/ martes 10 de abril de 2018

Bazar de la cultura | La Linterna Mágica, gran aventura del cine infantil

Por: Juan Amael Vizuet

Cuando el público infantil recibe la oportunidad de ver a Buster Keaton, Charlie Chaplin o Harold Lloyd, se divierte como nunca había imaginado

Al mismo tiempo descubre un cine distinto al “dirigido a la niñez”en la actualidad. Tales son las virtudes del cineclub La Linterna Mágica, para damas y caballeros de seis a 12 años. La Linterna Mágica ofrecerá una función de apertura en la Cineteca Nacional el sábado 28 de abril, a las 10:00 horas.

La Linterna Mágica se fundó en 1992, en Suiza, con una cuidadosa planeación. Las funciones son exclusivas para la gente menuda, sin sus mayores, pero con el apoyo de adultos responsables. Se recupera así una tradición de las viejas matinées.

Durante el reinado de los vaqueros en las matinées –Roy Rogers, Dale Evans, Gene Autrey, el Llanero Solitario, Toro, Tom Mix, Buck Jones, Bill Boyd, Tim McCoy, John Wayne, Tim Holt, Tex Ritter y tantos otros— el público menudo asistía a las salas estadounidenses con atavíos del oeste y pistolas de fulminantes, sin sus mayores. Cuando el héroe accionaba sus revólveres en defensa de la justicia, la chiquillería desenfundaba también sus armas y apoyaba con su estruendo inofensivo a la estrella.

“Sentías que cabalgabas en la pradera junto a tu valiente amigo”, rememoraba uno de aquellos chamacos, décadas después.

El público infantil vivía de verdad aquellas funciones.

Un pasaje de la película Avalon (Estados Unidos, 1990), de Barry Levinson, muestra a la concurrencia del episodio semanal. Con aplausos eufóricos y gritos de emoción, la chiquillería disfrutaba a sus anchas la aventura fílmica.

Los vaqueros de las matinées no mataban a los villanos, los desarmaban y los entregaban a la justicia.

Un niño le decía al Llanero solitario: “¡Qué bonitas pistolas, señor! ¿Ha matado a muchos con ellas?”.El justiciero respondía: “Las uso para salvar vidas, hijo, solo para salvar vidas”.

La Linterna Mágicale ha dado a la niñez la oportunidad de ver, en la pantalla grande, con la empatía de la proyección colectiva, el cine clásico.

El navegante (EUA, 1924), de Donald Crisp y Buster Keaton, inauguró las funciones en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, primera sede del cineclub infantil en México.

Adriana Paz y Francisco Reyes, dieron a conocer a la Cineteca Nacional como la segunda sede para el cineclub infantil. Informaron que en la función especial del 28 de abril se admitirá a los padres; ese día culminarán las inscripciones, con un costo de 100 pesos para todo el ciclo.

Un sábado de cada mes se proyectará una función del cineclub infantil. Se puede realizar un pre registro en www.territoriocultural.com.mx; pueden visitarse los sitios de Facebook y Twitter.

Por: Juan Amael Vizuet

Cuando el público infantil recibe la oportunidad de ver a Buster Keaton, Charlie Chaplin o Harold Lloyd, se divierte como nunca había imaginado

Al mismo tiempo descubre un cine distinto al “dirigido a la niñez”en la actualidad. Tales son las virtudes del cineclub La Linterna Mágica, para damas y caballeros de seis a 12 años. La Linterna Mágica ofrecerá una función de apertura en la Cineteca Nacional el sábado 28 de abril, a las 10:00 horas.

La Linterna Mágica se fundó en 1992, en Suiza, con una cuidadosa planeación. Las funciones son exclusivas para la gente menuda, sin sus mayores, pero con el apoyo de adultos responsables. Se recupera así una tradición de las viejas matinées.

Durante el reinado de los vaqueros en las matinées –Roy Rogers, Dale Evans, Gene Autrey, el Llanero Solitario, Toro, Tom Mix, Buck Jones, Bill Boyd, Tim McCoy, John Wayne, Tim Holt, Tex Ritter y tantos otros— el público menudo asistía a las salas estadounidenses con atavíos del oeste y pistolas de fulminantes, sin sus mayores. Cuando el héroe accionaba sus revólveres en defensa de la justicia, la chiquillería desenfundaba también sus armas y apoyaba con su estruendo inofensivo a la estrella.

“Sentías que cabalgabas en la pradera junto a tu valiente amigo”, rememoraba uno de aquellos chamacos, décadas después.

El público infantil vivía de verdad aquellas funciones.

Un pasaje de la película Avalon (Estados Unidos, 1990), de Barry Levinson, muestra a la concurrencia del episodio semanal. Con aplausos eufóricos y gritos de emoción, la chiquillería disfrutaba a sus anchas la aventura fílmica.

Los vaqueros de las matinées no mataban a los villanos, los desarmaban y los entregaban a la justicia.

Un niño le decía al Llanero solitario: “¡Qué bonitas pistolas, señor! ¿Ha matado a muchos con ellas?”.El justiciero respondía: “Las uso para salvar vidas, hijo, solo para salvar vidas”.

La Linterna Mágicale ha dado a la niñez la oportunidad de ver, en la pantalla grande, con la empatía de la proyección colectiva, el cine clásico.

El navegante (EUA, 1924), de Donald Crisp y Buster Keaton, inauguró las funciones en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, primera sede del cineclub infantil en México.

Adriana Paz y Francisco Reyes, dieron a conocer a la Cineteca Nacional como la segunda sede para el cineclub infantil. Informaron que en la función especial del 28 de abril se admitirá a los padres; ese día culminarán las inscripciones, con un costo de 100 pesos para todo el ciclo.

Un sábado de cada mes se proyectará una función del cineclub infantil. Se puede realizar un pre registro en www.territoriocultural.com.mx; pueden visitarse los sitios de Facebook y Twitter.