Los seres humanos migran por razones económicas, de seguridad pública, proyecto de vida, desastres naturales, guerras, alimentación, etc. Las personas no abandonan sus domicilios espontáneamente. Las condiciones económicas y de seguridad, en Centroamérica, han obligado a miles de personas a caminar desde Honduras hacia nuestro país y tratar de llegar a Estados Unidos de América. Le llaman la caravana migrante.
La caravana migrante está integrada por un número incierto de personas de diversas nacionalidades. Primero se hablaba de tres mil personas de Honduras, y ahora se dice que son más de ocho mil, principalmente de aquella nación, de República del Salvador y algunas personas de Guatemala. La migración tiene causas estructurales, sobre todo, económicas.
La Caravana migrante ha levantado teorías de la conspiración. En los años 60 y 70 del siglo pasado, se decía que las personas se manifestaban por una conspiración comunista. Así, por ridículo que suene. Algunos no querían ver las causas obvias de la libre manifestación contra Díaz Ordaz o Luis Echeverría, y preferían adjudicárselo a Marx o Ho Chi Minh. En este caso se lo atribuyen a una intención nacida en Estados Unidos de América o al señor Bartolo Fuentes, este último fue diputado por el Partido Libre en Honduras y comenzó la organización de la caravana. En cualquier caso, y leyendo el agregado de historias personales, es obvio que se trata de migración económica. Nada de teorías conspiracioncistas. La gente está huyendo del caos y el hambre.
En las redes sociales y en los medios de comunicación se manchó, por un momento, la imagen de la caravana migrante cuando se lanzaron piedras en contra de los funcionarios de la policía federal y de migración. Aquí nos debemos detener un poco. Se imagina usted la desesperación de estar sentado por horas, con hambre, cansancio, con los niños y niñas en fila, en espera de ingresar al país. Sin duda, esto no justifica el acto pero explica la conducta de unos cuantos frente a la desesperación de miles.
Los EU están haciendo su mejor esfuerzo para sortear esta crisis humanitaria. Los integrantes de la Caravana tendrían que caminar entre dos mil a cuatro mil kilómetros, en territorio nacional, para llegar a Estados Unidos de América. Es fácil entender porque van en una caravana de miles. Se están protegiendo de la delincuencia organizada, de los abusos de la policía o de los servidores públicos de migración. No es lo mismo atacar a una decena que a miles. Y están por enfrentar el verdadero reto: la política migratoria de Estados Unidos de América.
Estados Unidos de América nunca han sido sencillo cuando se trata del tema de migración, tanto republicanos como demócratas son complicados. El actual titular de la Casa Blanca es distinto al resto de los políticos. No tiene un lenguaje en común con el resto de sus pares, se rige por reglas que él produce, que solo él entiende y con un especial énfasis en contra de la migración. Ya amenazó con retirar el apoyo económico a Honduras, Guatemala, ya dijo que en la Caravana van delincuentes de Centroamérica, otros delincuentes del medio oriente (¿?) y que va a militarizar la frontera sur de su país. Lo cierto es que muchos de los compañeros centroamericanos no lograran entrar a Estados Unidos de América y México tendrá la responsabilidad de generar políticas públicas para ellos. El gobierno mexicano está llamado a seguir haciendo frente a esta crisis humanitaria y prever las soluciones de largo plazo para miles de compañeros. Un gran pensador del derecho dice que la nacionalidad es el último resquicio para la discriminación, ojalá podamos borrar eso.
Doctor en Derecho. @jangulonobara