/ viernes 15 de diciembre de 2017

¡Carambolas con el revoltijo!

De no dar crédito. López Obrador presentó su alianza con el Partido del Trabajo y el Partido Encuentro Social. A su derecha, el impresentable Alberto Anaya, vividor politiquero, de negra trayectoria. A su izquierda, ¡la ultraderecha! representada por Hugo Eric Flores, mandamás de la fuerza confesional.

El pragmatismo en su más perfecta expresión. El, por un voto le vendo mi alma al diablo, o al “Señor de las Maravillas”, o a cualquiera que tenga el signo ideológico más contrario al mío, así deba de comulgar con las ruedas de molino. ¿O será que él carece de pensamiento propio y crítico?

A cada una de sus repetitivas expresiones, la contradicción. Les llama Pirrurris, a Meade y Anaya y él empieza su “precampaña” (De 18 años) en un hotel de lujo, con un traje de los de marca y corbata similar. Los “cacles”, también de los elegantes.

Solo Elena Poniatowska y un par de personas que la acompañaban, tuvieron la dignidad de mostrar un cartelón que decía “No al PES”. La respuesta del gurú tropical fue otro de sus exabruptos: “Soy Juarista y Guadalupano”.

¿Y la Izquierda verdadera está dispuesta a seguir a un acomodaticio y oportunista? Pablo Gómez, fundador del PRD y símbolo de lo que queda del viejo dogma, dejó el Sol Azteca porque “él no iba a apoyar la candidatura de un panista”, lo que consideró el non plus ultra de la pérdida ideológica.

Se fue a Morena y echó enorme perorata sobre las cualidades de Izquierda de AMLO, mismas que, quienes lo conocemos, sabemos que son una más de sus poses. No sé qué cara puso cuando vio el frente por el que contenderá el Movimiento Regeneración (O, si le vale).

Hugo Eric Flores preside el organismo de filiación protestante evangélica. Lo fundó en su natal Baja California, donde consiguió el registro estatal como partido, en octubre del 2006 y el federal en el 2015, con éxito.

En esas elecciones sacó ocho diputados de representación proporcional, por el millón 325 mil 344 sufragios a su favor (3.3% de la votación). Ha hecho alianzas con el PAN y el Panal y en las últimas, en el Estado de México, fue con el PRI:

Inhabilitado en el Calderonato, cuando fue oficial mayor de Semarnat, hasta el 2020 (Qué pulcro creyente). Insiste en que no van a modificar su corriente conservadora, en contra del aborto, del matrimonio de personas del mismo sexo y demás premisas básicas de una Izquierda liberal.

¿A quién le cuaja en el caletre, semejante mescolanza? Encuentro Social está en su derecho de presentarse como ultraconservador y de defender su postura antiliberal. Lo que es absurdo es que vaya con la dizque Izquierda, que tampoco extraña.

AMLO, como es de todos sabido, también es protestante y utiliza a más no poder, frases bíblicas, de los salmos, de los libros de la cristiandad. Su concepción económica es tan neoliberal, como la de sus competidores y sus calificativos en contra de ellos, podría aplicárselos a sí mismo.

Asombra el revoltijo. Comparte con el PT, la ideología política del loquito norcoreano, Kim Jong-Un, el dictadorzuelo que tiene en vilo al planeta, con su amenaza de bombas nucleares.

También es ferviente admirador del régimen “Bolivariano” de Venezuela y se acompaña con “brigadas” provenientes del país sudamericano, a fin de que lo apoyen en la contienda. Sus acercamientos y los de Morena, con Maduro, se publicitaron incluso, en las redes sociales.

¿Qué no se puede mezclar el agua y el aceite? AMLO les ratifica a sus seguidores, que en él, todo cabe, empezando por la ignominia.

 

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

De no dar crédito. López Obrador presentó su alianza con el Partido del Trabajo y el Partido Encuentro Social. A su derecha, el impresentable Alberto Anaya, vividor politiquero, de negra trayectoria. A su izquierda, ¡la ultraderecha! representada por Hugo Eric Flores, mandamás de la fuerza confesional.

El pragmatismo en su más perfecta expresión. El, por un voto le vendo mi alma al diablo, o al “Señor de las Maravillas”, o a cualquiera que tenga el signo ideológico más contrario al mío, así deba de comulgar con las ruedas de molino. ¿O será que él carece de pensamiento propio y crítico?

A cada una de sus repetitivas expresiones, la contradicción. Les llama Pirrurris, a Meade y Anaya y él empieza su “precampaña” (De 18 años) en un hotel de lujo, con un traje de los de marca y corbata similar. Los “cacles”, también de los elegantes.

Solo Elena Poniatowska y un par de personas que la acompañaban, tuvieron la dignidad de mostrar un cartelón que decía “No al PES”. La respuesta del gurú tropical fue otro de sus exabruptos: “Soy Juarista y Guadalupano”.

¿Y la Izquierda verdadera está dispuesta a seguir a un acomodaticio y oportunista? Pablo Gómez, fundador del PRD y símbolo de lo que queda del viejo dogma, dejó el Sol Azteca porque “él no iba a apoyar la candidatura de un panista”, lo que consideró el non plus ultra de la pérdida ideológica.

Se fue a Morena y echó enorme perorata sobre las cualidades de Izquierda de AMLO, mismas que, quienes lo conocemos, sabemos que son una más de sus poses. No sé qué cara puso cuando vio el frente por el que contenderá el Movimiento Regeneración (O, si le vale).

Hugo Eric Flores preside el organismo de filiación protestante evangélica. Lo fundó en su natal Baja California, donde consiguió el registro estatal como partido, en octubre del 2006 y el federal en el 2015, con éxito.

En esas elecciones sacó ocho diputados de representación proporcional, por el millón 325 mil 344 sufragios a su favor (3.3% de la votación). Ha hecho alianzas con el PAN y el Panal y en las últimas, en el Estado de México, fue con el PRI:

Inhabilitado en el Calderonato, cuando fue oficial mayor de Semarnat, hasta el 2020 (Qué pulcro creyente). Insiste en que no van a modificar su corriente conservadora, en contra del aborto, del matrimonio de personas del mismo sexo y demás premisas básicas de una Izquierda liberal.

¿A quién le cuaja en el caletre, semejante mescolanza? Encuentro Social está en su derecho de presentarse como ultraconservador y de defender su postura antiliberal. Lo que es absurdo es que vaya con la dizque Izquierda, que tampoco extraña.

AMLO, como es de todos sabido, también es protestante y utiliza a más no poder, frases bíblicas, de los salmos, de los libros de la cristiandad. Su concepción económica es tan neoliberal, como la de sus competidores y sus calificativos en contra de ellos, podría aplicárselos a sí mismo.

Asombra el revoltijo. Comparte con el PT, la ideología política del loquito norcoreano, Kim Jong-Un, el dictadorzuelo que tiene en vilo al planeta, con su amenaza de bombas nucleares.

También es ferviente admirador del régimen “Bolivariano” de Venezuela y se acompaña con “brigadas” provenientes del país sudamericano, a fin de que lo apoyen en la contienda. Sus acercamientos y los de Morena, con Maduro, se publicitaron incluso, en las redes sociales.

¿Qué no se puede mezclar el agua y el aceite? AMLO les ratifica a sus seguidores, que en él, todo cabe, empezando por la ignominia.

 

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq