/ miércoles 12 de febrero de 2020

Centro de Barrio | Al diablo la innovación

Discusiones y discusiones en los últimos años nos hacen coincidir en la dirección mas no en el método: cambiar la forma en que nos movemos en las grandes ciudades, volverlas sustentables. Parece que sólo hay un acuerdo, que todos los demás se muevan en transporte público, salvo yo, que necesito el coche. Finalmente somos seres que actuamos por inercia y nadie está dispuesto a sustituir un viaje en el congestionamiento, pero con la comodidad de un asiento y nuestra propia música. De ahí la resistencia a reducir capacidad vial para dar paso a autobuses o bicicletas.

Con el desarrollo de aplicaciones, sin embargo, podemos eficientar el manejo de la flota disponible. Hay un número considerable de usuarios que no cambiarían su auto por ir apretujados en un autobús pero sí por otras alternativas: rento un vehículo por horas, llamo a un coche con chofer, comparto mi propio auto con otra persona desconocida o me subo en el coche de alguien más.

Por años ha sido legal que una camioneta turística vaya de hotel en hotel recogiendo viajeros para llevarlos a las Pirámides de Teotihuacan. Con el mismo fundamento legal, las vagonetas de Jetty, Bussi o Urbvan han ofrecido viajes colectivos en los últimos meses, y se habla de otras empresa interesadas en hacerlo. Jetty, a su vez, ha encontrado como nicho ciertos viajes de gran distancia, aprovechando las autopistas urbanas de la ciudad, en alianza con el concesionario SVBus. El resultado es miles de viajeros satisfechos con el servicio, que proveen retroalimentación a la empresa y ésta sabe reaccionar de manera inmediata.

Para 6 mil usuarios esto ha sido muy conveniente. Para la autoridad, no. Han remitido los autobuses al depósito, han perseguido a las empresas que ofrecen servicios colectivos y han dejado varados a miles de usuarios no sólo de las rutas que servía Jetty, sino también de otras rutas del poniente, atendidas por la paraestatal RTP, para dar el servicio de Coapa a Santa Fe, con la misma tarifa que el concesionario, 20 pesos, pero una mínima parte de la calidad.

Esto no tiene solución. Para la autoridad el servicio basado en apps es ilegal. No lo es. La empresa SVBus está autorizada a prestar el servicio. Todo esto sale más barato que la gasolina, el peaje y el estacionamiento de un coche. Lo conveniente para los usuarios es que Jetty continúe, las autoridades están obsesionadas contra los que innovan, en la ciudad innovadora y de derechos.

El programa de primer empleo que Claudia Sheinbaum aplicó en la designación al frente de la Secretaría de Movilidad no está funcionando. Su titular jamás ha tenido necesidad de confrontar sus ideas con la realidad. Hoy está haciendo un daño terrible: persigue a las bicicletas, a los patines, se queda de brazos cruzados frente al desastroso sistema de transporte concesionado, persigue todas las formas innovadoras de movilidad.

No se irá. No se ilusionen. Faltan muchas alternativas por dañar. Sheinbaum no se da cuenta. Ambos tienen el poder de transformar la movilidad en poco tiempo, pero no lo harán, creen que comprar bonitos autobuses y trolebuses operados por el gobierno es suficiente, y no es así. El tiempo nos dará la razón, de momento gana el junior y pierden los “godínez” de Santa Fe.

Discusiones y discusiones en los últimos años nos hacen coincidir en la dirección mas no en el método: cambiar la forma en que nos movemos en las grandes ciudades, volverlas sustentables. Parece que sólo hay un acuerdo, que todos los demás se muevan en transporte público, salvo yo, que necesito el coche. Finalmente somos seres que actuamos por inercia y nadie está dispuesto a sustituir un viaje en el congestionamiento, pero con la comodidad de un asiento y nuestra propia música. De ahí la resistencia a reducir capacidad vial para dar paso a autobuses o bicicletas.

Con el desarrollo de aplicaciones, sin embargo, podemos eficientar el manejo de la flota disponible. Hay un número considerable de usuarios que no cambiarían su auto por ir apretujados en un autobús pero sí por otras alternativas: rento un vehículo por horas, llamo a un coche con chofer, comparto mi propio auto con otra persona desconocida o me subo en el coche de alguien más.

Por años ha sido legal que una camioneta turística vaya de hotel en hotel recogiendo viajeros para llevarlos a las Pirámides de Teotihuacan. Con el mismo fundamento legal, las vagonetas de Jetty, Bussi o Urbvan han ofrecido viajes colectivos en los últimos meses, y se habla de otras empresa interesadas en hacerlo. Jetty, a su vez, ha encontrado como nicho ciertos viajes de gran distancia, aprovechando las autopistas urbanas de la ciudad, en alianza con el concesionario SVBus. El resultado es miles de viajeros satisfechos con el servicio, que proveen retroalimentación a la empresa y ésta sabe reaccionar de manera inmediata.

Para 6 mil usuarios esto ha sido muy conveniente. Para la autoridad, no. Han remitido los autobuses al depósito, han perseguido a las empresas que ofrecen servicios colectivos y han dejado varados a miles de usuarios no sólo de las rutas que servía Jetty, sino también de otras rutas del poniente, atendidas por la paraestatal RTP, para dar el servicio de Coapa a Santa Fe, con la misma tarifa que el concesionario, 20 pesos, pero una mínima parte de la calidad.

Esto no tiene solución. Para la autoridad el servicio basado en apps es ilegal. No lo es. La empresa SVBus está autorizada a prestar el servicio. Todo esto sale más barato que la gasolina, el peaje y el estacionamiento de un coche. Lo conveniente para los usuarios es que Jetty continúe, las autoridades están obsesionadas contra los que innovan, en la ciudad innovadora y de derechos.

El programa de primer empleo que Claudia Sheinbaum aplicó en la designación al frente de la Secretaría de Movilidad no está funcionando. Su titular jamás ha tenido necesidad de confrontar sus ideas con la realidad. Hoy está haciendo un daño terrible: persigue a las bicicletas, a los patines, se queda de brazos cruzados frente al desastroso sistema de transporte concesionado, persigue todas las formas innovadoras de movilidad.

No se irá. No se ilusionen. Faltan muchas alternativas por dañar. Sheinbaum no se da cuenta. Ambos tienen el poder de transformar la movilidad en poco tiempo, pero no lo harán, creen que comprar bonitos autobuses y trolebuses operados por el gobierno es suficiente, y no es así. El tiempo nos dará la razón, de momento gana el junior y pierden los “godínez” de Santa Fe.

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