/ miércoles 10 de octubre de 2018

Centro de barrio | Feliz cumpleaños Línea 12

Este 30 de octubre, la línea 12 del metro de la Ciudad de México cumplirá un sexenio en operación. No tengo la menor duda, y me parece que la mayoría de los usuarios cotidianos coincidirá conmigo, es la mejor de la red. Sus trenes son más anchos, los andenes también, la rodadura metálica da un desplazamiento más confortable a los usuarios.

Sin embargo, de marzo de 2014 a noviembre de 2015 cerraron 11 estaciones de la línea 12. Durante esas fechas, escuchamos una retahíla de “argumentos” de por qué la línea estaba mal construida. En cosa de días, el único Jefe de Gobierno que ha cumplido el periodo para el cual fue electo, Marcelo Ebrard Casaubon, se convirtió en la persona más odiada y de hecho la situación lo orilló al autoexilio.

Ahora Ebrard está a 50 días de convertirse en el canciller de México. Sin embargo, muchos se preguntarán ¿qué pasó con la línea 12? Más allá de una supuesta “incompatibilidad” de ruedas y vías, como denunciaba el Sistema de Transporte Colectivo Metro en 2014, había un problema fundamental, el desgaste disparejo de ruedas y vías, por la cantidad de curvas en el tramo elevado de la línea. La solución siempre fue un programa de mantenimiento permanente que incluía acciones como lubricación, reperfilado de vías o la rotación de los trenes.

La línea 12 sí presentó un desgaste irregular en vías y ruedas, como ha sucedido en otros metros del mundo, pero en vez de atenderlo, el peor director que haya tenido el STC Metro, saboteó la operación y dejó que el problema agravara. En vez de dar mantenimiento a la línea, se tomaron decisiones que sólo la deterioraron. Por ejemplo, se redujo la velocidad máxima de los trenes sin modificar el peralte de las curvas, lo que en la práctica representa cargar más peso justo en donde se daba el desgaste en forma ondulatoria. A partir de la reducción de velocidad se elevó el número de fallas en la operación.

Cuando la línea 12 cerró, en efecto, no estaba en condiciones de operar. La línea, y con ella 400 mil usuarios, era presa de una venganza política. El director del metro trabajó 17 meses para que la línea no reabriera. Fue hasta la llegada del siguiente director, Jorge Gaviño, que hubo un esfuerzo en la dirección adecuada, si bien él sí sostiene que la línea estuvo mal construida (lo que representa la “versión oficial”).

Entre 2014 y 2015 recopilé información y publiqué textos explicando lo mismo que describo aquí. La línea tenía problemas solucionables, pero la dejaron caer por un móvil político.

Durante la crisis de la línea 12, también se habló de que los dólares con los que se pagan los trenes se contrataron a 16 y 17 pesos, estando la divisa a 13. El común de la gente no tiene por qué saber del mercado de futuros; el gobierno de la ciudad tomó una decisión correcta, al contratar coberturas para su endeudamiento, y como prueba tenemos un dólar por encima de los 18 pesos desde mayo de 2016, y quizá arriba de los 25 cuando el contrato termine su vigencia, pero la ciudad los pagará a 17.

Con la línea 12 se manipuló a la opinión pública para enfrentarla a un actor político. Hoy, sin embargo, Ebrard parte un pastel, que no sólo representa los seis años de una línea del metro, o su propio cumpleaños, que hoy celebra, sino su regreso a la política.

Este 30 de octubre, la línea 12 del metro de la Ciudad de México cumplirá un sexenio en operación. No tengo la menor duda, y me parece que la mayoría de los usuarios cotidianos coincidirá conmigo, es la mejor de la red. Sus trenes son más anchos, los andenes también, la rodadura metálica da un desplazamiento más confortable a los usuarios.

Sin embargo, de marzo de 2014 a noviembre de 2015 cerraron 11 estaciones de la línea 12. Durante esas fechas, escuchamos una retahíla de “argumentos” de por qué la línea estaba mal construida. En cosa de días, el único Jefe de Gobierno que ha cumplido el periodo para el cual fue electo, Marcelo Ebrard Casaubon, se convirtió en la persona más odiada y de hecho la situación lo orilló al autoexilio.

Ahora Ebrard está a 50 días de convertirse en el canciller de México. Sin embargo, muchos se preguntarán ¿qué pasó con la línea 12? Más allá de una supuesta “incompatibilidad” de ruedas y vías, como denunciaba el Sistema de Transporte Colectivo Metro en 2014, había un problema fundamental, el desgaste disparejo de ruedas y vías, por la cantidad de curvas en el tramo elevado de la línea. La solución siempre fue un programa de mantenimiento permanente que incluía acciones como lubricación, reperfilado de vías o la rotación de los trenes.

La línea 12 sí presentó un desgaste irregular en vías y ruedas, como ha sucedido en otros metros del mundo, pero en vez de atenderlo, el peor director que haya tenido el STC Metro, saboteó la operación y dejó que el problema agravara. En vez de dar mantenimiento a la línea, se tomaron decisiones que sólo la deterioraron. Por ejemplo, se redujo la velocidad máxima de los trenes sin modificar el peralte de las curvas, lo que en la práctica representa cargar más peso justo en donde se daba el desgaste en forma ondulatoria. A partir de la reducción de velocidad se elevó el número de fallas en la operación.

Cuando la línea 12 cerró, en efecto, no estaba en condiciones de operar. La línea, y con ella 400 mil usuarios, era presa de una venganza política. El director del metro trabajó 17 meses para que la línea no reabriera. Fue hasta la llegada del siguiente director, Jorge Gaviño, que hubo un esfuerzo en la dirección adecuada, si bien él sí sostiene que la línea estuvo mal construida (lo que representa la “versión oficial”).

Entre 2014 y 2015 recopilé información y publiqué textos explicando lo mismo que describo aquí. La línea tenía problemas solucionables, pero la dejaron caer por un móvil político.

Durante la crisis de la línea 12, también se habló de que los dólares con los que se pagan los trenes se contrataron a 16 y 17 pesos, estando la divisa a 13. El común de la gente no tiene por qué saber del mercado de futuros; el gobierno de la ciudad tomó una decisión correcta, al contratar coberturas para su endeudamiento, y como prueba tenemos un dólar por encima de los 18 pesos desde mayo de 2016, y quizá arriba de los 25 cuando el contrato termine su vigencia, pero la ciudad los pagará a 17.

Con la línea 12 se manipuló a la opinión pública para enfrentarla a un actor político. Hoy, sin embargo, Ebrard parte un pastel, que no sólo representa los seis años de una línea del metro, o su propio cumpleaños, que hoy celebra, sino su regreso a la política.

ÚLTIMASCOLUMNAS