/ martes 22 de mayo de 2018

¿China sobornó a Trump?

¿El presidente de Estados Unidos acaba de traicionar la seguridad de la nación a cambio de un soborno del gobierno chino?

En los últimos años, ZTE, una empresa china de electrónicos que, entre otras cosas, fabrica teléfonos inteligentes baratos, se ha metido en problemas una y otra vez con el gobierno estadounidense. Muchos de sus productos contienen tecnología de Estados Unidos, la cual, por ley, no se debe exportar a naciones a las que se les haya impuesto un embargo, como Corea del Norte o Irán. No obstante, ZTE estaba burlando la prohibición.

Inicialmente, la empresa recibió una multa de mil 200 millones de dólares. Después, cuando quedó claro que la empresa, en lugar de castigar a los ejecutivos involucrados, los había recompensado, el Departamento de Comercio prohibió a las empresas de tecnología estadounidenses vender componentes a ZTE durante los próximos siete años.

Además, hace dos semanas, el Pentágono prohibió la venta de los teléfonos ZTE en las bases militares estadounidenses, debido a advertencias de las agencias de inteligencia de que el gobierno chino podría estar usando los productos de la empresa para llevar a cabo espionaje.

Todo esto hace que sea realmente muy extraño ver a Trump declarar de manera inesperada que estaba trabajando con el presidente de China, Xi Jinping, para ayudar a salvar a ZTE —“Demasiados empleos perdidos en China”— y que ordenaría al Departamento de Comercio que lo hiciera posible.

Es posible que Trump sólo estuviera tratando de buscar la reconciliación en medio de lo que parece ser una posible guerra comercial. Pero, ¿por qué elegir un ejemplo tan evidente del mal comportamiento chino? Por esta razón muchas miradas se dirigieron a Indonesia, donde una empresa china propiedad del Estado acaba de anunciar una enorme inversión en un proyecto en el que la Organización Trump tiene una participación importante.

Esa inversión, por cierto, es parte de la “Iniciativa del cinturón y la ruta de la seda” (que en inglés se conoce como la Belt and Road Initiative), un proyecto de infraestructura multinacional que China está usando para reforzar su centralidad económica —e influencia geopolítica— en Eurasia. Mientras tanto, ¿qué pasó con el plan de infraestructura de Trump?

El problema se vuelve peor si las partes interesadas pueden canalizar dinero a los funcionarios a través de sus sociedades conglomeradas, y Trump y su familia, al no apartarse de sus acuerdos comerciales internacionales, en esencia han publicado un anuncio diciendo que están abiertos al soborno (sentando además esa norma para el resto del gobierno).

El problema de la influencia indebida es especialmente serio cuando se trata de gobiernos extranjeros autoritarios. Las democracias tienen reglas éticas propias: Justin Trudeau estaría en grandes problemas si se descubriera que Canadá encauzó dinero a la Organización Trump. A las corporaciones se les puede demandar o avergonzar. Sin embargo, si Xi Jinping o Vladimir Putin pagan sobornos a políticos estadounidenses, ¿quién los va a detener?

¿El presidente de Estados Unidos acaba de traicionar la seguridad de la nación a cambio de un soborno del gobierno chino?

En los últimos años, ZTE, una empresa china de electrónicos que, entre otras cosas, fabrica teléfonos inteligentes baratos, se ha metido en problemas una y otra vez con el gobierno estadounidense. Muchos de sus productos contienen tecnología de Estados Unidos, la cual, por ley, no se debe exportar a naciones a las que se les haya impuesto un embargo, como Corea del Norte o Irán. No obstante, ZTE estaba burlando la prohibición.

Inicialmente, la empresa recibió una multa de mil 200 millones de dólares. Después, cuando quedó claro que la empresa, en lugar de castigar a los ejecutivos involucrados, los había recompensado, el Departamento de Comercio prohibió a las empresas de tecnología estadounidenses vender componentes a ZTE durante los próximos siete años.

Además, hace dos semanas, el Pentágono prohibió la venta de los teléfonos ZTE en las bases militares estadounidenses, debido a advertencias de las agencias de inteligencia de que el gobierno chino podría estar usando los productos de la empresa para llevar a cabo espionaje.

Todo esto hace que sea realmente muy extraño ver a Trump declarar de manera inesperada que estaba trabajando con el presidente de China, Xi Jinping, para ayudar a salvar a ZTE —“Demasiados empleos perdidos en China”— y que ordenaría al Departamento de Comercio que lo hiciera posible.

Es posible que Trump sólo estuviera tratando de buscar la reconciliación en medio de lo que parece ser una posible guerra comercial. Pero, ¿por qué elegir un ejemplo tan evidente del mal comportamiento chino? Por esta razón muchas miradas se dirigieron a Indonesia, donde una empresa china propiedad del Estado acaba de anunciar una enorme inversión en un proyecto en el que la Organización Trump tiene una participación importante.

Esa inversión, por cierto, es parte de la “Iniciativa del cinturón y la ruta de la seda” (que en inglés se conoce como la Belt and Road Initiative), un proyecto de infraestructura multinacional que China está usando para reforzar su centralidad económica —e influencia geopolítica— en Eurasia. Mientras tanto, ¿qué pasó con el plan de infraestructura de Trump?

El problema se vuelve peor si las partes interesadas pueden canalizar dinero a los funcionarios a través de sus sociedades conglomeradas, y Trump y su familia, al no apartarse de sus acuerdos comerciales internacionales, en esencia han publicado un anuncio diciendo que están abiertos al soborno (sentando además esa norma para el resto del gobierno).

El problema de la influencia indebida es especialmente serio cuando se trata de gobiernos extranjeros autoritarios. Las democracias tienen reglas éticas propias: Justin Trudeau estaría en grandes problemas si se descubriera que Canadá encauzó dinero a la Organización Trump. A las corporaciones se les puede demandar o avergonzar. Sin embargo, si Xi Jinping o Vladimir Putin pagan sobornos a políticos estadounidenses, ¿quién los va a detener?