/ miércoles 6 de febrero de 2019

Centro de Barrio | Renuncias tempranas ¡no!

Andrés Lajous, hoy secretario de Movilidad, tuvo dos predecesores que jamás estuvieron interesados en generar una gobernanza de la movilidad, llegaron ahí por su rol en la operación política partidista.

En los meses previos a la llegada de Lajous al edificio de Álvaro Obregón 269, ocurrió la proliferación de las bicicletas sin anclaje y los patines eléctricos, todos arrancando operaciones sin que hubiera lineamientos legales para ello, y posteriormente se emitieron lineamientos temporales y limitados que no satisfacían las necesidades de la ciudad.

Salvo recientes acciones de autoridades locales, donde decenas de bicicletas y patines han sido retirados de las calles y puestos a disposición de sus dueños, en general estos vehículos han quedado ubicados en una disposición un tanto aleatoria, a menudo afectando al peatón.

Mi postura personal sí es favorable a estas nuevas alternativas, pero bajo una estrategia que ponga el interés público por delante.

Acaba de ocurrir la primera muerte de un usuario de Lime, una empresa que entró a México en el mercado de los patines eléctricos. Fue embestido por un conductor, poco antes del amanecer.

En una nota periodística leí: demandan la renuncia de Andrés Lajous. Discrepo absolutamente de una postura así, a penas dos meses después de la entrada del gobierno de Claudia Sheinbaum, y tras seis años en los que se habló y habló y habló de movilidad pero que la cúpula de la Secretaría de Movilidad se mantuvo ocupada en otras materias.

En 2016, por ejemplo, inició un servicio de bicicletas colectivas con fines turísticos, Bicicom, que con alegría recorría el centro de la ciudad, con todos los usuarios pedaleando y un líder que daba dirección al convoy. El servicio costaba, lo cual fue la base para decomisar las bicicletas y luego sacar un servicio en paralelo, Bicioruga, basado en propinas y promovido por aliados del entonces secretario de Movilidad. Básicamente, lo que ocurrió con Bicicom fue un delito promovido por la autoridad: les robaron la idea so pretexto que no podían cobrar el servicio, como hace el Turibús, tras la negativa a obedecer un mensaje amenazador: “véndeme tus bicicletas”.

La nueva conformación de la Secretaría de Movilidad, necesaria, en un gobierno que parece tener dirección clara, implica atender temas rezagados por los intereses de los predecesores de Lajous. Sí hay omisión de la autoridad, sí hay responsabilidad oficial en la muerte del usuario de Lime, pero ésta no comienza el 5 de diciembre, sino meses atrás cuando empezaron a diseminarse estos vehículos por toda la ciudad.

La forma de trabajo de Andrés Lajous da esperanza, se percibe una estructura horizontal de toma de decisiones. Los retos son muchos, pero conozco a muchos de sus colaboradores, comprometidos, con experiencia en el gobierno, pero ahora articulados en una institución que tiene voluntad de transformación de la movilidad. Eso cambia mucho las posibilidades.

Si cuando madure más este gobierno no hay resultados, entonces sí, la demanda de renuncia puede ser pertinente, no ahora, cuando quienes entran lo hacen con voluntad y capacidad de cambiar las cosas. De mi parte cuentan con un voto de confianza.

Andrés Lajous, hoy secretario de Movilidad, tuvo dos predecesores que jamás estuvieron interesados en generar una gobernanza de la movilidad, llegaron ahí por su rol en la operación política partidista.

En los meses previos a la llegada de Lajous al edificio de Álvaro Obregón 269, ocurrió la proliferación de las bicicletas sin anclaje y los patines eléctricos, todos arrancando operaciones sin que hubiera lineamientos legales para ello, y posteriormente se emitieron lineamientos temporales y limitados que no satisfacían las necesidades de la ciudad.

Salvo recientes acciones de autoridades locales, donde decenas de bicicletas y patines han sido retirados de las calles y puestos a disposición de sus dueños, en general estos vehículos han quedado ubicados en una disposición un tanto aleatoria, a menudo afectando al peatón.

Mi postura personal sí es favorable a estas nuevas alternativas, pero bajo una estrategia que ponga el interés público por delante.

Acaba de ocurrir la primera muerte de un usuario de Lime, una empresa que entró a México en el mercado de los patines eléctricos. Fue embestido por un conductor, poco antes del amanecer.

En una nota periodística leí: demandan la renuncia de Andrés Lajous. Discrepo absolutamente de una postura así, a penas dos meses después de la entrada del gobierno de Claudia Sheinbaum, y tras seis años en los que se habló y habló y habló de movilidad pero que la cúpula de la Secretaría de Movilidad se mantuvo ocupada en otras materias.

En 2016, por ejemplo, inició un servicio de bicicletas colectivas con fines turísticos, Bicicom, que con alegría recorría el centro de la ciudad, con todos los usuarios pedaleando y un líder que daba dirección al convoy. El servicio costaba, lo cual fue la base para decomisar las bicicletas y luego sacar un servicio en paralelo, Bicioruga, basado en propinas y promovido por aliados del entonces secretario de Movilidad. Básicamente, lo que ocurrió con Bicicom fue un delito promovido por la autoridad: les robaron la idea so pretexto que no podían cobrar el servicio, como hace el Turibús, tras la negativa a obedecer un mensaje amenazador: “véndeme tus bicicletas”.

La nueva conformación de la Secretaría de Movilidad, necesaria, en un gobierno que parece tener dirección clara, implica atender temas rezagados por los intereses de los predecesores de Lajous. Sí hay omisión de la autoridad, sí hay responsabilidad oficial en la muerte del usuario de Lime, pero ésta no comienza el 5 de diciembre, sino meses atrás cuando empezaron a diseminarse estos vehículos por toda la ciudad.

La forma de trabajo de Andrés Lajous da esperanza, se percibe una estructura horizontal de toma de decisiones. Los retos son muchos, pero conozco a muchos de sus colaboradores, comprometidos, con experiencia en el gobierno, pero ahora articulados en una institución que tiene voluntad de transformación de la movilidad. Eso cambia mucho las posibilidades.

Si cuando madure más este gobierno no hay resultados, entonces sí, la demanda de renuncia puede ser pertinente, no ahora, cuando quienes entran lo hacen con voluntad y capacidad de cambiar las cosas. De mi parte cuentan con un voto de confianza.

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