/ jueves 25 de marzo de 2021

Cable Diplomático | La prioridad de Washington

La semana pasada mencioné que la frontera sur (de ambos países, México y Estados Unidos) sería el dolor de cabeza en la relación bilateral. La razón de ello encuentra su origen en los nuevos flujos migratorios que han llegado a Estados Unidos (especialmente centroamericanos) y que por ende representan un problema para la actual administración del Presidente Biden. En ese sentido, las voces opositoras (principalmente republicanas) no se han hecho esperar, provocando incluso que el ex Presidente Trump haya afirmado en una entrevista que el actual gobierno provocó un “desastre” en el tema, al cambiar la política establecida en la administración anterior.

¿Por qué razón este tema es una pieza clave que debemos entender? La primera de ellas es porque en el ajedrez político estadunidense, esta será una bandera que los republicanos saben usar muy bien y lo harán durante los siguientes meses para hacer campaña a favor. Recordemos que en 2022 habrá elecciones legislativas y buscarán quitar el control del Congreso a los demócratas. Asustar a la población en Estados Unidos con que la frontera con México es insegura y que habrá miles de criminales cruzando por allí, es ciertamente un asunto que energiza a la base y el voto duro de Trump y prueba de ello son sus recientes declaraciones. Recordemos que justamente así empezó en el año 2015 su campaña a la presidencia, diciendo que México enviaba criminales a Estados Unidos.

La segunda razón es porque México habrá de ser requerido por el gobierno de Estados Unidos para que detenga a los flujos de migrantes en su propia frontera sur a toda costa. La reunión de esta semana entre la Cancillería Mexicana y la enviada especial para la frontera, Roberta Jacobson, demuestra la relevancia del tema. Si bien el comunicado de prensa que se publicó menciona el espíritu de cooperación, la señal es poderosa, pues Roberta Jacobson fue embajadora en nuestro país y entiende la importancia de comunicar el mensaje de Washington de la forma más directa: esta será una de las prioridades para la administración de Biden y los Estados Unidos esperan la cooperación de México.

Por último, la relevancia del asunto la podemos aquilatar si lo comparamos con otras conversaciones que se están llevando a cabo de forma simultánea entre nuestros países, tal y como lo mencionó la vocera de la Casa Blanca, quien afirmó que no hay trueque, sino “esferas” o “niveles” de conversaciones paralelas. Pienso por ejemplo en la negociación para adquirir más vacunas contra Covid19, las posibles diferencias en el campo y el agro (auspiciadas por congresistas) y el potencial diferendo que habrá en materia energética y eléctrica. Pero si en medio de esta vorágine de temas, el gobierno de Estados Unidos decidió enviar a una delegación de altísimo nivel a la Ciudad de México para tratar el tema migratorio y fronterizo, podemos deducir entonces donde está verdaderamente su prioridad. La semana pasada dijimos que habría que esperar a las acciones concretas para entender un poco más la ruta bilateral: pues bien, el gobierno de Washington ha mostrado claramente por dónde quiere caminar.

La semana pasada mencioné que la frontera sur (de ambos países, México y Estados Unidos) sería el dolor de cabeza en la relación bilateral. La razón de ello encuentra su origen en los nuevos flujos migratorios que han llegado a Estados Unidos (especialmente centroamericanos) y que por ende representan un problema para la actual administración del Presidente Biden. En ese sentido, las voces opositoras (principalmente republicanas) no se han hecho esperar, provocando incluso que el ex Presidente Trump haya afirmado en una entrevista que el actual gobierno provocó un “desastre” en el tema, al cambiar la política establecida en la administración anterior.

¿Por qué razón este tema es una pieza clave que debemos entender? La primera de ellas es porque en el ajedrez político estadunidense, esta será una bandera que los republicanos saben usar muy bien y lo harán durante los siguientes meses para hacer campaña a favor. Recordemos que en 2022 habrá elecciones legislativas y buscarán quitar el control del Congreso a los demócratas. Asustar a la población en Estados Unidos con que la frontera con México es insegura y que habrá miles de criminales cruzando por allí, es ciertamente un asunto que energiza a la base y el voto duro de Trump y prueba de ello son sus recientes declaraciones. Recordemos que justamente así empezó en el año 2015 su campaña a la presidencia, diciendo que México enviaba criminales a Estados Unidos.

La segunda razón es porque México habrá de ser requerido por el gobierno de Estados Unidos para que detenga a los flujos de migrantes en su propia frontera sur a toda costa. La reunión de esta semana entre la Cancillería Mexicana y la enviada especial para la frontera, Roberta Jacobson, demuestra la relevancia del tema. Si bien el comunicado de prensa que se publicó menciona el espíritu de cooperación, la señal es poderosa, pues Roberta Jacobson fue embajadora en nuestro país y entiende la importancia de comunicar el mensaje de Washington de la forma más directa: esta será una de las prioridades para la administración de Biden y los Estados Unidos esperan la cooperación de México.

Por último, la relevancia del asunto la podemos aquilatar si lo comparamos con otras conversaciones que se están llevando a cabo de forma simultánea entre nuestros países, tal y como lo mencionó la vocera de la Casa Blanca, quien afirmó que no hay trueque, sino “esferas” o “niveles” de conversaciones paralelas. Pienso por ejemplo en la negociación para adquirir más vacunas contra Covid19, las posibles diferencias en el campo y el agro (auspiciadas por congresistas) y el potencial diferendo que habrá en materia energética y eléctrica. Pero si en medio de esta vorágine de temas, el gobierno de Estados Unidos decidió enviar a una delegación de altísimo nivel a la Ciudad de México para tratar el tema migratorio y fronterizo, podemos deducir entonces donde está verdaderamente su prioridad. La semana pasada dijimos que habría que esperar a las acciones concretas para entender un poco más la ruta bilateral: pues bien, el gobierno de Washington ha mostrado claramente por dónde quiere caminar.