El pasado 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, conmemoración impulsada por las Naciones Unidas y cuyo objetivo es impulsar el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género, así como reflexionar sobre los avances logrados en la materia.
Las mujeres tienen un papel de gran relevancia en el desarrollo político, económico y social de todo el mundo, por lo que su participación y crecimiento personal es fundamental para el progreso de la humanidad.
A nivel mundial, las mujeres representan la mitad de la población, sin embargo, siguen siendo víctimas de discriminación y violencia, viéndose en diversas ocasiones imposibilitadas para ejercer plenamente sus derechos y fundamentales.
Aunque en los últimos años se han registrado avances importantes en todo el mundo en materia de igualdad de género y empoderamiento de la mujer, las desigualdades persisten, por lo que es fundamental redoblar esfuerzos e incrementar políticas públicas con perspectiva de género.
De acuerdo con ONU Mujeres, en 18 países, los esposos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen; una de cada cinco mujeres y niñas denunciaron haber sufrido violencia física o sexual; la carga de trabajo doméstico de las mujeres es 2,6 veces mayor que la que asumen los hombres; en 2017 las mujeres ocuparon sólo el 23,7% de los escaños parlamentarios de todo el mundo; y la brecha salarial es del 23%.
En México, durante los últimos cinco años, se han dado importantes avances en la materia, por lo que vale la pena reflexionar sobre estos.
Hoy las mujeres tienen mayor presencia en la vida política del país. Somos el sexto país con mayor número de mujeres legisladoras, en el Congreso Federal, por ejemplo, representan el 42% del total, mientras que en estados como Coahuila, las mujeres ocupan el 56% de los curules.
En estados como Veracruz, también se han registrado avances importantes, hoy más de 52 municipios son gobernados por mujeres.
En materia laboral, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), las mujeres tienen una participación de cerca del 43.8% del personal ocupado en las actividades económicas.
A fin de que cada vez más mujeres puedan continuar con su vida laboral y profesional, incluso después de convertirse en madres, se ha multiplicado el número de guarderías, mientras que las escuelas de tiempo completo aumentaron de 6 mil a 25 mil.
Como parte de las políticas de empoderamiento de las mujeres, se han creado apoyos a través de créditos para vivienda, proyectos productivos o emprendimiento a tasas preferenciales.
En 2015, entró en vigor la Norma de Igualdad Laboral y No Discriminación, la cual tiene el objetivo de certificar a los centros de trabajo públicos y privados que cuentan con prácticas en materia de igualdad laboral.
Asimismo, con la reforma política electoral aprobada en 2014, por primera vez se convierte en una obligación para los partidos políticos que el 50% de las candidaturas a los Congresos Federal y locales, sean para mujeres.
Sin duda, los avances son tangibles, no obstante, debemos reconocer que falta mucho por hacer. El problema de violencia contra las mujeres y feminicidios, por ejemplo, continúa siendo alarmante, de acuerdo con la ONU, en México se comenten 7 feminicidios cada día.
No podemos desestimar los avances que hemos tenido en los últimos años, sin embargo, debemos redoblar esfuerzos para crear una mayor igualdad entre hombres y mujeres y construir juntos una sociedad donde los derechos de las niñas y mujeres sean respetados y la violencia en contra de ellas termine.
Senador del PRI por Sinaloa
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