/ miércoles 13 de junio de 2018

Centro de barrio | Transporte y popularidad

El pasado lunes, por convocatoria de La Voz de Polanco, y moderados por Salvador Camarena, debatieron Margarita Martínez Fisher y Víctor Hugo Romo, candidatos a la alcaldía de Miguel Hidalgo. Voy a centrarme en uno de los planteamientos finales, derivados de preguntas de vecinos: la Línea 7 del Metrobús.

Todo parece indicar que el Metrobús sobre Paseo de la Reforma sigue siendo un tema que preocupa a vecinos de Polanco y Lomas, dudo que la discusión mantenga su relevancia para el resto de la ciudad. Quienes lo han usado, como yo, tienen en general una buena impresión: el servicio cuenta con buenas frecuencias de paso, es rápido, y todavía se puede conseguir lugar, incluso en hora punta.

El doble piso está funcionando bien. Uno de los puntos cuestionados es el retorno, cerca de Periférico, que ciertamente no es el mejor lugar por la propia demanda, ni por la congestión de la zona. Entonces uno de los planteamientos que se escuchó en el debate fue terminar el servicio en la Estela de Luz y no en Monte Elbruz. Hay quejas respecto a la publicidad en las paradas y la convivencia con otras rutas, cuya discusión es pertinente, no así el servicio mismo.

El moderador cuestionó tanto a Romo como a Martínez Fisher sobre su compromiso para cancelar el servicio de la Estela de Luz a Monte Elbruz. Ambos candidatos, a su modo, se comprometieron a ello; Magui Fisher acotó el tema a las facultades de los alcaldes; Víctor Romo dijo que desde el 2 de julio demandará su cancelación.

Ambos políticos, a mi juicio, cometen un acto irresponsable, dejados de la necesidad de votos, del miedo a un abucheo o la búsqueda del aplauso fácil. Puede ser discutible la terminal del metrobús, yo mismo dudo que la más adecuada sea Monte Elbruz (para mí debería ser Prado o Explanada), pero lo que no podemos hacer es escuchar sólo a un pequeño sector de la población (Polanco – Lomas) y dejar de lado toda la información técnica que se generó para el diseño de esa línea en los últimos dos años.

Las rutas de transporte no pueden estar subordinadas a la popularidad de las mismas. Cualquiera que observe el intenso movimiento de oficinistas por la mañana, a la hora de la comida y a partir de las 6 de la tarde podrá darse cuenta que entre la Estela de Luz y las calles de Prado Norte y Prado Sur, trabajan miles de empleados que requieren de un servicio de transporte público, y que los intereses de los vecinos en todo caso deben exigir un buen diseño técnico, que no atraiga el comercio informal, pero no tendrían por qué interferir con la satisfacción de una necesidad tan básica como el transporte público.

Los trabajadores de la zona tienen derecho a un buen transporte, conforme al Artículo 13-E de la Constitución de la Ciudad de México: “Toda persona tiene derecho a la movilidad en condiciones de seguridad, accesibilidad, comodidad, eficiencia, calidad e igualdad ... Las autoridades adoptarán las medidas necesarias para garantizar el ejercicio de este derecho ...”. El compromiso de ambos candidatos violenta este artículo.

Que la boca de mis queridos amigos Magui y Romo se haga chicharrón, el servicio de Metrobús Línea 7 debe continuar, y de preferencia crecer hacia el poniente, incluyendo un cómodo ramal hacia Santa Fe.

Debemos aprender que el transporte público lleva un diseño técnico, no un concurso de popularidad o una validación electoral.

El pasado lunes, por convocatoria de La Voz de Polanco, y moderados por Salvador Camarena, debatieron Margarita Martínez Fisher y Víctor Hugo Romo, candidatos a la alcaldía de Miguel Hidalgo. Voy a centrarme en uno de los planteamientos finales, derivados de preguntas de vecinos: la Línea 7 del Metrobús.

Todo parece indicar que el Metrobús sobre Paseo de la Reforma sigue siendo un tema que preocupa a vecinos de Polanco y Lomas, dudo que la discusión mantenga su relevancia para el resto de la ciudad. Quienes lo han usado, como yo, tienen en general una buena impresión: el servicio cuenta con buenas frecuencias de paso, es rápido, y todavía se puede conseguir lugar, incluso en hora punta.

El doble piso está funcionando bien. Uno de los puntos cuestionados es el retorno, cerca de Periférico, que ciertamente no es el mejor lugar por la propia demanda, ni por la congestión de la zona. Entonces uno de los planteamientos que se escuchó en el debate fue terminar el servicio en la Estela de Luz y no en Monte Elbruz. Hay quejas respecto a la publicidad en las paradas y la convivencia con otras rutas, cuya discusión es pertinente, no así el servicio mismo.

El moderador cuestionó tanto a Romo como a Martínez Fisher sobre su compromiso para cancelar el servicio de la Estela de Luz a Monte Elbruz. Ambos candidatos, a su modo, se comprometieron a ello; Magui Fisher acotó el tema a las facultades de los alcaldes; Víctor Romo dijo que desde el 2 de julio demandará su cancelación.

Ambos políticos, a mi juicio, cometen un acto irresponsable, dejados de la necesidad de votos, del miedo a un abucheo o la búsqueda del aplauso fácil. Puede ser discutible la terminal del metrobús, yo mismo dudo que la más adecuada sea Monte Elbruz (para mí debería ser Prado o Explanada), pero lo que no podemos hacer es escuchar sólo a un pequeño sector de la población (Polanco – Lomas) y dejar de lado toda la información técnica que se generó para el diseño de esa línea en los últimos dos años.

Las rutas de transporte no pueden estar subordinadas a la popularidad de las mismas. Cualquiera que observe el intenso movimiento de oficinistas por la mañana, a la hora de la comida y a partir de las 6 de la tarde podrá darse cuenta que entre la Estela de Luz y las calles de Prado Norte y Prado Sur, trabajan miles de empleados que requieren de un servicio de transporte público, y que los intereses de los vecinos en todo caso deben exigir un buen diseño técnico, que no atraiga el comercio informal, pero no tendrían por qué interferir con la satisfacción de una necesidad tan básica como el transporte público.

Los trabajadores de la zona tienen derecho a un buen transporte, conforme al Artículo 13-E de la Constitución de la Ciudad de México: “Toda persona tiene derecho a la movilidad en condiciones de seguridad, accesibilidad, comodidad, eficiencia, calidad e igualdad ... Las autoridades adoptarán las medidas necesarias para garantizar el ejercicio de este derecho ...”. El compromiso de ambos candidatos violenta este artículo.

Que la boca de mis queridos amigos Magui y Romo se haga chicharrón, el servicio de Metrobús Línea 7 debe continuar, y de preferencia crecer hacia el poniente, incluyendo un cómodo ramal hacia Santa Fe.

Debemos aprender que el transporte público lleva un diseño técnico, no un concurso de popularidad o una validación electoral.

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