/ miércoles 18 de abril de 2018

Centro de barrio | ¿Privatización o falta de visión de largo plazo?

Hace unos días, Claudia Sheinbaum, en entrevista con Javier Risco y Gabriela Warkentin, hizo una referencia explícita al espacio público: “Esta administración se dedicó a privatizar el espacio público”. Como titular de un organismo llamado “Autoridad del Espacio Público”, no dejo de preocuparme por las posibles acciones que se hayan tomado en dirección de la privatización del espacio público.

No es la primera vez que escucho esta afirmación. Es ligera, pero sí hay posibles reflexiones al respecto.

Siendo estrictos no existe tal privatización del espacio público, pero gane quien gane, debemos revisar algunas acciones de política pública. Por ejemplo, los permisos para muebles publicitarios. Ha crecido el número de pemisos para colocar muebles con publicidad: para muros verdes, para reciclaje de basura, relojes, para sitios de taxi. ¿Es eso privatización? Repasemos cuántos de estos muebles publicitarios fueron permisionados entre 2001 y 2006. No fueron pocos.

Los “bajopuentes” son espacios olvidados en medio de infraestructuras de la ciudad. A finales de la administración de Marcelo Ebrard fueron permisionados algunos de estos espacios y los proyectos se fueron concretando durante la presente administración. ¿Es privatización? Realmente son una estrategia magnífica de mejorar los espacios residuales de la ciudad. Si existe una manera distinta de hacerlo, bienvenida, pero hasta hace algunos años esto no sucedía.

¿Los parques, las plazas, las calles, se han privatizado? En realidad, y esto es lamentable, por décadas nos hemos ido encerrando y donde antes había una calle abierta ahora hay rejas, en algunos parques los operadores de juegos mecánicos, brincolines, inflables y coches eléctricos se han instalado sin dar nada a cambio a la ciudad. Es un tema sobre el que hace falta tomar decisiones a futuro.

Privatizar es excluir, y eso no debe ocurrir, pero a veces la convivencia con usos económicos puede generar oportunidades de mejora, mantenimiento, operación, activación y seguridad. Lo importante no es el qué, sino el cómo.

Sí hay un caso de privatización del espacio público: el Parque La Mexicana. Sin un esquema de inversión privada no habría sido posible integrar este equipamiento, que hace unos meses sólo era una mina abandonada, pero el esquema de operación es muy discutible: el espacio fue concesionado a un fideicomiso cuya condición primordial es no cobrar al público... por la entrada al parque, lo cual permite rentar espacios, cobrar por ciertas actividades e imponer reglas que no están presentes en el espacio público, entendido éste como un espacio de libertades.

La administración que está por terminar hizo mucho por mejorar el espacio público, pero tal vez ha faltado organización, evitar duplicidades institucionales. En aras de quitar atribuciones a la Autoridad del Espacio Público (sí, eso ha ocurrido desde que llegué) ahora todos hacen espacio público ... ¡y eso es magnífico! Hay que ordenar los muebles publicitarios, ser estratégicos en el uso de medidas de integración urbana, mejorar el mantenimiento de espacios, hay que generar políticas públicas con visión de largo plazo desde una única entidad.

Hace unos días, Claudia Sheinbaum, en entrevista con Javier Risco y Gabriela Warkentin, hizo una referencia explícita al espacio público: “Esta administración se dedicó a privatizar el espacio público”. Como titular de un organismo llamado “Autoridad del Espacio Público”, no dejo de preocuparme por las posibles acciones que se hayan tomado en dirección de la privatización del espacio público.

No es la primera vez que escucho esta afirmación. Es ligera, pero sí hay posibles reflexiones al respecto.

Siendo estrictos no existe tal privatización del espacio público, pero gane quien gane, debemos revisar algunas acciones de política pública. Por ejemplo, los permisos para muebles publicitarios. Ha crecido el número de pemisos para colocar muebles con publicidad: para muros verdes, para reciclaje de basura, relojes, para sitios de taxi. ¿Es eso privatización? Repasemos cuántos de estos muebles publicitarios fueron permisionados entre 2001 y 2006. No fueron pocos.

Los “bajopuentes” son espacios olvidados en medio de infraestructuras de la ciudad. A finales de la administración de Marcelo Ebrard fueron permisionados algunos de estos espacios y los proyectos se fueron concretando durante la presente administración. ¿Es privatización? Realmente son una estrategia magnífica de mejorar los espacios residuales de la ciudad. Si existe una manera distinta de hacerlo, bienvenida, pero hasta hace algunos años esto no sucedía.

¿Los parques, las plazas, las calles, se han privatizado? En realidad, y esto es lamentable, por décadas nos hemos ido encerrando y donde antes había una calle abierta ahora hay rejas, en algunos parques los operadores de juegos mecánicos, brincolines, inflables y coches eléctricos se han instalado sin dar nada a cambio a la ciudad. Es un tema sobre el que hace falta tomar decisiones a futuro.

Privatizar es excluir, y eso no debe ocurrir, pero a veces la convivencia con usos económicos puede generar oportunidades de mejora, mantenimiento, operación, activación y seguridad. Lo importante no es el qué, sino el cómo.

Sí hay un caso de privatización del espacio público: el Parque La Mexicana. Sin un esquema de inversión privada no habría sido posible integrar este equipamiento, que hace unos meses sólo era una mina abandonada, pero el esquema de operación es muy discutible: el espacio fue concesionado a un fideicomiso cuya condición primordial es no cobrar al público... por la entrada al parque, lo cual permite rentar espacios, cobrar por ciertas actividades e imponer reglas que no están presentes en el espacio público, entendido éste como un espacio de libertades.

La administración que está por terminar hizo mucho por mejorar el espacio público, pero tal vez ha faltado organización, evitar duplicidades institucionales. En aras de quitar atribuciones a la Autoridad del Espacio Público (sí, eso ha ocurrido desde que llegué) ahora todos hacen espacio público ... ¡y eso es magnífico! Hay que ordenar los muebles publicitarios, ser estratégicos en el uso de medidas de integración urbana, mejorar el mantenimiento de espacios, hay que generar políticas públicas con visión de largo plazo desde una única entidad.

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