/ lunes 11 de junio de 2018

CCE | De seguidor a protagonista

Por: Víctor Gutiérrez Martínez

La tecnología se mueve a pasos agigantados. Nuestra vida cotidiana está rodeada de cambios provocados por la innovación: vehículos no tripulados, impresoras 3D, medicina personalizada o computación cuántica son sólo algunos ejemplos de los recursos tecnológicos con los que cuenta nuestra generación. Sin embargo, México no ha sido un protagonista en este desarrollo.

Al contrario, nuestro país se ha caracterizado por adoptar las tecnologías y adaptarse a los cambios que lideran las economías industrializadas. Hemos sido seguidores de los procesos de difusión tecnológica global, más que precursores de su desarrollo. La inversión en ciencia y tecnología continúa siendo baja en el país: el gasto en investigación y desarrollo estuvo por debajo del 0.6% de la producción nacional, lejosdel 2.4% del promedio de la OCDE.

México tiene que elevar esta inversión a un mínimo de 1.5% del PIB. Para lograrlo, debe estimularse la participación del capital privado (seed y venture capital, entre otros), incrementarse los incentivos fiscales a la innovación y, sobre todo, es necesario que el sector privado y el académico trabajemos juntos en la búsqueda de nuevas soluciones productivas. Con esquemas integrales de cooperación entre las empresas y los centros de investigación, países como Corea del Sur han logrado que la participación del sector privado en desarrollo tecnológico alcance el 80% del total.

Los empresarios mexicanos podemos incrementar nuestra participación y estamos decididos a hacerlo. Por eso, como parte de agenda México Mejor Futuro, proponemos que se estimulen los fondos de capital asociados a la innovación, a la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Los negocios debemos adaptarnos a los nuevos tiempos, los métodos de producción tienen que evolucionar y las manufacturas deben integrar la innovación a su actividad cotidiana.

Nuestro país tiene que ser parte de la nueva revolución productiva. La industria 4.0 está rompiendo los esquemas tradicionales para hacer negocios y México debe estar preparado para tomar su lugar como un país competitivo en esta nueva industria. Actualmente, ya hemos demostrado la capacidad de incorporar altos niveles de tecnología y procesos digitales en sectores como el automotriz o el aeronáutico; ahora, tenemos que incorporar a más empresas e industrias para que se sumen a las nuevas tendencias tecnológicas.

Tenemos el talento para ser precursores de los nuevos cambios tecnológicos. México debe ser un protagonista de esta transformación. Para lograrlo, es indispensable que tomemos hoy las decisiones que definirán cuál será nuestra posición en la competencia global el día de mañana.

En el sector privado estamos convencidos de que México puede ser una economía a la vanguardia. Pero necesitamos un plan que nos permita detonar nuestro potencial como pioneros del desarrollo tecnológico. En el próximo debate presidencial, esperemos que los candidatos sean capaces de proponerlo. Queremos conocer cuál es su propuesta para potenciar la innovación y desarrollo tecnológico en México, qué proponen para aumentar de manera importante la inversión en innovación y desarrollo tecnológico, y cuáles son los grandes retos que México debe atender frente al cambio tecnológico global.

Ser seguidores, o ser protagonistas: esa es la disyuntiva. Los empresarios, como siempre, apostamos por lo segundo.

Víctor Gutiérrez Martínez

Presidente de la Comisión de Innovación del CCE

Por: Víctor Gutiérrez Martínez

La tecnología se mueve a pasos agigantados. Nuestra vida cotidiana está rodeada de cambios provocados por la innovación: vehículos no tripulados, impresoras 3D, medicina personalizada o computación cuántica son sólo algunos ejemplos de los recursos tecnológicos con los que cuenta nuestra generación. Sin embargo, México no ha sido un protagonista en este desarrollo.

Al contrario, nuestro país se ha caracterizado por adoptar las tecnologías y adaptarse a los cambios que lideran las economías industrializadas. Hemos sido seguidores de los procesos de difusión tecnológica global, más que precursores de su desarrollo. La inversión en ciencia y tecnología continúa siendo baja en el país: el gasto en investigación y desarrollo estuvo por debajo del 0.6% de la producción nacional, lejosdel 2.4% del promedio de la OCDE.

México tiene que elevar esta inversión a un mínimo de 1.5% del PIB. Para lograrlo, debe estimularse la participación del capital privado (seed y venture capital, entre otros), incrementarse los incentivos fiscales a la innovación y, sobre todo, es necesario que el sector privado y el académico trabajemos juntos en la búsqueda de nuevas soluciones productivas. Con esquemas integrales de cooperación entre las empresas y los centros de investigación, países como Corea del Sur han logrado que la participación del sector privado en desarrollo tecnológico alcance el 80% del total.

Los empresarios mexicanos podemos incrementar nuestra participación y estamos decididos a hacerlo. Por eso, como parte de agenda México Mejor Futuro, proponemos que se estimulen los fondos de capital asociados a la innovación, a la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Los negocios debemos adaptarnos a los nuevos tiempos, los métodos de producción tienen que evolucionar y las manufacturas deben integrar la innovación a su actividad cotidiana.

Nuestro país tiene que ser parte de la nueva revolución productiva. La industria 4.0 está rompiendo los esquemas tradicionales para hacer negocios y México debe estar preparado para tomar su lugar como un país competitivo en esta nueva industria. Actualmente, ya hemos demostrado la capacidad de incorporar altos niveles de tecnología y procesos digitales en sectores como el automotriz o el aeronáutico; ahora, tenemos que incorporar a más empresas e industrias para que se sumen a las nuevas tendencias tecnológicas.

Tenemos el talento para ser precursores de los nuevos cambios tecnológicos. México debe ser un protagonista de esta transformación. Para lograrlo, es indispensable que tomemos hoy las decisiones que definirán cuál será nuestra posición en la competencia global el día de mañana.

En el sector privado estamos convencidos de que México puede ser una economía a la vanguardia. Pero necesitamos un plan que nos permita detonar nuestro potencial como pioneros del desarrollo tecnológico. En el próximo debate presidencial, esperemos que los candidatos sean capaces de proponerlo. Queremos conocer cuál es su propuesta para potenciar la innovación y desarrollo tecnológico en México, qué proponen para aumentar de manera importante la inversión en innovación y desarrollo tecnológico, y cuáles son los grandes retos que México debe atender frente al cambio tecnológico global.

Ser seguidores, o ser protagonistas: esa es la disyuntiva. Los empresarios, como siempre, apostamos por lo segundo.

Víctor Gutiérrez Martínez

Presidente de la Comisión de Innovación del CCE