/ viernes 22 de marzo de 2019

Barbosa

La determinación es una de las virtudes más necesarias para hacer un cambio, es la cualidad que permite enfrentar la adversidad y superarla. Se necesita tener liderazgo y plantear un rumbo, el ejemplo más claro es Andrés Manuel López Obrador; pero si después de él tuviera que hacer una lista de los más determinados, seguro entre ellos y ellas estaría Miguel Barbosa.

Puedo decir, con base en mi experiencia, que Barbosa, como coordinador del grupo parlamentario en el Senado, ni siquiera sugirió la dirección de un voto, siempre esgrimió argumentos y nos dio la libertad para votar en todos los sentidos, siempre de buen humor, agudeza y un paso adelante.

Con un grupo de 20 senadores pudimos detener grandes ofensivas y también proponer una agenda de izquierda y progreso.

Si bien es una elección que tendrá una marca de tragedia, el Estado mexicano está diseñado para mantener su funcionamiento, y el mecanismo constitucional y legal es el que está en cause, lo correcto es el desarrollo de una elección armónica y justa, condición que no se dio en la anterior.

Hoy, Barbosa vuelve a ser candidato después de un fraude gigantesco, una tragedia dolorosísima y de la mezquindad interna.

Sin duda, será un gran gobernador, su claridad política, su determinación para hacer las cosas, su imposibilidad de rendirse y el amor a su estado, anuncian un protocolo de bienestar.

Esta elección tiene características particulares, no sólo es extraordinaria y derivada de la tragedia, también será la confirmación del apoyo de los poblanos al gobierno de López Obrador y será un hecho político trascendente para la Cuarta Transformación que ahora llega a Puebla en la figura de Miguel Barbosa.

@Luis__Humberto

La determinación es una de las virtudes más necesarias para hacer un cambio, es la cualidad que permite enfrentar la adversidad y superarla. Se necesita tener liderazgo y plantear un rumbo, el ejemplo más claro es Andrés Manuel López Obrador; pero si después de él tuviera que hacer una lista de los más determinados, seguro entre ellos y ellas estaría Miguel Barbosa.

Puedo decir, con base en mi experiencia, que Barbosa, como coordinador del grupo parlamentario en el Senado, ni siquiera sugirió la dirección de un voto, siempre esgrimió argumentos y nos dio la libertad para votar en todos los sentidos, siempre de buen humor, agudeza y un paso adelante.

Con un grupo de 20 senadores pudimos detener grandes ofensivas y también proponer una agenda de izquierda y progreso.

Si bien es una elección que tendrá una marca de tragedia, el Estado mexicano está diseñado para mantener su funcionamiento, y el mecanismo constitucional y legal es el que está en cause, lo correcto es el desarrollo de una elección armónica y justa, condición que no se dio en la anterior.

Hoy, Barbosa vuelve a ser candidato después de un fraude gigantesco, una tragedia dolorosísima y de la mezquindad interna.

Sin duda, será un gran gobernador, su claridad política, su determinación para hacer las cosas, su imposibilidad de rendirse y el amor a su estado, anuncian un protocolo de bienestar.

Esta elección tiene características particulares, no sólo es extraordinaria y derivada de la tragedia, también será la confirmación del apoyo de los poblanos al gobierno de López Obrador y será un hecho político trascendente para la Cuarta Transformación que ahora llega a Puebla en la figura de Miguel Barbosa.

@Luis__Humberto