/ viernes 7 de mayo de 2021

Certipol y la reforma policial municipal

Por Instituto para la Seguridad y Democracia, A.C (Insyde)

En México, la desconcentración y descentralización de las políticas de seguridad en los gobiernos locales busca responder de manera más eficiente a las necesidades específicas de cada territorio, focalizando su acción en el ámbito de la prevención de las violencias y el delito. Esto supone transferir recursos, capacidades y potestades bajo un marco normativo que otorgue las facultades necesarias a las instituciones policiacas locales.

Lo anterior, se vincula a la situación de inseguridad y violencia en México que enfrenta un reto no menor: de los 2,457 municipios que integran el país, alrededor de 650 carecen de fuerza policial, lo que implica que 4% de la población vive en un ayuntamiento que carece de policía local. Esta situación es preocupante dado que los gobiernos locales son los más cercanos con las necesidades de su población y periódicamente enfrentan procesos de elección que permiten identificar con claridad sus necesidades. Esta situación ha llevado incluso a que algunos municipios, cuya responsabilidad sobre la seguridad es mínima, asuman tareas de prevención y de control de las violencias y el delito.

En este contexto, Insyde ha realizado y realiza acompañamiento a instituciones de seguridad para impulsar la reforma policial y el fortalecimiento de sus procesos. Durante 2020 trabajamos con la metodología Certipol en cinco ciudades del país, Ciudad Juárez, Chihuahua, San Pedro Garza García y Guadalupe, Nuevo León, Irapuato, Guanajuato y Puebla, de las cuales cuatro de estas ciudades han logrado la certificación, y en los próximos dos meses existen indicios de que la Policía de Guadalupe, en Nuevo León, alcance esta meta.

La intención de Certipol es desarrollar estándares profesionales en la policía que permitan tener instituciones policiales para disminuir la discrecionalidad en el proceso de recepción y sanción de quejas contra la policía, competencia justa por ascensos y por estímulos, creación de manuales de procedimientos operativos, como por ejemplo para el uso de la fuerza, de detención, traslado de personas detenidas, de patrullaje preventivo y de patrullaje en emergencia. En las instituciones policiales mexicanas es difícil encontrar un mecanismo de apoyo terapéutico para las y los agentes, además de que no todas las corporaciones proporcionan defensa legal en caso de requerirlo derivado de una intervención. Al respecto, Certipol establece un par de estándares que permiten a la policía crear un marco normativo para asegurar que dicha situación no ocurra más.

La tercera cualidad de Certipol es que propone la creación de un paquete de lineamientos que aseguren la documentación del uso de la fuerza con el objetivo de que la policía incursione en un sistema de aprendizaje institucional. La captura de un reporte exclusivo del uso de la fuerza en cada intervención policial, su sistematización y análisis permite conocer a fondo las circunstancias en las que las y los agentes toman decisiones en relación con el nivel de fuerza que utilizan en una determinada situación, el sistema logra que exista una retroalimentación con la academia y con el área operativa en relación a la factibilidad del protocolo que usan, el equipamiento que portan, el estilo del mando y la discrecionalidad con la que realizan algunas de sus funciones. En este momento, prácticamente solo las cinco instituciones policiales mencionadas con anterioridad tienen un sistema para documentar y aprender sobre el uso de la fuerza.

La reforma policial debe iniciar con un proceso de fortalecimiento institucional que incluya una base sólida de elementos normativos que den continuidad a los procesos de innovación, que establezca con mayor fuerza la importancia de no modificar la imagen institucional de la policía en cada cambio de administración y que permita la participación ciudadana de forma activa como el mejor medio de presión para que las políticas de seguridad y prevención de la violencia que funcionan, permanezcan al pasar de los años.

En los próximos meses estaremos trabajando por primera vez esta metodología con una institución de policía estatal. Certipol sigue creciendo y se ha convertido en el medio para establecer cimientos sólidos para el proceso de reforma policial democrática.

Por Instituto para la Seguridad y Democracia, A.C (Insyde)

En México, la desconcentración y descentralización de las políticas de seguridad en los gobiernos locales busca responder de manera más eficiente a las necesidades específicas de cada territorio, focalizando su acción en el ámbito de la prevención de las violencias y el delito. Esto supone transferir recursos, capacidades y potestades bajo un marco normativo que otorgue las facultades necesarias a las instituciones policiacas locales.

Lo anterior, se vincula a la situación de inseguridad y violencia en México que enfrenta un reto no menor: de los 2,457 municipios que integran el país, alrededor de 650 carecen de fuerza policial, lo que implica que 4% de la población vive en un ayuntamiento que carece de policía local. Esta situación es preocupante dado que los gobiernos locales son los más cercanos con las necesidades de su población y periódicamente enfrentan procesos de elección que permiten identificar con claridad sus necesidades. Esta situación ha llevado incluso a que algunos municipios, cuya responsabilidad sobre la seguridad es mínima, asuman tareas de prevención y de control de las violencias y el delito.

En este contexto, Insyde ha realizado y realiza acompañamiento a instituciones de seguridad para impulsar la reforma policial y el fortalecimiento de sus procesos. Durante 2020 trabajamos con la metodología Certipol en cinco ciudades del país, Ciudad Juárez, Chihuahua, San Pedro Garza García y Guadalupe, Nuevo León, Irapuato, Guanajuato y Puebla, de las cuales cuatro de estas ciudades han logrado la certificación, y en los próximos dos meses existen indicios de que la Policía de Guadalupe, en Nuevo León, alcance esta meta.

La intención de Certipol es desarrollar estándares profesionales en la policía que permitan tener instituciones policiales para disminuir la discrecionalidad en el proceso de recepción y sanción de quejas contra la policía, competencia justa por ascensos y por estímulos, creación de manuales de procedimientos operativos, como por ejemplo para el uso de la fuerza, de detención, traslado de personas detenidas, de patrullaje preventivo y de patrullaje en emergencia. En las instituciones policiales mexicanas es difícil encontrar un mecanismo de apoyo terapéutico para las y los agentes, además de que no todas las corporaciones proporcionan defensa legal en caso de requerirlo derivado de una intervención. Al respecto, Certipol establece un par de estándares que permiten a la policía crear un marco normativo para asegurar que dicha situación no ocurra más.

La tercera cualidad de Certipol es que propone la creación de un paquete de lineamientos que aseguren la documentación del uso de la fuerza con el objetivo de que la policía incursione en un sistema de aprendizaje institucional. La captura de un reporte exclusivo del uso de la fuerza en cada intervención policial, su sistematización y análisis permite conocer a fondo las circunstancias en las que las y los agentes toman decisiones en relación con el nivel de fuerza que utilizan en una determinada situación, el sistema logra que exista una retroalimentación con la academia y con el área operativa en relación a la factibilidad del protocolo que usan, el equipamiento que portan, el estilo del mando y la discrecionalidad con la que realizan algunas de sus funciones. En este momento, prácticamente solo las cinco instituciones policiales mencionadas con anterioridad tienen un sistema para documentar y aprender sobre el uso de la fuerza.

La reforma policial debe iniciar con un proceso de fortalecimiento institucional que incluya una base sólida de elementos normativos que den continuidad a los procesos de innovación, que establezca con mayor fuerza la importancia de no modificar la imagen institucional de la policía en cada cambio de administración y que permita la participación ciudadana de forma activa como el mejor medio de presión para que las políticas de seguridad y prevención de la violencia que funcionan, permanezcan al pasar de los años.

En los próximos meses estaremos trabajando por primera vez esta metodología con una institución de policía estatal. Certipol sigue creciendo y se ha convertido en el medio para establecer cimientos sólidos para el proceso de reforma policial democrática.