/ domingo 14 de agosto de 2022

Buscando trabajo en la red: una necesidad creciente 

En nuestros días conseguir un empleo es una labor digital. Cada vez son más los empleadores, tanto de PYMES como de grandes empresas, quienes emplean los medios digitales para contratar recursos humanos, evaluar perfiles y considerar competencias. Garantizar el acceso universal a internet se relaciona con las oportunidades laborales y educativas, además el acceso universal a la red es un derecho y en nuestro país numerosos espacios se han puesto a disposición de todo el público para que cualquier usuario pueda acceder de manera libre y gratuita, por ejemplo, en bibliotecas o redes abiertas que se localizan en zonas concurridas.

Las áreas de recursos humanos están empleando diversos tipos de software de reclutamiento que facilitan su labor. En primera instancia, les ayudan a analizar las condiciones del puesto que ofrecen, las vacantes que se ofertarán, las funciones del trabajador, el perfil que buscan y a determinar presupuestos. En fases posteriores permiten aplicar pruebas a los candidatos, discriminar currículos o dar con posibles candidatos que no se hayan postulado, empleando algoritmos con las palabras que de los currículos o la búsqueda en perfiles como LinkedIn. El software de reclutamiento permite gestionar el proceso filtrando aspirantes dentro y fuera de la empresa.

Al mismo tiempo, quienes buscan empleo saben que lo más viable es utilizar portales de búsqueda, donde se ofertan puestos de diversa índole de manera constante y es posible establecer parámetros de que se adapten a las necesidades específicas del postulante, así como configurar alertas que informen apenas sea publicada una vacante. Hay empresas como OCC Mundial o Adecco que se especializan en el reclutamiento, aunque también se cuenta con portales de empleo en el sector público que admiten que los candidatos se registren y capaciten de manera constante.

Es posible aspirar a empleos por teletrabajo, proceso que creció exponencialmente a consecuencia del aislamiento que trajo la pandemia por Covid-19. Muchas de esas vacantes suponen una conexión permanente con el grupo de trabajo, pero lo usual es establecer actividades y tareas que deben ser cumplidas en tiempos específicos y reunirse por videoconferencia únicamente en los casos donde se requiera gestionar la relación entre el empleado y su empleador, trabajar en equipo, contactar clientes o ejecutar alguna actividad que exija contacto directo. Con todo, en nuestro país la oferta de teletrabajo todavía es pequeña y muchas de las empresas que optaron por este modelo en la emergencia sanitaria han decidido volver al esquema presencial.

Sin embargo, en otros países es cada vez más común ofrecer vacantes a distancia, no sólo a los profesionales de la informática y telemática, sino también en las áreas administrativas, de redacción, atención a clientes, marketing, y todas las actividades que puedan llevarse a cabo de manera digital y remota. Esta situación ha acarreado algunos problemas, como el proceso de gentrificación creciente en los países menos desarrollados, donde grupos de extranjeros deciden vivir, elevando el precio de las rentas y servicios y desplazando a los habitantes locales, como ocurre por ejemplo en el caso de la Colonia Roma en la Ciudad de México.

La relación entre trabajo y mundo digital es irreversible, por lo que debemos ser precavidos para no caer en estafas o ser víctimas de altos delictivos. Existen diversas formas de estafar a las personas que buscan empleos, no sólo mediante los tradicionales modelos piramidales o solicitando dinero de manera engañosa, sino también mediante el robo de datos personales. Los usuarios reciben mensajes de texto que supuestamente ofrecen empleos muy bien pagados pero que contienen links maliciosos que pueden perjudicarlos. Es aconsejable investigar muy bien las ofertas, tratar de verificar su existencia antes de acudir a entrevistas o enviar documentos personales y evitar dar clic a vínculos de fuentes desconocidas o sospechosas.


En nuestros días conseguir un empleo es una labor digital. Cada vez son más los empleadores, tanto de PYMES como de grandes empresas, quienes emplean los medios digitales para contratar recursos humanos, evaluar perfiles y considerar competencias. Garantizar el acceso universal a internet se relaciona con las oportunidades laborales y educativas, además el acceso universal a la red es un derecho y en nuestro país numerosos espacios se han puesto a disposición de todo el público para que cualquier usuario pueda acceder de manera libre y gratuita, por ejemplo, en bibliotecas o redes abiertas que se localizan en zonas concurridas.

Las áreas de recursos humanos están empleando diversos tipos de software de reclutamiento que facilitan su labor. En primera instancia, les ayudan a analizar las condiciones del puesto que ofrecen, las vacantes que se ofertarán, las funciones del trabajador, el perfil que buscan y a determinar presupuestos. En fases posteriores permiten aplicar pruebas a los candidatos, discriminar currículos o dar con posibles candidatos que no se hayan postulado, empleando algoritmos con las palabras que de los currículos o la búsqueda en perfiles como LinkedIn. El software de reclutamiento permite gestionar el proceso filtrando aspirantes dentro y fuera de la empresa.

Al mismo tiempo, quienes buscan empleo saben que lo más viable es utilizar portales de búsqueda, donde se ofertan puestos de diversa índole de manera constante y es posible establecer parámetros de que se adapten a las necesidades específicas del postulante, así como configurar alertas que informen apenas sea publicada una vacante. Hay empresas como OCC Mundial o Adecco que se especializan en el reclutamiento, aunque también se cuenta con portales de empleo en el sector público que admiten que los candidatos se registren y capaciten de manera constante.

Es posible aspirar a empleos por teletrabajo, proceso que creció exponencialmente a consecuencia del aislamiento que trajo la pandemia por Covid-19. Muchas de esas vacantes suponen una conexión permanente con el grupo de trabajo, pero lo usual es establecer actividades y tareas que deben ser cumplidas en tiempos específicos y reunirse por videoconferencia únicamente en los casos donde se requiera gestionar la relación entre el empleado y su empleador, trabajar en equipo, contactar clientes o ejecutar alguna actividad que exija contacto directo. Con todo, en nuestro país la oferta de teletrabajo todavía es pequeña y muchas de las empresas que optaron por este modelo en la emergencia sanitaria han decidido volver al esquema presencial.

Sin embargo, en otros países es cada vez más común ofrecer vacantes a distancia, no sólo a los profesionales de la informática y telemática, sino también en las áreas administrativas, de redacción, atención a clientes, marketing, y todas las actividades que puedan llevarse a cabo de manera digital y remota. Esta situación ha acarreado algunos problemas, como el proceso de gentrificación creciente en los países menos desarrollados, donde grupos de extranjeros deciden vivir, elevando el precio de las rentas y servicios y desplazando a los habitantes locales, como ocurre por ejemplo en el caso de la Colonia Roma en la Ciudad de México.

La relación entre trabajo y mundo digital es irreversible, por lo que debemos ser precavidos para no caer en estafas o ser víctimas de altos delictivos. Existen diversas formas de estafar a las personas que buscan empleos, no sólo mediante los tradicionales modelos piramidales o solicitando dinero de manera engañosa, sino también mediante el robo de datos personales. Los usuarios reciben mensajes de texto que supuestamente ofrecen empleos muy bien pagados pero que contienen links maliciosos que pueden perjudicarlos. Es aconsejable investigar muy bien las ofertas, tratar de verificar su existencia antes de acudir a entrevistas o enviar documentos personales y evitar dar clic a vínculos de fuentes desconocidas o sospechosas.