/ sábado 7 de mayo de 2022

Cambio climático y minería

La crisis climática es uno de las principales preocupaciones de la comunidad internacional; para atenderla, se han comprometido diversos países en alcanzar la meta de neutralidad de carbono o cero emisiones para 2050, en vistas a lo cual, diversos sectores de desarrollo económico están diseñando y comunicando sus respectivos compromisos.

Por lo anterior, los sectores productivos de cada economía nacional deberán hacer un uso más eficiente de los recursos naturales y mejorar sus procesos de producción de bienes y/o servicios. Específicamente, el sector minero, clave para el nuevo paradigma de desarrollo económico mundial enfocado en el uso de tecnologías y en la reducción de fuentes fósiles para la generación energético/eléctrica, tiene un compromiso muy alto en la continuidad de las actividades extractivas, pero con responsabilidad con el medio ambiente y la sociedad.

En este proceso de cambio, en países como Chile y Perú, por ejemplo, se ha acuñado el concepto de “minería verde o minería sustentable” para hacer evidente que el sector tiene un nuevo nivel de exigencia, no solo en cuanto a la prevención de externalidades, sino también implementando mejores prácticas en sus diferentes procesos, de manera que impacte positivamente para alcanzar las tasas de neutralidad estipuladas por el país en donde se efectúan operaciones. Las proyecciones muestran que a nivel internacional, el cobre y el litio tendrán una gran demanda, sin dejar fuera los otros minerales que son importantes para las comunicaciones. En los próximos años cada país debe de tener claridad respecto a la forma en la que se explotan sus recursos.

Si bien la generación de las emisiones en cada uno de los procesos de la minería tiene diferentes fuentes de origen, el horizonte de desarrollo de esta industria es a largo plazo; en otras palabras, la minería es una industria con un gran potencial, ya que además de la demanda histórica por minerales tales como cobre, oro, plata, carbón, litio, por señalar los principales, se deberán mantener las tasas esperadas en el desarrollo económico mundial. En la agenda de cambio climático hay dos elementos esenciales que todo el sector debería de impulsar: las energías renovables y la electromovilidad.

La principal fuente de emisiones es el uso de la energía convencional que utiliza esta industria, y que obliga a transicionar hacia el uso de una energía que provenga de fuentes renovables, como el empleo de paneles solares para reducir emisiones, por ejemplo, o como hacen en algunas partes del mundo donde están combinando el uso de los paneles con sistemas de generación de energía con recursos hídricos. En el marco de la agenda climática, se sabe que la demanda en el uso de las energías renovables va en aumento, y se estima que se necesita una cantidad cuatro veces mayor de cobre lo que demanda la energía convencional; además, los autos eléctricos necesitan cobre y litio, por lo que la demanda mundial esperada va a provocar que la industria minera tenga un enorme potencial de desarrollo a futuro.

La minería extractiva debe de hacer evidente su proceso de transformación y volverse más amigable con el medio ambiente y con las comunidades locales, al tiempo que aprovecha las oportunidades de desarrollo económico que se van abriendo, para maximizar el uso tecnológico. Es decir, el sector debe de cumplir cada vez con estándares más altos y mejores prácticas de calidad y de sustentabilidad en la producción.

Hay empresas que se han planteado la reducción del 30% de las emisiones para 2030, y esto significa que en el mediano plazo buscarán eliminar las emisiones en su totalidad. Lo interesante también es que se puede sacar su equivalencia en torno a la sustitución en el uso de automóviles que siguen quemando combustibles fósiles o diesel, por ejemplo, para transitar hacia los contratos de electricidad con un uso al 100% de energías renovables, lo que se traduce en remover alrededor de 3 millones de toneladas equivalentes a 700 mil automóviles.

Además, la industria minera también puede cambiar su flotilla de automóviles y camionetas hacia la electromovilidad o transicionar al uso de hidrógeno verde, e incorporar para sus operaciones el empleo de trenes eléctricos para trasladar el mineral extraído; y todavía puede sumar más si hace una reducción del consumo de agua continental y lo refuerza con la instalación de sistemas de recirculación hídrica y con esquemas de economía circular del manejo de sus residuos.

En conclusión, la minería podría ser considerada como “sustentable” si se incrementa el uso de energías renovables en todos los procesos mineros, se disminuye la utilización de agua fresca y se incorpora tecnología de punta, a fin de garantizar que sea una actividad más segura, moderna y sustentable.

Lo que resulta increíble es que nosotros seguimos hablando de minería y cambio climático, cuando hay países, como Estados Unidos, donde ya están planeando sua sustitución por la minería lunar, que es una actividad sustituta para obtener minerales y combustibles. La apuesta de diferentes empresas junto con la NASA, para la siguiente década, es aumentar sus actividades de exploración y explotación de recursos minerales lunares que son rocas similares a la tierra , además de contar con 1600 ton de hielo de agua. La NASA planea volver a alunizar en 2024, y hay una gran expectativa de llegar a identificar ricos asteroides llenos de oro, plata y cobre, algunos de los minerales más usados en la tierra.

La crisis climática es uno de las principales preocupaciones de la comunidad internacional; para atenderla, se han comprometido diversos países en alcanzar la meta de neutralidad de carbono o cero emisiones para 2050, en vistas a lo cual, diversos sectores de desarrollo económico están diseñando y comunicando sus respectivos compromisos.

Por lo anterior, los sectores productivos de cada economía nacional deberán hacer un uso más eficiente de los recursos naturales y mejorar sus procesos de producción de bienes y/o servicios. Específicamente, el sector minero, clave para el nuevo paradigma de desarrollo económico mundial enfocado en el uso de tecnologías y en la reducción de fuentes fósiles para la generación energético/eléctrica, tiene un compromiso muy alto en la continuidad de las actividades extractivas, pero con responsabilidad con el medio ambiente y la sociedad.

En este proceso de cambio, en países como Chile y Perú, por ejemplo, se ha acuñado el concepto de “minería verde o minería sustentable” para hacer evidente que el sector tiene un nuevo nivel de exigencia, no solo en cuanto a la prevención de externalidades, sino también implementando mejores prácticas en sus diferentes procesos, de manera que impacte positivamente para alcanzar las tasas de neutralidad estipuladas por el país en donde se efectúan operaciones. Las proyecciones muestran que a nivel internacional, el cobre y el litio tendrán una gran demanda, sin dejar fuera los otros minerales que son importantes para las comunicaciones. En los próximos años cada país debe de tener claridad respecto a la forma en la que se explotan sus recursos.

Si bien la generación de las emisiones en cada uno de los procesos de la minería tiene diferentes fuentes de origen, el horizonte de desarrollo de esta industria es a largo plazo; en otras palabras, la minería es una industria con un gran potencial, ya que además de la demanda histórica por minerales tales como cobre, oro, plata, carbón, litio, por señalar los principales, se deberán mantener las tasas esperadas en el desarrollo económico mundial. En la agenda de cambio climático hay dos elementos esenciales que todo el sector debería de impulsar: las energías renovables y la electromovilidad.

La principal fuente de emisiones es el uso de la energía convencional que utiliza esta industria, y que obliga a transicionar hacia el uso de una energía que provenga de fuentes renovables, como el empleo de paneles solares para reducir emisiones, por ejemplo, o como hacen en algunas partes del mundo donde están combinando el uso de los paneles con sistemas de generación de energía con recursos hídricos. En el marco de la agenda climática, se sabe que la demanda en el uso de las energías renovables va en aumento, y se estima que se necesita una cantidad cuatro veces mayor de cobre lo que demanda la energía convencional; además, los autos eléctricos necesitan cobre y litio, por lo que la demanda mundial esperada va a provocar que la industria minera tenga un enorme potencial de desarrollo a futuro.

La minería extractiva debe de hacer evidente su proceso de transformación y volverse más amigable con el medio ambiente y con las comunidades locales, al tiempo que aprovecha las oportunidades de desarrollo económico que se van abriendo, para maximizar el uso tecnológico. Es decir, el sector debe de cumplir cada vez con estándares más altos y mejores prácticas de calidad y de sustentabilidad en la producción.

Hay empresas que se han planteado la reducción del 30% de las emisiones para 2030, y esto significa que en el mediano plazo buscarán eliminar las emisiones en su totalidad. Lo interesante también es que se puede sacar su equivalencia en torno a la sustitución en el uso de automóviles que siguen quemando combustibles fósiles o diesel, por ejemplo, para transitar hacia los contratos de electricidad con un uso al 100% de energías renovables, lo que se traduce en remover alrededor de 3 millones de toneladas equivalentes a 700 mil automóviles.

Además, la industria minera también puede cambiar su flotilla de automóviles y camionetas hacia la electromovilidad o transicionar al uso de hidrógeno verde, e incorporar para sus operaciones el empleo de trenes eléctricos para trasladar el mineral extraído; y todavía puede sumar más si hace una reducción del consumo de agua continental y lo refuerza con la instalación de sistemas de recirculación hídrica y con esquemas de economía circular del manejo de sus residuos.

En conclusión, la minería podría ser considerada como “sustentable” si se incrementa el uso de energías renovables en todos los procesos mineros, se disminuye la utilización de agua fresca y se incorpora tecnología de punta, a fin de garantizar que sea una actividad más segura, moderna y sustentable.

Lo que resulta increíble es que nosotros seguimos hablando de minería y cambio climático, cuando hay países, como Estados Unidos, donde ya están planeando sua sustitución por la minería lunar, que es una actividad sustituta para obtener minerales y combustibles. La apuesta de diferentes empresas junto con la NASA, para la siguiente década, es aumentar sus actividades de exploración y explotación de recursos minerales lunares que son rocas similares a la tierra , además de contar con 1600 ton de hielo de agua. La NASA planea volver a alunizar en 2024, y hay una gran expectativa de llegar a identificar ricos asteroides llenos de oro, plata y cobre, algunos de los minerales más usados en la tierra.