/ miércoles 13 de junio de 2018

Berrinche de Trump con amenazas al G7 y a México

El comportamiento del presidente Donald Trump en la cumbre del G7, con los líderes de los países económicamente más poderosos del mundo, fue un triste despliegue de desequilibrio mental e inmadurez emocional, en destructiva combinación con prepotencia y soberbia. Sus desafiantes actitudes van desde rudos apretones de mano con infantiloide ánimo de mostrar predominio; intencionada impuntualidad en solemnes sesiones con sus poderosos pares, con la frustrada expectativa de ser esperado para iniciar; el abandono de las sesiones previamente a su terminación, cuando se discutirían temas que le resultaban incómodos como el cambio climático y la limpieza y salud de los mares, hasta culpar a Barack Obama y exonerar a Putin por la invasión de Rusia a Crimea, y amenazar de represalias dirigidas a distintos países e insultos personalizados en contra del gentil pero firme anfitrión Justin Trudeau.

No deja de resultar muy desconcertante que el presidente del país más poderoso del planeta ostente una personalidad tan rupestre, belicosa y tan desprendida de la realidad. En el lujoso entorno de La Malbaie externó su personal convicción, reclamando a los presentes que EUA está siendo tratado injustamente por todo el mundo y les advirtió que los días en que se han aprovechado comercialmente de EUA se han acabado.

El vesánico magnate amenazó con que EUA dejará de comerciar con aquellas naciones que mantengan o impongan aranceles a productos de su país, en espacial a bienes agrícolas. Según el mandatario es muy injusto para los agricultores estadounidenses que naciones como Canadá o la India les impongan elevados aranceles. La amenaza encerraba un contenido muy directo si tenemos en cuenta que tanto la Unión Europea (UE) como Canadá y México han acudido a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para denunciar al gobierno estadounidense por la violatoria aplicación de las reglas internacionales con los aranceles de 25% al acero y 10% al aluminio impuestos por Trump.

Como medida compensatoria ante estos injustificados aranceles y de acuerdo con las reglas de la OMC, la UE, Canadá y México han decidido imponer aranceles por montos similares a diversas exportaciones de EUA a fin de equilibrar las afectaciones recibidas. Por ello resulta muy significativa la siguiente amenaza de Trump que implica que EUA sí puede imponer aranceles pero los países afectados no pueden retribuirle con la misma moneda:

“La Unión Europea es brutal con los EU en aranceles. Y lo saben y me sonríen cuando se los digo. No se pueden creer que lo hayan podido hacer. Pero se ha acabado. Tenemos un déficit de 100 millardos de dólares con México y no incluye todas las drogas que están llegando porque no tenemos un muro. Pero va a cambiar. No tienen otra opción. Si no cambia no vamos a comerciar con ellos”

En efecto, Trump está muy preocupado por el gigantesco déficit de 462 millardos de dólares padecido en 2017, pero lo que no alcanza a captar es que ello no se debe a un trato injusto que le aplican los países del mundo, sino a que padece una grave variante de la enfermedad holandesa, por la cual se sobrevalúa su dólar, sin tener que exportar gas o petróleo, sino sólo exportando su papel moneda paga sus excesos de importaciones. Pero resulta singularmente difícil que él lo pueda comprender. Junto a Trump hasta nuestro querido y venático prócer AMLO se podría llegar a ver equilibrado.

amartinezv@derecho.unam.mx @AlejoMVendrel

El comportamiento del presidente Donald Trump en la cumbre del G7, con los líderes de los países económicamente más poderosos del mundo, fue un triste despliegue de desequilibrio mental e inmadurez emocional, en destructiva combinación con prepotencia y soberbia. Sus desafiantes actitudes van desde rudos apretones de mano con infantiloide ánimo de mostrar predominio; intencionada impuntualidad en solemnes sesiones con sus poderosos pares, con la frustrada expectativa de ser esperado para iniciar; el abandono de las sesiones previamente a su terminación, cuando se discutirían temas que le resultaban incómodos como el cambio climático y la limpieza y salud de los mares, hasta culpar a Barack Obama y exonerar a Putin por la invasión de Rusia a Crimea, y amenazar de represalias dirigidas a distintos países e insultos personalizados en contra del gentil pero firme anfitrión Justin Trudeau.

No deja de resultar muy desconcertante que el presidente del país más poderoso del planeta ostente una personalidad tan rupestre, belicosa y tan desprendida de la realidad. En el lujoso entorno de La Malbaie externó su personal convicción, reclamando a los presentes que EUA está siendo tratado injustamente por todo el mundo y les advirtió que los días en que se han aprovechado comercialmente de EUA se han acabado.

El vesánico magnate amenazó con que EUA dejará de comerciar con aquellas naciones que mantengan o impongan aranceles a productos de su país, en espacial a bienes agrícolas. Según el mandatario es muy injusto para los agricultores estadounidenses que naciones como Canadá o la India les impongan elevados aranceles. La amenaza encerraba un contenido muy directo si tenemos en cuenta que tanto la Unión Europea (UE) como Canadá y México han acudido a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para denunciar al gobierno estadounidense por la violatoria aplicación de las reglas internacionales con los aranceles de 25% al acero y 10% al aluminio impuestos por Trump.

Como medida compensatoria ante estos injustificados aranceles y de acuerdo con las reglas de la OMC, la UE, Canadá y México han decidido imponer aranceles por montos similares a diversas exportaciones de EUA a fin de equilibrar las afectaciones recibidas. Por ello resulta muy significativa la siguiente amenaza de Trump que implica que EUA sí puede imponer aranceles pero los países afectados no pueden retribuirle con la misma moneda:

“La Unión Europea es brutal con los EU en aranceles. Y lo saben y me sonríen cuando se los digo. No se pueden creer que lo hayan podido hacer. Pero se ha acabado. Tenemos un déficit de 100 millardos de dólares con México y no incluye todas las drogas que están llegando porque no tenemos un muro. Pero va a cambiar. No tienen otra opción. Si no cambia no vamos a comerciar con ellos”

En efecto, Trump está muy preocupado por el gigantesco déficit de 462 millardos de dólares padecido en 2017, pero lo que no alcanza a captar es que ello no se debe a un trato injusto que le aplican los países del mundo, sino a que padece una grave variante de la enfermedad holandesa, por la cual se sobrevalúa su dólar, sin tener que exportar gas o petróleo, sino sólo exportando su papel moneda paga sus excesos de importaciones. Pero resulta singularmente difícil que él lo pueda comprender. Junto a Trump hasta nuestro querido y venático prócer AMLO se podría llegar a ver equilibrado.

amartinezv@derecho.unam.mx @AlejoMVendrel