo?.

Para lograr esto, el Comité Científico para la Reconstrucción de la Ciudad de México, integrado por Universidades e Institutos de Investigación Superior de la ciudad, se reunió la semana pasada en total transparencia y acordó realizar 13 estudios necesarios para lograr esta gran transformación que la ciudad requiere, poniendo a la ciencia como la base para la construcción de la Ciudad de México del futuro.

Las instituciones académicas integrantes se comprometieron a participar y convocar a sus respectivas comunidades científicas a involucrarse plenamente en los proyectos y políticas públicas para la CDMX en el corto, mediano y largo plazo, para lo cual emitirán recomendaciones al Gobierno de la Ciudad para la seguridad y tranquilidad de los capitalinos, en los siguientes 13 estudios:

1) información geofísica y sismológica;

2) actualizar el atlas de riesgo;

3) inventario de daños, pérdidas patrimoniales y costo de la reconstrucción; 

4) adopción de un modelo de planeación sistémica para protocolos de reacción;

5) condiciones del sistema acuífero;

6) análisis normativo de construcciones;

7) reparación y rediseño de la infraestructura pública;

8) condiciones del mercado inmobiliario;

9) actualización del catastro;

 10) reglamento para la rezonificación de la ciudad;

 11) nueva política de desarrollo urbano;

 12) desconcentrar o densificar; y

 13) esquemas de financiamiento para proyectos urbanos.

El objetivo es lograr que a finales de noviembre se cuente con el primer documento de principios sobre los cuales basar la reconstrucción de la Ciudad y en el mediano plazo, se tendrá un documento que permita pensar no sólo en reconstruir, sino en las medidas de futuro que permitan transformar la capital a través de la ciencia y la investigación en una urbe cada vez más resiliente.

Con esto, la academia y la ciencia suman esfuerzos para que la Ciudad de México se convierta en una sociedad cada vez más fuerte, consistente, solidaria y preparada para lo que es inevitable: los temblores que vienen.

Tenemos que repensar la ciudad para que no sólo los habitantes sepamos que hacer en caso de un sismo, necesitamos que las empresas constructoras tengan un plan para apoyar con maquinaria pesada, que las ferreterías tengan un plan para apoyar con herramientas para la construcción, que los almacenes sepan a donde enviar el agua y los víveres necesarios, que las empresas farmacéuticas sepan que medicina enviar y a donde, que los voluntarios cuenten con capacitación para el auxilio a rescatistas, que tengamos definidos centros de acopio, que los médicos tengan conocimientos específicos para apoyo al rescate, que los psicólogos sepan la importancia de su labor para acompañar a damnificados y afectados, que los carpinteros, plomeros, trabajadores de la construcción y demás oficios tengan conocimientos específicos para el auxilió, que los veterinarios sepan que hacer para auxiliar a las mascotas, resumen que todos, absolutamente todos sepamos que hacer, saber en donde estamos y cómo ayudamos.

Aquí va a seguir temblando y aquí nos queremos quedar así que, tenemos todos que saber que hacer y saberlo hacer bien.

Secretario de Desarrollo Económico de la CdMx

Dos certezas tenemos hoy los capitalinos; la primera es que seguirá temblando y la segunda es que aquí nos vamos a quedar a vivir.

Estas dos certezas nos enfrentan tanto al gobierno como a la sociedad a un gran reto, ¿Cómo enfrentamos de mejor manera no solo los temblores que vienen sino también, como una vez pasado el sismo, todos en la ciudad tenemos algo que hacer y sabemos hacerlo?.

Para lograr esto, el Comité Científico para la Reconstrucción de la Ciudad de México, integrado por Universidades e Institutos de Investigación Superior de la ciudad, se reunió la semana pasada en total transparencia y acordó realizar 13 estudios necesarios para lograr esta gran transformación que la ciudad requiere, poniendo a la ciencia como la base para la construcción de la Ciudad de México del futuro.

Las instituciones académicas integrantes se comprometieron a participar y convocar a sus respectivas comunidades científicas a involucrarse plenamente en los proyectos y políticas públicas para la CDMX en el corto, mediano y largo plazo, para lo cual emitirán recomendaciones al Gobierno de la Ciudad para la seguridad y tranquilidad de los capitalinos, en los siguientes 13 estudios:

1) información geofísica y sismológica;

2) actualizar el atlas de riesgo;

3) inventario de daños, pérdidas patrimoniales y costo de la reconstrucción; 

4) adopción de un modelo de planeación sistémica para protocolos de reacción;

5) condiciones del sistema acuífero;

6) análisis normativo de construcciones;

7) reparación y rediseño de la infraestructura pública;

8) condiciones del mercado inmobiliario;

9) actualización del catastro;

 10) reglamento para la rezonificación de la ciudad;

 11) nueva política de desarrollo urbano;

 12) desconcentrar o densificar; y

 13) esquemas de financiamiento para proyectos urbanos.

El objetivo es lograr que a finales de noviembre se cuente con el primer documento de principios sobre los cuales basar la reconstrucción de la Ciudad y en el mediano plazo, se tendrá un documento que permita pensar no sólo en reconstruir, sino en las medidas de futuro que permitan transformar la capital a través de la ciencia y la investigación en una urbe cada vez más resiliente.

Con esto, la academia y la ciencia suman esfuerzos para que la Ciudad de México se convierta en una sociedad cada vez más fuerte, consistente, solidaria y preparada para lo que es inevitable: los temblores que vienen.

Tenemos que repensar la ciudad para que no sólo los habitantes sepamos que hacer en caso de un sismo, necesitamos que las empresas constructoras tengan un plan para apoyar con maquinaria pesada, que las ferreterías tengan un plan para apoyar con herramientas para la construcción, que los almacenes sepan a donde enviar el agua y los víveres necesarios, que las empresas farmacéuticas sepan que medicina enviar y a donde, que los voluntarios cuenten con capacitación para el auxilio a rescatistas, que tengamos definidos centros de acopio, que los médicos tengan conocimientos específicos para apoyo al rescate, que los psicólogos sepan la importancia de su labor para acompañar a damnificados y afectados, que los carpinteros, plomeros, trabajadores de la construcción y demás oficios tengan conocimientos específicos para el auxilió, que los veterinarios sepan que hacer para auxiliar a las mascotas, resumen que todos, absolutamente todos sepamos que hacer, saber en donde estamos y cómo ayudamos.

Aquí va a seguir temblando y aquí nos queremos quedar así que, tenemos todos que saber que hacer y saberlo hacer bien.

Secretario de Desarrollo Económico de la CdMx