/ jueves 5 de mayo de 2022

Búsqueda interminable

Debanhi Escobar y cientos de niñas, adolescentes, mujeres y hombres que nunca regresarán a sus hogares, son historias que resumen nuestra tragedia nacional. Desde 2006, México se convirtió en una fosa clandestina con una superficie aproximada de dos millones de kilómetros cuadrados, derivado de una fallida e improvisada estrategia de seguridad implementada por Felipe Calderón. A la fecha, los responsables de esta catástrofe humanitaria viven en la sombra de la impunidad.

La Subsecretaría de Derechos Humanos del Gobierno de México informó que se localizaron 559 fosas clandestinas, tan solo durante 2020 y 859 fosas en 2019, no obstante, las víctimas tienen conocimiento de más de un millar de sitios en donde los grupos del crimen organizado depositan los cuerpos, denigrando su memoria.

Las familias mexicanas recorren el territorio nacional con la esperanza de encontrar a sus seres queridos o en su caso, identificar los cuerpos para honrarlos y darles una digna sepultura. La extensión y la orografía de nuestro país complican la búsqueda, los restos humanos se reintegran rápidamente a la naturaleza por lo que es fundamental recurrir a la ciencia y a las herramientas tecnológicas para una identificación certera.

Ante esta penosa realidad, es momento de convertir la indignación en acción. Por unanimidad, el Senado aprobó diversas reformas a la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas para crear el Centro Nacional de Identificación Humana cuya finalidad es tener mecanismos más efectivos de localización de personas desaparecidas y trato digno a los cuerpos y restos humanos sin identificar.

Además, se dotará a la Comisión Nacional de Búsqueda de mayores atribuciones, entre las que destacan el diseño, la ejecución y el seguimiento a las acciones de búsqueda forense. También tendrá la tarea de recuperar, recolectar, resguardar, trasladar, transportar y analizar los cuerpos, restos humanos y muestras óseas con fines de procesamiento genético. Esta nueva legislación aspira a tener un avance sustancial en la materia, sin olvidar que aún falta mucho por hacer por las familias que continúan en su búsqueda titánica, interminable e incansable por encontrar a sus seres queridos.

Existen más de 99 mil personas reportadas como desaparecidas y hay al menos 52 mil cuerpos sin identificar, una descomunal crisis de desaparición forzada de personas. Es tiempo de atender esta problemática. Es tiempo de otorgar justicia a las familias y honrar la memoria de quienes no volveremos a ver.Búsqueda interminable

Debanhi Escobar y cientos de niñas, adolescentes, mujeres y hombres que nunca regresarán a sus hogares, son historias que resumen nuestra tragedia nacional. Desde 2006, México se convirtió en una fosa clandestina con una superficie aproximada de dos millones de kilómetros cuadrados, derivado de una fallida e improvisada estrategia de seguridad implementada por Felipe Calderón. A la fecha, los responsables de esta catástrofe humanitaria viven en la sombra de la impunidad.

La Subsecretaría de Derechos Humanos del Gobierno de México informó que se localizaron 559 fosas clandestinas, tan solo durante 2020 y 859 fosas en 2019, no obstante, las víctimas tienen conocimiento de más de un millar de sitios en donde los grupos del crimen organizado depositan los cuerpos, denigrando su memoria.

Las familias mexicanas recorren el territorio nacional con la esperanza de encontrar a sus seres queridos o en su caso, identificar los cuerpos para honrarlos y darles una digna sepultura. La extensión y la orografía de nuestro país complican la búsqueda, los restos humanos se reintegran rápidamente a la naturaleza por lo que es fundamental recurrir a la ciencia y a las herramientas tecnológicas para una identificación certera.

Ante esta penosa realidad, es momento de convertir la indignación en acción. Por unanimidad, el Senado aprobó diversas reformas a la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas para crear el Centro Nacional de Identificación Humana cuya finalidad es tener mecanismos más efectivos de localización de personas desaparecidas y trato digno a los cuerpos y restos humanos sin identificar.

Además, se dotará a la Comisión Nacional de Búsqueda de mayores atribuciones, entre las que destacan el diseño, la ejecución y el seguimiento a las acciones de búsqueda forense. También tendrá la tarea de recuperar, recolectar, resguardar, trasladar, transportar y analizar los cuerpos, restos humanos y muestras óseas con fines de procesamiento genético. Esta nueva legislación aspira a tener un avance sustancial en la materia, sin olvidar que aún falta mucho por hacer por las familias que continúan en su búsqueda titánica, interminable e incansable por encontrar a sus seres queridos.

Existen más de 99 mil personas reportadas como desaparecidas y hay al menos 52 mil cuerpos sin identificar, una descomunal crisis de desaparición forzada de personas. Es tiempo de atender esta problemática. Es tiempo de otorgar justicia a las familias y honrar la memoria de quienes no volveremos a ver.Búsqueda interminable