/ viernes 22 de enero de 2021

Cacerolazo 4.0

Integrantes de la industria restaurantera -meseros, cocineros, recepcionistas, vallets, auxiliares administrativos- se manifestaron con un “cacerolazo” en la Ciudad de México. Esta acción se realizó para exigir sean considerados como industria esencial para reabrir sus locales, mismos que permanecieron cerrados durante las últimas semanas debido al semáforo rojo decretado ante la pandemia de COVID-19. Los negocios que participaron en esta movilización, abrieron sus establecimientos, aún en contra de la prohibición de de las autoridades capitalinas. Al hacerlo enfatizaron que cumplían con los estrictos protocolos sanitarios y argumentaron que la industria restaurantera es fuente de empleos, no de contagios.

Ante la falta de apoyos por parte del gobierno y la astringencia de ingresos, a través de la campaña digital #Abrimosomorimos, los restauranteros reclamaron que ellos pagan impuestos, sueldos, rentas, generan empleos y aún así, los obligan a cerrar sus puertas, pese a que cumplen con las más altas medidas de sanidad. Su voz representó la fuerza de 5.6 millones de empleos directos e indirectos en el país, el 1.3% del PIB nacional y alrededor de 150,000 unidades económicas para el caso de Edomex y CDMX.

Después de una fuerte activación digital y mediática, lograron un acuerdo con la jefa de gobierno, Claudia Sheimbaum en el que les permitieron operar a partir del 18 de enero en espacios abiertos tales como terrazas. Así mismo podrán hacer uso de parques, estacionamientos o banquetas cercanas a sus restaurantes en caso de no contar con terrazas propias, con el fin de dar atención al aire libre.

La crisis económica ha pegado muy duro a la economía mexicana. Las últimas cifras reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran un aumento en la inactividad laboral y un avance en la precarización del empleo. El arranque del 2021 ha estado marcado por un nuevo deterioro del mercado laboral, representado por el retroceso de indicadores durante el mes de noviembre como la subocupación y el desempleo ampliado.

Las medidas de confinamiento en algunos estados, han traído nuevas afectaciones a los indicadores económicos. En su momento, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) señaló que el segundo cierre de actividades no esenciales condenaría a miles de trabajadores del sector al desempleo, porque habría quiebra de restaurantes. Por su parte, la Coparmex señaló que el nuevo confinamiento en el Valle de México evidenciaba el fracaso de la gestión sanitaria y ponía en riesgo de muerte a más de 10 mil empresas.

Ante esta situación, en rechazo a la prolongación del cierre de actividades, el movimiento #Abrimosomorimos dejó evidencia de la velocidad y la contundencia con la que la sociedad hoy logra informarse, comunicarse y organizarse. Al exigir demandas, evidenciar los problemas que enfrentan, plantear propuestas y ejecutar acciones, hoy la #SociedadHorizontal es capaz de tener mayor potencia y cohesión frente al gobierno. Como respuesta a la problemática económica, el sentir de los empresarios restauranteros se coordinó a través de chats de wasapp, creció de manera exponencial y mejoró las decisiones gubernamentales mediante el diálogo.


Este es un gran ejemplo de cómo funciona hoy la #SociedadHorizontal, que rebasa a las instituciones en cuanto a agilidad y dinamismo. Hoy las causas logran crecer mucho más rápido que lo que las propias autoridades logran entienden y atienden. Ese es el camino del que los restauranteros nos han dejado un claro aprendizaje que sin duda alguna, seguirá creciendo.

Integrantes de la industria restaurantera -meseros, cocineros, recepcionistas, vallets, auxiliares administrativos- se manifestaron con un “cacerolazo” en la Ciudad de México. Esta acción se realizó para exigir sean considerados como industria esencial para reabrir sus locales, mismos que permanecieron cerrados durante las últimas semanas debido al semáforo rojo decretado ante la pandemia de COVID-19. Los negocios que participaron en esta movilización, abrieron sus establecimientos, aún en contra de la prohibición de de las autoridades capitalinas. Al hacerlo enfatizaron que cumplían con los estrictos protocolos sanitarios y argumentaron que la industria restaurantera es fuente de empleos, no de contagios.

Ante la falta de apoyos por parte del gobierno y la astringencia de ingresos, a través de la campaña digital #Abrimosomorimos, los restauranteros reclamaron que ellos pagan impuestos, sueldos, rentas, generan empleos y aún así, los obligan a cerrar sus puertas, pese a que cumplen con las más altas medidas de sanidad. Su voz representó la fuerza de 5.6 millones de empleos directos e indirectos en el país, el 1.3% del PIB nacional y alrededor de 150,000 unidades económicas para el caso de Edomex y CDMX.

Después de una fuerte activación digital y mediática, lograron un acuerdo con la jefa de gobierno, Claudia Sheimbaum en el que les permitieron operar a partir del 18 de enero en espacios abiertos tales como terrazas. Así mismo podrán hacer uso de parques, estacionamientos o banquetas cercanas a sus restaurantes en caso de no contar con terrazas propias, con el fin de dar atención al aire libre.

La crisis económica ha pegado muy duro a la economía mexicana. Las últimas cifras reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran un aumento en la inactividad laboral y un avance en la precarización del empleo. El arranque del 2021 ha estado marcado por un nuevo deterioro del mercado laboral, representado por el retroceso de indicadores durante el mes de noviembre como la subocupación y el desempleo ampliado.

Las medidas de confinamiento en algunos estados, han traído nuevas afectaciones a los indicadores económicos. En su momento, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) señaló que el segundo cierre de actividades no esenciales condenaría a miles de trabajadores del sector al desempleo, porque habría quiebra de restaurantes. Por su parte, la Coparmex señaló que el nuevo confinamiento en el Valle de México evidenciaba el fracaso de la gestión sanitaria y ponía en riesgo de muerte a más de 10 mil empresas.

Ante esta situación, en rechazo a la prolongación del cierre de actividades, el movimiento #Abrimosomorimos dejó evidencia de la velocidad y la contundencia con la que la sociedad hoy logra informarse, comunicarse y organizarse. Al exigir demandas, evidenciar los problemas que enfrentan, plantear propuestas y ejecutar acciones, hoy la #SociedadHorizontal es capaz de tener mayor potencia y cohesión frente al gobierno. Como respuesta a la problemática económica, el sentir de los empresarios restauranteros se coordinó a través de chats de wasapp, creció de manera exponencial y mejoró las decisiones gubernamentales mediante el diálogo.


Este es un gran ejemplo de cómo funciona hoy la #SociedadHorizontal, que rebasa a las instituciones en cuanto a agilidad y dinamismo. Hoy las causas logran crecer mucho más rápido que lo que las propias autoridades logran entienden y atienden. Ese es el camino del que los restauranteros nos han dejado un claro aprendizaje que sin duda alguna, seguirá creciendo.