/ martes 8 de septiembre de 2020

Bazar de la Cultura | La necesaria conmemoración

Conmemoración no es lo mismo que festejo. Las conmemoraciones a menudo se dedican a los acontecimientos infaustos: el diez de abril se conmemora el asesinato del general Emiliano Zapata; el 19 de septiembre se conmemoran los sismos de 1985 y 2017. Desde luego, también se conmemoran hechos indiscutiblemente positivos, como la primera vacuna contra la rabia, aplicada por el sabio Pasteur el 6 de julio de 1885.

Esta sutileza se pasa por alto, a sabiendas, por quienes exigen la suspensión de las Fiestas Patrias de 2020, con el falaz argumento de “no hay nada que celebrar”.

Un veterano periodista —enormemente popular en la televisión matutina durante los años 70 y 80, pero hoy casi ignoto—exigió cancelar las ceremonias cívicas del 15 y 16 de septiembre; demandó izar la bandera a media asta en señal de duelo.

La “honrada indignación” del astro de los obsoletos cinescopios carece de todo sustento. Francia, tan afectada por la pandemia como México, no suspendió su Fiesta Nacional, el 14 de Julio, le Jour de la Bastille. “Una nación comprometida, unida y solidaria” fue la consigna de 2020.

La multitud no se congregó para ver el tradicional desfile militar por los Campos Elíseos, pero las ceremonias se llevaron a cabo:frente al Palais Bourbon, la Guardia Republicana en uniforme de gran gala presentó armas al paso del presidente Macron, quien a bordo de un vehículo militar cruzó el Sena hacia la Plaza de la Concordia.

Ahí, con la debida distancia sanitaria y sin saludos de mano, los representantes de los poderes constituidos escucharon la Marsellesa.

Se efectuó una ceremonia cívica austera pero brillante, con la bandera tricolor formada por un escuadrón de cazas; la Legión Extranjera desfiló al son de su himno Le Boudin. Luego, su banda militar ofreció un popurrí de melodías populares francesas.El acto completo pude verse en https://www.youtube.com/watch?v=qypt1qngN88

Rusia pospuso, pero no canceló la conmemoración del Día de la Victoria, que recuerda su triunfo en la II Guerra Mundial a un costo humano y material devastador.

En la Plaza Roja se alinearon unidades uniformadas a la usanza del ejército que venció en Stalingrado, Kurks y Berlín. No faltaron los veteranos supervivientes, cargados de medallas ni los tanques históricos, de tiempos del mariscal Zhukov. La ceremonia íntegra puede verseenhttps://www.youtube.com/watch?v=M6__KVnXFEU

No debe suspenderse la conmemoración de la gesta de Hidalgo; la memoria y el orgullo son esenciales para toda sociedad. Quienes hoy exigen la cancelación, en realidad quisieran encabezar los actos desde el poder. Ya lo hicieron y muy mal. Sus voceros, nostálgicos de la fama perdida, quisieran narrar la conmemoración. Pero eso ya nunca más sucederá.

Conmemoración no es lo mismo que festejo. Las conmemoraciones a menudo se dedican a los acontecimientos infaustos: el diez de abril se conmemora el asesinato del general Emiliano Zapata; el 19 de septiembre se conmemoran los sismos de 1985 y 2017. Desde luego, también se conmemoran hechos indiscutiblemente positivos, como la primera vacuna contra la rabia, aplicada por el sabio Pasteur el 6 de julio de 1885.

Esta sutileza se pasa por alto, a sabiendas, por quienes exigen la suspensión de las Fiestas Patrias de 2020, con el falaz argumento de “no hay nada que celebrar”.

Un veterano periodista —enormemente popular en la televisión matutina durante los años 70 y 80, pero hoy casi ignoto—exigió cancelar las ceremonias cívicas del 15 y 16 de septiembre; demandó izar la bandera a media asta en señal de duelo.

La “honrada indignación” del astro de los obsoletos cinescopios carece de todo sustento. Francia, tan afectada por la pandemia como México, no suspendió su Fiesta Nacional, el 14 de Julio, le Jour de la Bastille. “Una nación comprometida, unida y solidaria” fue la consigna de 2020.

La multitud no se congregó para ver el tradicional desfile militar por los Campos Elíseos, pero las ceremonias se llevaron a cabo:frente al Palais Bourbon, la Guardia Republicana en uniforme de gran gala presentó armas al paso del presidente Macron, quien a bordo de un vehículo militar cruzó el Sena hacia la Plaza de la Concordia.

Ahí, con la debida distancia sanitaria y sin saludos de mano, los representantes de los poderes constituidos escucharon la Marsellesa.

Se efectuó una ceremonia cívica austera pero brillante, con la bandera tricolor formada por un escuadrón de cazas; la Legión Extranjera desfiló al son de su himno Le Boudin. Luego, su banda militar ofreció un popurrí de melodías populares francesas.El acto completo pude verse en https://www.youtube.com/watch?v=qypt1qngN88

Rusia pospuso, pero no canceló la conmemoración del Día de la Victoria, que recuerda su triunfo en la II Guerra Mundial a un costo humano y material devastador.

En la Plaza Roja se alinearon unidades uniformadas a la usanza del ejército que venció en Stalingrado, Kurks y Berlín. No faltaron los veteranos supervivientes, cargados de medallas ni los tanques históricos, de tiempos del mariscal Zhukov. La ceremonia íntegra puede verseenhttps://www.youtube.com/watch?v=M6__KVnXFEU

No debe suspenderse la conmemoración de la gesta de Hidalgo; la memoria y el orgullo son esenciales para toda sociedad. Quienes hoy exigen la cancelación, en realidad quisieran encabezar los actos desde el poder. Ya lo hicieron y muy mal. Sus voceros, nostálgicos de la fama perdida, quisieran narrar la conmemoración. Pero eso ya nunca más sucederá.