/ viernes 2 de julio de 2021

Bitcoin

Hace unos días se anunció sobre la medida de El Salvador de adoptar el bitcoin como moneda oficial del país y la instalación de cajeros automáticos para el uso de ésta. Con lo que se convierte en el primer país del mundo en adoptar una criptomoneda para su uso legal.

El tema no es un hecho aislado, el empresario Ricardo Salinas Pliego informó que Banco Azteca será el primero en México en aceptar bitcoins, además de convocar a adquirirlos. Su tweet tuvo impacto al grado que, de acuerdo con CNN logró que la criptomoneda aumentara su valor un 4 %.

Inmediatamente las autoridades mexicanas se pronunciaron al respecto a través de un comunicado en conjunto, un hecho poco común. Con un punto contundente, el Banco de México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, informaron a todos los bancos del país: “las instituciones financieras que realicen y ofrezcan operaciones con los llamados activos virtuales sin una autorización, incurrirán en infracciones a la normativa y serán sujetos a las sanciones aplicables”.

El tema puede ser un debate que defina el futuro de las criptomonedas, del capitalismo y de la economía global, ya que, si bien puede ser una oportunidad para la evolución de la economía, también puede ser la madre de todas las burbujas económicas que van desde la Crisis de los Tulipanes en el siglo XVII, hasta la más reciente de los puntocom de derivados financieros de inmobiliarias en España. La volatilidad por los constantes picos de aumentos y descensos del bitcoin podrían causar una catástrofe económica en corto plazo.

El bitcoin está rodeado de sospechas y obscuridades; la primera de ellas es su creador Satoshi Nakamoto, a quien nadie ha identificado, de quien no se sabe nada, si es una persona o un colectivo o su agenda. El segundo misterio, es que la decisión de El Salvador se basa en la aplicación del bitcoin, en una pequeña comunidad con un donador anónimo. ¿Por qué ocultar información sobre su creador y donadores?; estos son elementos que no abonan a la confiabilidad sobre todo porque no existe ningún respaldo a su valor. La pregunta de fondo es quién responde y responderá por el bitcoin.

@LuisH_Fernandez

Hace unos días se anunció sobre la medida de El Salvador de adoptar el bitcoin como moneda oficial del país y la instalación de cajeros automáticos para el uso de ésta. Con lo que se convierte en el primer país del mundo en adoptar una criptomoneda para su uso legal.

El tema no es un hecho aislado, el empresario Ricardo Salinas Pliego informó que Banco Azteca será el primero en México en aceptar bitcoins, además de convocar a adquirirlos. Su tweet tuvo impacto al grado que, de acuerdo con CNN logró que la criptomoneda aumentara su valor un 4 %.

Inmediatamente las autoridades mexicanas se pronunciaron al respecto a través de un comunicado en conjunto, un hecho poco común. Con un punto contundente, el Banco de México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, informaron a todos los bancos del país: “las instituciones financieras que realicen y ofrezcan operaciones con los llamados activos virtuales sin una autorización, incurrirán en infracciones a la normativa y serán sujetos a las sanciones aplicables”.

El tema puede ser un debate que defina el futuro de las criptomonedas, del capitalismo y de la economía global, ya que, si bien puede ser una oportunidad para la evolución de la economía, también puede ser la madre de todas las burbujas económicas que van desde la Crisis de los Tulipanes en el siglo XVII, hasta la más reciente de los puntocom de derivados financieros de inmobiliarias en España. La volatilidad por los constantes picos de aumentos y descensos del bitcoin podrían causar una catástrofe económica en corto plazo.

El bitcoin está rodeado de sospechas y obscuridades; la primera de ellas es su creador Satoshi Nakamoto, a quien nadie ha identificado, de quien no se sabe nada, si es una persona o un colectivo o su agenda. El segundo misterio, es que la decisión de El Salvador se basa en la aplicación del bitcoin, en una pequeña comunidad con un donador anónimo. ¿Por qué ocultar información sobre su creador y donadores?; estos son elementos que no abonan a la confiabilidad sobre todo porque no existe ningún respaldo a su valor. La pregunta de fondo es quién responde y responderá por el bitcoin.

@LuisH_Fernandez