/ jueves 2 de diciembre de 2021

Cable Diplomático | ¡Oh! (micrón)

Recientemente recibimos la noticia que la nueva variante del Covid-19 llamada Ómicron había sido descubierta en Sudáfrica. Con nuevas mutaciones a las conocidas, la Organización Mundial de la Salud ha clasificado a dicha cepa como de “preocupación”, es decir, hay que prestarle especial atención por dos razones; este virus se puede transmitir de forma más rápida y eficiente (es decir, podría haber más contagios) pero sobretodo, sus mutaciones hacen que las vacunas conocidas y administradas actualmente no sean tan eficaces para detenerlo. Si bien ya sabíamos que las vacunas previenen especialmente la enfermedad grave y la infección (no tanto la enfermedad en sí misma), todavía no hay datos suficientes para concluir la gravedad del problema de Ómicron.

No obstante lo anterior, el consenso internacional indica que estamos ante una nueva variante que amenaza y preocupa y para evitar lo sucedido en Marzo de 2020, debemos volver a tomar precauciones y utilizar el conocimiento adquirido hasta el momento, basado en nuestra experiencia colectiva, para que el daño no arrase todo a su paso. Tan es así el asunto que en Washington, la Casa Blanca (según se comenta) está considerando imponer nuevamente medidas más restrictivas a los viajes internacionales. Ellas incluirán el mandato de realizarse una prueba el día anterior (24 horas, en lugar de 72 horas, como es hasta el momento), y una vez en el país, requerir que la persona guarde una cuarentena y se realice pruebas posteriores. Inclusive se ha hablado de imponer multas y castigos a todos aquellos individuos que no cumplan con lo dispuesto. Si bien todo lo anterior está en fase de preparación, la verdad es que resulta altamente creíble que se lleve a cabo antes de las fiestas navideñas, si se quiere evitar un contagio mayor.

¿Cuáles son los riesgos que representa esta situación en los Estados Unidos y en el mundo? En primer lugar, si no se toman las medidas necesarias, podríamos tener una situación complicada respecto a un nuevo número de contagios (y/o muertes) y por ende, habría necesidad de volver a cerrar negocios, eventos, lugares en común, con las afectaciones que ello tendría para la economía, como ya se sabe. Si bien los datos son prematuros, creo que la consideración de la administración del Presidente Biden tiene que ver precisamente con evitar el escenario anterior. En segundo lugar, el cierre de fronteras y de viajes volvería a afectar la normalidad de la vida cotidiana; ya se verán las medidas que se impondrán respecto de los viajes, pero si las cosas se comienzan a salir de control, entonces no quedará de otra que volver a establecer prohibiciones de viajes, como hace unos meses.

En ese sentido creo que la lección es muy clara para todos: debemos aprender de la experiencia que ya tenemos, de los errores y de los aciertos cometidos hasta el momento y con ello, tratar de que la situación con esta nueva variante no se salga de control. Tenemos las herramientas, ahora solamente debemos utilizarlas inteligentemente; si no lo hacemos así, podríamos pagar un precio alto otra vez en diversos frentes.

Recientemente recibimos la noticia que la nueva variante del Covid-19 llamada Ómicron había sido descubierta en Sudáfrica. Con nuevas mutaciones a las conocidas, la Organización Mundial de la Salud ha clasificado a dicha cepa como de “preocupación”, es decir, hay que prestarle especial atención por dos razones; este virus se puede transmitir de forma más rápida y eficiente (es decir, podría haber más contagios) pero sobretodo, sus mutaciones hacen que las vacunas conocidas y administradas actualmente no sean tan eficaces para detenerlo. Si bien ya sabíamos que las vacunas previenen especialmente la enfermedad grave y la infección (no tanto la enfermedad en sí misma), todavía no hay datos suficientes para concluir la gravedad del problema de Ómicron.

No obstante lo anterior, el consenso internacional indica que estamos ante una nueva variante que amenaza y preocupa y para evitar lo sucedido en Marzo de 2020, debemos volver a tomar precauciones y utilizar el conocimiento adquirido hasta el momento, basado en nuestra experiencia colectiva, para que el daño no arrase todo a su paso. Tan es así el asunto que en Washington, la Casa Blanca (según se comenta) está considerando imponer nuevamente medidas más restrictivas a los viajes internacionales. Ellas incluirán el mandato de realizarse una prueba el día anterior (24 horas, en lugar de 72 horas, como es hasta el momento), y una vez en el país, requerir que la persona guarde una cuarentena y se realice pruebas posteriores. Inclusive se ha hablado de imponer multas y castigos a todos aquellos individuos que no cumplan con lo dispuesto. Si bien todo lo anterior está en fase de preparación, la verdad es que resulta altamente creíble que se lleve a cabo antes de las fiestas navideñas, si se quiere evitar un contagio mayor.

¿Cuáles son los riesgos que representa esta situación en los Estados Unidos y en el mundo? En primer lugar, si no se toman las medidas necesarias, podríamos tener una situación complicada respecto a un nuevo número de contagios (y/o muertes) y por ende, habría necesidad de volver a cerrar negocios, eventos, lugares en común, con las afectaciones que ello tendría para la economía, como ya se sabe. Si bien los datos son prematuros, creo que la consideración de la administración del Presidente Biden tiene que ver precisamente con evitar el escenario anterior. En segundo lugar, el cierre de fronteras y de viajes volvería a afectar la normalidad de la vida cotidiana; ya se verán las medidas que se impondrán respecto de los viajes, pero si las cosas se comienzan a salir de control, entonces no quedará de otra que volver a establecer prohibiciones de viajes, como hace unos meses.

En ese sentido creo que la lección es muy clara para todos: debemos aprender de la experiencia que ya tenemos, de los errores y de los aciertos cometidos hasta el momento y con ello, tratar de que la situación con esta nueva variante no se salga de control. Tenemos las herramientas, ahora solamente debemos utilizarlas inteligentemente; si no lo hacemos así, podríamos pagar un precio alto otra vez en diversos frentes.