/ miércoles 25 de septiembre de 2019

Centro de Barrio | Pilotos

Hace unas semanas se realizó una prueba piloto en las avenidas Revolución y Patriotismo, donde, mediante el uso de “trafitambos” se segregó el carril del autobús. Para los usuarios del automóvil no había ninguna consecuencia de invadir el carril. Al cierre del proyecto piloto se concluyó que los tiempos se habían reducido en un mísero 2 por ciento, lo cual tendría que haber probado la nula efectividad del carril. A mi juicio, sin embargo, probó la nula efectividad de la prueba piloto, no de la segregación parcial del carril.

Con esa misma lógica, pronto se comenzarán pruebas piloto en los Ejes 2 y 3 Poniente. Hay riesgos, considerando la cantidad de escuelas que hay en el corredor y que la Ruta 1 sólo ha hecho una renovación parcial de su flota. ¿Significa eso que no debe instrumentarse el carril segregado para el autobús que viaja entre Pemex y Coyoacán o Coapa? Significa, simplemente, que hacer pruebas piloto en rutas de transporte público es una estrategia equivocada: hay demasiadas condiciones particulares en el diseño de una ruta de transporte, que no alcanzan a mostrarse mediante un pilotaje.

Las pruebas piloto se han usado bastante en los últimos años. Así se logró el cierre de Madero en el Centro Histórico de Ciudad de México, así también se le quitaron carriles a 20 de Noviembre, o se modificaron las geometrías de muchos cruces de la ciudad. En los casos que menciono, la prueba piloto era relativamente simple, como también acaba de hacer la alcaldía Miguel Hidalgo en la calle Virgilio, en Polanquito. Esto le permitió recibir retroalimentación de los vecinos e identificar las posibilidades de cierre definitivo.

¿Es malo que la Secretaría de Movilidad realice pruebas piloto en vez de la instrumentación directa? Veo, al menos, un efecto bueno. La instrumentación del pilotaje permite socializar una acción permanente, de tal manera que los efectos son paulatinos y no abruptos. Sin embargo, también se puede caer en lo que atinadamente bromeó Laura Ballesteros: “Millenials descubren el carril bus - bici”. Si lo que nuestros “genios” de la Secretaria de Movilidad quieren hacer es demostrar la viabilidad de un carril compartido entre autobuses y bicicletas, es evidente que ya tenemos varios ejemplos en operación.

Reconozco que, en buena medida, el anuncio de la prueba piloto genera poco entusiasmo. Como pastor que bromea con la llegada del lobo hasta que ya nadie le cree, la Secretaría de Movilidad ha venido apoyando medidas contra la movilidad sustentable (alza en velocidades, confiscación de bicicletas sin anclaje, viaducto elevado en Xochimilco, cancelación de ciclovías, etc.), y ahora que podríamos estar ante su primera gran acción positiva ya nadie confía en lo que están haciendo.

Sin embargo, es claro que la nueva administración se ha negado a voltear a ver las acciones instrumentadas en el pasado y parece que sólo intentan innovar por innovar. Veamos qué tal funciona su prueba piloto de carriles semi segregados y compartidos con la bicicleta, de Universidad a Paseo de la Reforma por Gabriel Mancera - Monterrey - Florencia, y de Insurgentes a Universidad, por Medellín - Amores - Coyoacán. Veamos también cómo vuelven permanente el carril de autobuses para Patriotismo y Revolución, haciendo cumplir el Reglamento de Tránsito sin que las fotocívicas los dejen en ridículo.

Hace unas semanas se realizó una prueba piloto en las avenidas Revolución y Patriotismo, donde, mediante el uso de “trafitambos” se segregó el carril del autobús. Para los usuarios del automóvil no había ninguna consecuencia de invadir el carril. Al cierre del proyecto piloto se concluyó que los tiempos se habían reducido en un mísero 2 por ciento, lo cual tendría que haber probado la nula efectividad del carril. A mi juicio, sin embargo, probó la nula efectividad de la prueba piloto, no de la segregación parcial del carril.

Con esa misma lógica, pronto se comenzarán pruebas piloto en los Ejes 2 y 3 Poniente. Hay riesgos, considerando la cantidad de escuelas que hay en el corredor y que la Ruta 1 sólo ha hecho una renovación parcial de su flota. ¿Significa eso que no debe instrumentarse el carril segregado para el autobús que viaja entre Pemex y Coyoacán o Coapa? Significa, simplemente, que hacer pruebas piloto en rutas de transporte público es una estrategia equivocada: hay demasiadas condiciones particulares en el diseño de una ruta de transporte, que no alcanzan a mostrarse mediante un pilotaje.

Las pruebas piloto se han usado bastante en los últimos años. Así se logró el cierre de Madero en el Centro Histórico de Ciudad de México, así también se le quitaron carriles a 20 de Noviembre, o se modificaron las geometrías de muchos cruces de la ciudad. En los casos que menciono, la prueba piloto era relativamente simple, como también acaba de hacer la alcaldía Miguel Hidalgo en la calle Virgilio, en Polanquito. Esto le permitió recibir retroalimentación de los vecinos e identificar las posibilidades de cierre definitivo.

¿Es malo que la Secretaría de Movilidad realice pruebas piloto en vez de la instrumentación directa? Veo, al menos, un efecto bueno. La instrumentación del pilotaje permite socializar una acción permanente, de tal manera que los efectos son paulatinos y no abruptos. Sin embargo, también se puede caer en lo que atinadamente bromeó Laura Ballesteros: “Millenials descubren el carril bus - bici”. Si lo que nuestros “genios” de la Secretaria de Movilidad quieren hacer es demostrar la viabilidad de un carril compartido entre autobuses y bicicletas, es evidente que ya tenemos varios ejemplos en operación.

Reconozco que, en buena medida, el anuncio de la prueba piloto genera poco entusiasmo. Como pastor que bromea con la llegada del lobo hasta que ya nadie le cree, la Secretaría de Movilidad ha venido apoyando medidas contra la movilidad sustentable (alza en velocidades, confiscación de bicicletas sin anclaje, viaducto elevado en Xochimilco, cancelación de ciclovías, etc.), y ahora que podríamos estar ante su primera gran acción positiva ya nadie confía en lo que están haciendo.

Sin embargo, es claro que la nueva administración se ha negado a voltear a ver las acciones instrumentadas en el pasado y parece que sólo intentan innovar por innovar. Veamos qué tal funciona su prueba piloto de carriles semi segregados y compartidos con la bicicleta, de Universidad a Paseo de la Reforma por Gabriel Mancera - Monterrey - Florencia, y de Insurgentes a Universidad, por Medellín - Amores - Coyoacán. Veamos también cómo vuelven permanente el carril de autobuses para Patriotismo y Revolución, haciendo cumplir el Reglamento de Tránsito sin que las fotocívicas los dejen en ridículo.

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