/ lunes 15 de junio de 2020

Caída histórica de la industria y el empleo: ¿qué sigue?

La aspiración de crear un Estado de Bienestar es legítima y pertinente, pero en México acaba de enfrentar una de las duras lecciones que la economía ha enseñado en los últimos dos siglos: se debe contar con un Estado Desarrollador Industrial para que el primero sea factible y perdurable.

No hay una historia de éxito en el extremo del asistencialismo, las principales experiencias europeas lo vivieron hace 30 años cuando su socialismo científico se convirtió en utópico.

De igual forma se conoce el resultado del otro extremo: la mano invisible y la apertura dogmática de los mercados conduce a la desigualdad y a la polarización social: el cuestionamiento que el modelo neoliberal enfrenta a nivel mundial es legítimo e irrefutable.

¿Qué alternativa existe? China, Alemania, Francia, La India, Pakistán, Canadá y los propios Estados Unidos, por citar algunos ejemplos, han anunciado la vuelta o el reforzamiento de su política industrial: la clave del éxito de China tanto para desarrollarse en los últimos 40 años como para enfrentar la pandemia desatada por el Covid-19.

China controla el 24% del valor agregado de la manufactura mundial cuando en 1990 sólo participaba con el 3%: millones de empleos creados e innovación tecnológica se encuentran asociados.

El Estado Desarrollador Industrial es la vía tomada en países con gobiernos eficaces que lograron conformar una Agenda Nacional de visión de largo plazo en donde participan sus empresas, universidades y sociedad en general. Ninguno puede tener éxito de manera aislada.

¿Por qué es relevante lo anterior para México? La información del INEGI y el IMSS confirmó lo que habíamos adelantado la semana pasada: la magnitud y profundidad de una recesión industrial iniciada hace más de un año que se vio exacerbada por el Covid-19 y la ausencia de una política industrial.

La enferma economía mexicana no tuvo defensas para enfrentar la crisis global causada por el Covid-19.

En materia industrial el retroceso no tiene paralelo en la historia moderna del país: la caída de abril (-29.6%) llevó el indicador a niveles no observados desde 1996: un cuarto de siglo de vuelta al pasado.

Además, el retroceso de abril fue el número 19 que la industria sufrió de forma consecutiva, una desafortunada racha que ya superó lo observado en 1995 (12 caídas) y en 2009 (sumó 18).

Los reportes de mayo y junio serán negativos y confirmaran la necesidad de contar con una política industrial tanto para enfrentar la coyuntura como para superar los rezagos estructurales que enfrentan tanto el sector fabril nacional como el mercado laboral.

El IMSS pone en claro el tamaño del reto. En mayo se reportaron (-) 344,556 empleos perdidos. La reducción acumulada de los últimos tres meses supera el millón.

Únicamente como referencia: el IMSS no ha reportado la creación de un millón de empleos en un solo año a lo largo de las últimas 4 décadas.

Ese es el tamaño de reto que enfrenta el país cuando inicie su recuperación. Además, se debe considerar el millón de empleos adicionales que se requieren todos los años tan solo por el aumento de la población y los 31 millones que se encuentran en la informalidad.

¿Qué sigue para México? Si se aspira a crear un Estado de Bienestar el camino es claro: crear una Nueva Política Industrial integral, de fondo.

El otro camino, bajo la inercia actual, presentará un saldo negativo en materia de crecimiento económico y desarrollo social.



Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico

La aspiración de crear un Estado de Bienestar es legítima y pertinente, pero en México acaba de enfrentar una de las duras lecciones que la economía ha enseñado en los últimos dos siglos: se debe contar con un Estado Desarrollador Industrial para que el primero sea factible y perdurable.

No hay una historia de éxito en el extremo del asistencialismo, las principales experiencias europeas lo vivieron hace 30 años cuando su socialismo científico se convirtió en utópico.

De igual forma se conoce el resultado del otro extremo: la mano invisible y la apertura dogmática de los mercados conduce a la desigualdad y a la polarización social: el cuestionamiento que el modelo neoliberal enfrenta a nivel mundial es legítimo e irrefutable.

¿Qué alternativa existe? China, Alemania, Francia, La India, Pakistán, Canadá y los propios Estados Unidos, por citar algunos ejemplos, han anunciado la vuelta o el reforzamiento de su política industrial: la clave del éxito de China tanto para desarrollarse en los últimos 40 años como para enfrentar la pandemia desatada por el Covid-19.

China controla el 24% del valor agregado de la manufactura mundial cuando en 1990 sólo participaba con el 3%: millones de empleos creados e innovación tecnológica se encuentran asociados.

El Estado Desarrollador Industrial es la vía tomada en países con gobiernos eficaces que lograron conformar una Agenda Nacional de visión de largo plazo en donde participan sus empresas, universidades y sociedad en general. Ninguno puede tener éxito de manera aislada.

¿Por qué es relevante lo anterior para México? La información del INEGI y el IMSS confirmó lo que habíamos adelantado la semana pasada: la magnitud y profundidad de una recesión industrial iniciada hace más de un año que se vio exacerbada por el Covid-19 y la ausencia de una política industrial.

La enferma economía mexicana no tuvo defensas para enfrentar la crisis global causada por el Covid-19.

En materia industrial el retroceso no tiene paralelo en la historia moderna del país: la caída de abril (-29.6%) llevó el indicador a niveles no observados desde 1996: un cuarto de siglo de vuelta al pasado.

Además, el retroceso de abril fue el número 19 que la industria sufrió de forma consecutiva, una desafortunada racha que ya superó lo observado en 1995 (12 caídas) y en 2009 (sumó 18).

Los reportes de mayo y junio serán negativos y confirmaran la necesidad de contar con una política industrial tanto para enfrentar la coyuntura como para superar los rezagos estructurales que enfrentan tanto el sector fabril nacional como el mercado laboral.

El IMSS pone en claro el tamaño del reto. En mayo se reportaron (-) 344,556 empleos perdidos. La reducción acumulada de los últimos tres meses supera el millón.

Únicamente como referencia: el IMSS no ha reportado la creación de un millón de empleos en un solo año a lo largo de las últimas 4 décadas.

Ese es el tamaño de reto que enfrenta el país cuando inicie su recuperación. Además, se debe considerar el millón de empleos adicionales que se requieren todos los años tan solo por el aumento de la población y los 31 millones que se encuentran en la informalidad.

¿Qué sigue para México? Si se aspira a crear un Estado de Bienestar el camino es claro: crear una Nueva Política Industrial integral, de fondo.

El otro camino, bajo la inercia actual, presentará un saldo negativo en materia de crecimiento económico y desarrollo social.



Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico