/ sábado 21 de abril de 2018

Capacitación a los jóvenes, una prioridad

No es un secreto que la mayor riqueza de cualquier nación es su gente, especialmente sus jóvenes. Por ello, la atracción, desarrollo y retención del capital humano, debe corresponder a lo más significativo de la agenda de gobierno de todo aspirante a ocupar un puesto de responsabilidad político-administrativa.

Las capacidades competitivas de las personas e instituciones potencializan el logro de resultados sobresalientes e impacto positivo en la sociedad y el mundo. Así “todos ganan”.

Analicemos, desde la esfera del desarrollo, el componente de la capacitación y su ruta de la mejora continua, progresiva, individualizada, sus certificaciones, protocolos, plataformas, alineado a la misión y visión estratégica. En la competitividad del recurso humano, incluir la empatía, solidaridad, género, educación para la paz y los derechos humanos.

Conceptualmente, aceptemos como modelo integral de formación humana, una triada de componentes interconectados: Saber (conocimientos); Saber Hacer (habilidades); Saber Ser (aptitudes). Con sus propios rasgos y dinámicas de expresión.

En este contexto, resulta oportuno observar algunos segmentos por grupos de edad, ámbitos y mejores prácticas. Iniciemos con los jóvenes y visualicemos contexto, retos y requisitos de formación.

a) A los jóvenes, cuando se les estigmatiza como “ninis” o como potenciales migrantes hacia el “sueño americano” o, peor aún, hacia los sinuosos caminos delincuenciales, bien se sabe, que se les vulnera y también golpea al presente y futuro del país.

b) En las universidades, es renovado el esfuerzo cotidiano al leer en sus comunicados institucionales… “formar líderes, emprendedores con sentido humano y competitivos internacionalmente.”

c) #INVERTIRENLAGENTE… el Banco Mundial (BM), en los primeros días de abril 2018, publicó:

Millennials, Centennials, Generación “Y” o “Z”, no importa cómo se los defina, los jóvenes de hoy tienen una cosa en claro: el mundo está cambiando y desean estar listos para enfrentar ese desafío de estos tiempos. Algunos de esos desafíos son a la vez amenaza y oportunidad: el avance vertiginoso de la tecnología puede significar la desaparición de algunas tareas, pero también la aparición de nuevos y mejores empleos; la tecnología también puede crear más transparencia en las cuentas públicas, cuya falta atenta contra ese nuevo porvenir”. “La innovación y la adopción tecnológicas en la era digital son indispensables para impulsar el espíritu emprendedor de los jóvenes, y con el crecimiento económico y la creación de nuevos empleos…”.

En nuestro país se reconoce la importancia de todos los jóvenes, de invertir en su formación y potenciar su papel transformador. Cumplir llanamente con el artículo 25º Constitucional:

“Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral y sustentable, que fortalezca la Soberanía de la Nación y su régimen democrático y que, mediante la competitividad, el fomento del crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución. La competitividadse entenderá como el conjunto de condiciones necesarias para generar un mayor crecimiento económico, promoviendo la inversión y la generación de empleo.

Metafóricamente: Habremos de no de darle el pescado a la gente…. sino enseñarle a pescar y hacerle accesible los instrumentos de pesca.


hazael.ruiz@hotmail.com


No es un secreto que la mayor riqueza de cualquier nación es su gente, especialmente sus jóvenes. Por ello, la atracción, desarrollo y retención del capital humano, debe corresponder a lo más significativo de la agenda de gobierno de todo aspirante a ocupar un puesto de responsabilidad político-administrativa.

Las capacidades competitivas de las personas e instituciones potencializan el logro de resultados sobresalientes e impacto positivo en la sociedad y el mundo. Así “todos ganan”.

Analicemos, desde la esfera del desarrollo, el componente de la capacitación y su ruta de la mejora continua, progresiva, individualizada, sus certificaciones, protocolos, plataformas, alineado a la misión y visión estratégica. En la competitividad del recurso humano, incluir la empatía, solidaridad, género, educación para la paz y los derechos humanos.

Conceptualmente, aceptemos como modelo integral de formación humana, una triada de componentes interconectados: Saber (conocimientos); Saber Hacer (habilidades); Saber Ser (aptitudes). Con sus propios rasgos y dinámicas de expresión.

En este contexto, resulta oportuno observar algunos segmentos por grupos de edad, ámbitos y mejores prácticas. Iniciemos con los jóvenes y visualicemos contexto, retos y requisitos de formación.

a) A los jóvenes, cuando se les estigmatiza como “ninis” o como potenciales migrantes hacia el “sueño americano” o, peor aún, hacia los sinuosos caminos delincuenciales, bien se sabe, que se les vulnera y también golpea al presente y futuro del país.

b) En las universidades, es renovado el esfuerzo cotidiano al leer en sus comunicados institucionales… “formar líderes, emprendedores con sentido humano y competitivos internacionalmente.”

c) #INVERTIRENLAGENTE… el Banco Mundial (BM), en los primeros días de abril 2018, publicó:

Millennials, Centennials, Generación “Y” o “Z”, no importa cómo se los defina, los jóvenes de hoy tienen una cosa en claro: el mundo está cambiando y desean estar listos para enfrentar ese desafío de estos tiempos. Algunos de esos desafíos son a la vez amenaza y oportunidad: el avance vertiginoso de la tecnología puede significar la desaparición de algunas tareas, pero también la aparición de nuevos y mejores empleos; la tecnología también puede crear más transparencia en las cuentas públicas, cuya falta atenta contra ese nuevo porvenir”. “La innovación y la adopción tecnológicas en la era digital son indispensables para impulsar el espíritu emprendedor de los jóvenes, y con el crecimiento económico y la creación de nuevos empleos…”.

En nuestro país se reconoce la importancia de todos los jóvenes, de invertir en su formación y potenciar su papel transformador. Cumplir llanamente con el artículo 25º Constitucional:

“Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral y sustentable, que fortalezca la Soberanía de la Nación y su régimen democrático y que, mediante la competitividad, el fomento del crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución. La competitividadse entenderá como el conjunto de condiciones necesarias para generar un mayor crecimiento económico, promoviendo la inversión y la generación de empleo.

Metafóricamente: Habremos de no de darle el pescado a la gente…. sino enseñarle a pescar y hacerle accesible los instrumentos de pesca.


hazael.ruiz@hotmail.com