/ jueves 25 de noviembre de 2021

Cable Diplomático | Lo que no se dice 

La semana pasada tuvo lugar la visita y reunión en Washington, D.C. de los mandatarios de México, Estados Unidos y Canadá. Como siempre este tipo de encuentros generan una gran expectativa y las noticias que fluyen en tiempo real de los mismos son de gran interés para todo mundo. Además, las reuniones de esta naturaleza suelen ser limitadas tanto en número, frecuencia y especialmente en formato. Como se supo también, cada mandatario se reunió de forma bilateral y privada con los otros dos, para culminar en una cumbre en la Salón Este de la Casa Blanca, rodeados de reporteros, asesores, personal de seguridad, traductores y demás.

¿Qué es lo más importante de estos encuentros bilaterales y multilaterales? En mi opinión no son aquellas cosas que se dicen, o los puntos más relevantes de los comunicados de prensa; por el contrario, yo opino que son justamente las cosas que no se dicen, aquellas a las que debemos estar atentos y prestar atención. Generalmente lo que no se dice de forma pública en estos encuentros representa aquellos puntos álgidos, complicados o donde hay que ceder y negociar, porque nadie en su sano juicio (estoy casi seguro) publicaría un comunicado de prensa lleno solamente de temas complejos o donde tenemos desacuerdos, sino lo contrario. Y está bien así, porque estoy convencido que la visita fue provechosa, que tenemos muchos asuntos en común y que podemos trabajar en conjunto por el bien de las tres naciones y las comunidades nacionales de América del Norte.

Luego entonces: ¿a qué debemos prestar atención en los próximos días? Considero que conforme los temas se vayan desglosando, los acuerdos a los que llegaron los tres mandatarios y sus delegaciones habrán de irse desdoblando en acciones concretas (en un sentido u otro, dependiendo de quién las ejecute y cuál sea el destinatario) y por supuesto, a las prioridades que cada gobierno tenga. Pienso que los tópicos que merecen nuestra atención son, en primer lugar, el tema de las energías limpias y la presión que hay de Estados Unidos y Canadá para México en esta materia, y en segundo lugar, la migración (enfocada desde el ángulo de la seguridad hemisférica).

En el primer punto, tanto Estados Unidos como Canadá comparten una agenda en común, y adicionalmente, la Casa Blanca enfrenta presión por parte de grupos empresariales y del Congreso, por lo que esta correa de transmisión habrá de extenderse hacia el sur del Río del Bravo, de una manera o de otra. Sin embargo, como el otro tema, el migratorio, es asunto de seguridad nacional para Washington, habrá de ser una prioridad y veremos acciones más concretas de cooperación entre ambos países para atender el fenómeno. Como siempre, los asuntos corren de forma paralela y habrán de balancearse unos con otros, en una relación tan compleja como la que tenemos entre nuestros países. En ese orden de ideas, en los próximos días veremos cómo se abordan los dos asuntos anteriores a través de los equipos en cada dependencia de cada país y eso nos dará la pauta para entender las posiciones reales de ambos países y ambos gobiernos.

La semana pasada tuvo lugar la visita y reunión en Washington, D.C. de los mandatarios de México, Estados Unidos y Canadá. Como siempre este tipo de encuentros generan una gran expectativa y las noticias que fluyen en tiempo real de los mismos son de gran interés para todo mundo. Además, las reuniones de esta naturaleza suelen ser limitadas tanto en número, frecuencia y especialmente en formato. Como se supo también, cada mandatario se reunió de forma bilateral y privada con los otros dos, para culminar en una cumbre en la Salón Este de la Casa Blanca, rodeados de reporteros, asesores, personal de seguridad, traductores y demás.

¿Qué es lo más importante de estos encuentros bilaterales y multilaterales? En mi opinión no son aquellas cosas que se dicen, o los puntos más relevantes de los comunicados de prensa; por el contrario, yo opino que son justamente las cosas que no se dicen, aquellas a las que debemos estar atentos y prestar atención. Generalmente lo que no se dice de forma pública en estos encuentros representa aquellos puntos álgidos, complicados o donde hay que ceder y negociar, porque nadie en su sano juicio (estoy casi seguro) publicaría un comunicado de prensa lleno solamente de temas complejos o donde tenemos desacuerdos, sino lo contrario. Y está bien así, porque estoy convencido que la visita fue provechosa, que tenemos muchos asuntos en común y que podemos trabajar en conjunto por el bien de las tres naciones y las comunidades nacionales de América del Norte.

Luego entonces: ¿a qué debemos prestar atención en los próximos días? Considero que conforme los temas se vayan desglosando, los acuerdos a los que llegaron los tres mandatarios y sus delegaciones habrán de irse desdoblando en acciones concretas (en un sentido u otro, dependiendo de quién las ejecute y cuál sea el destinatario) y por supuesto, a las prioridades que cada gobierno tenga. Pienso que los tópicos que merecen nuestra atención son, en primer lugar, el tema de las energías limpias y la presión que hay de Estados Unidos y Canadá para México en esta materia, y en segundo lugar, la migración (enfocada desde el ángulo de la seguridad hemisférica).

En el primer punto, tanto Estados Unidos como Canadá comparten una agenda en común, y adicionalmente, la Casa Blanca enfrenta presión por parte de grupos empresariales y del Congreso, por lo que esta correa de transmisión habrá de extenderse hacia el sur del Río del Bravo, de una manera o de otra. Sin embargo, como el otro tema, el migratorio, es asunto de seguridad nacional para Washington, habrá de ser una prioridad y veremos acciones más concretas de cooperación entre ambos países para atender el fenómeno. Como siempre, los asuntos corren de forma paralela y habrán de balancearse unos con otros, en una relación tan compleja como la que tenemos entre nuestros países. En ese orden de ideas, en los próximos días veremos cómo se abordan los dos asuntos anteriores a través de los equipos en cada dependencia de cada país y eso nos dará la pauta para entender las posiciones reales de ambos países y ambos gobiernos.