/ jueves 4 de marzo de 2021

Cable Diplomático | La realidad del encuentro

Hace un par de días los presidentes de México y de Estados Unidos sostuvieron un primer encuentro (virtual), cada uno desde su país y rodeados de sus equipos más cercanos y de los expertos en la relación bilateral. Los temas que se discutieron no fueron sorpresa para nadie: la cooperación bilateral en materia de seguridad, la reactivación económica en la era post-Covid y por último, la cooperación en materia de vacunas. Si leemos ambos recuentos de lo sucedido en la reunión nos daremos cuenta que los dos fueron sumamente respetuosos en las formas (puesto que ambos dijeron más o menos lo mismo) pero lo más relevante me parece que es aquello que no se dijo. Como siempre en la política, a veces los silencios comunican más.

Si queremos tener un diagnóstico preciso de cómo habrá de evolucionar la relación bilateral, vamos a tener que observar de cerca las acciones (en detalle) en cada uno de los ejes mencionados anteriormente. Como bien dice el dicho, pesan más las acciones que las palabras; y en materia de compromisos internacionales y diplomacia, podríamos decir que – si bien la forma es fondo – también es importante que exista sustancia. De otra manera el encuentro será solamente un recuento de buenas intenciones.

En primer lugar, en materia de cooperación de seguridad, la relación enfrenta retos muy importantes, por ejemplo, la continuidad (o no) en el intercambio de información entre las agencias de la ley en ambos países (sobretodo después del caso del ex Secretario de la Defensa mexicano, tan comentado en la opinión pública). Ello, aunado a los compromisos adquiridos en la administración de Donald Trump respecto a frenar la migración desde Centroamérica, habrán de marcar la pauta por la cual la cooperación en el futuro habrá de transitar.

En segundo lugar, la reactivación económica, de la mano de los tratados comerciales internacionales y del acuerdo que tenemos con Estados Unidos será sin duda, un punto en común para ambos gobiernos. El fondo del asunto radica en los detalles de cómo se concibe dicha cooperación y cómo los cambios en las regulaciones de México en sectores estratégicos habrán de ser percibidos en el vecino país y por ende, su reacción en el tiempo habrá de demostrar exactamente a qué nos estamos enfrentando y cuál es el verdadero impacto que ello ocasionará.

Por último, tal como se comentó en días recientes, la cooperación en materia de combate al Covid19 será uno de los indicadores más importantes de la interacción entre ambos países (pero sobretodo, de ambos gobiernos, que no es lo mismo). Si bien la vacunación universal es una prioridad para todos, la forma de llevarla a cabo (y cómo lo entiende cada país) demostrará de forma clara la confianza entre ambos.

En resumidas cuentas el encuentro fue lo esperado, no hubo sorpresas. Pero lo que queda claro es que no hemos visto todavía el resultado final del mismo: para ello tendremos que analizar los detalles, las acciones y las posiciones que cada país va tomando en las próximas semanas respecto a los temas discutidos para entender en realidad de qué estamos hablando.

Hace un par de días los presidentes de México y de Estados Unidos sostuvieron un primer encuentro (virtual), cada uno desde su país y rodeados de sus equipos más cercanos y de los expertos en la relación bilateral. Los temas que se discutieron no fueron sorpresa para nadie: la cooperación bilateral en materia de seguridad, la reactivación económica en la era post-Covid y por último, la cooperación en materia de vacunas. Si leemos ambos recuentos de lo sucedido en la reunión nos daremos cuenta que los dos fueron sumamente respetuosos en las formas (puesto que ambos dijeron más o menos lo mismo) pero lo más relevante me parece que es aquello que no se dijo. Como siempre en la política, a veces los silencios comunican más.

Si queremos tener un diagnóstico preciso de cómo habrá de evolucionar la relación bilateral, vamos a tener que observar de cerca las acciones (en detalle) en cada uno de los ejes mencionados anteriormente. Como bien dice el dicho, pesan más las acciones que las palabras; y en materia de compromisos internacionales y diplomacia, podríamos decir que – si bien la forma es fondo – también es importante que exista sustancia. De otra manera el encuentro será solamente un recuento de buenas intenciones.

En primer lugar, en materia de cooperación de seguridad, la relación enfrenta retos muy importantes, por ejemplo, la continuidad (o no) en el intercambio de información entre las agencias de la ley en ambos países (sobretodo después del caso del ex Secretario de la Defensa mexicano, tan comentado en la opinión pública). Ello, aunado a los compromisos adquiridos en la administración de Donald Trump respecto a frenar la migración desde Centroamérica, habrán de marcar la pauta por la cual la cooperación en el futuro habrá de transitar.

En segundo lugar, la reactivación económica, de la mano de los tratados comerciales internacionales y del acuerdo que tenemos con Estados Unidos será sin duda, un punto en común para ambos gobiernos. El fondo del asunto radica en los detalles de cómo se concibe dicha cooperación y cómo los cambios en las regulaciones de México en sectores estratégicos habrán de ser percibidos en el vecino país y por ende, su reacción en el tiempo habrá de demostrar exactamente a qué nos estamos enfrentando y cuál es el verdadero impacto que ello ocasionará.

Por último, tal como se comentó en días recientes, la cooperación en materia de combate al Covid19 será uno de los indicadores más importantes de la interacción entre ambos países (pero sobretodo, de ambos gobiernos, que no es lo mismo). Si bien la vacunación universal es una prioridad para todos, la forma de llevarla a cabo (y cómo lo entiende cada país) demostrará de forma clara la confianza entre ambos.

En resumidas cuentas el encuentro fue lo esperado, no hubo sorpresas. Pero lo que queda claro es que no hemos visto todavía el resultado final del mismo: para ello tendremos que analizar los detalles, las acciones y las posiciones que cada país va tomando en las próximas semanas respecto a los temas discutidos para entender en realidad de qué estamos hablando.