/ lunes 11 de marzo de 2019

Cien días: ¿un nuevo México?

Los primeros cien días de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador han transcurrido, en el terreno político no hay oposición, medio de comunicación o sector social que pueda mantenerle el paso.

Una aprobación de su gestión que supera 80 por ciento muestra la enorme capacidad política y el profundo conocimiento de la sociedad mexicana que detenta el titular del Poder Ejecutivo. De igual manera refleja la debilidad de sus adversarios.

Todos los días, en su conferencia mañanera, López Obrador fija la agenda política y de comunicación que considera consistente con su proyecto de nación. Para instrumentarla cuenta con la administración pública y la mayoría del Poder Legislativo, en ese sentido el Presidente avanza sin grandes obstáculos.

Por primera vez en décadas, el Presidente de la República acumula un poder que le permite dominar el escenario político. No obstante, ¿bastará para transformar a México?, ¿Cien días pueden modificar los errores cometidos durante 40 años por los neoliberales y por quienes corrompieron los últimos momentos del Estado de Bienestar Asistencialista de los años 70?

Cien días es poco tiempo tanto para transformar a México como para evaluar si las decisiones del presidente Andrés López Obrador podrán revertir el daño al futuro del país que causaron los errores de los años 70 y del modelo neoliberal: aún se debe observar el verdadero alcance de su plan y la eficacia de la administración pública para implementarlo.

El peso de la inercia histórica es muy grande y las presiones de la coyuntura retarán al nuevo gobierno, particularmente si persisten las contradicciones entre las directrices del Presidente y la operación de una parte de su gabinete.

Uno de los principales desafíos se encuentra en la economía, en donde los paradigmas neoliberales siguen presentes y la desaceleración del sistema productivo se va ampliando.

En el primer caso sólo el Presidente podrá evitar que sus objetivos de desarrollo y de creación de una nueva política económica se diluyan frente a las redes de interés que se crearon en el pasado reciente.

En el segundo la política no bastará para cambiar las tendencias de la economía, el menor ritmo de crecimiento ya ha penetrado al sector industrial y ha comenzado a manifestarse en los servicios, lo suficiente para comprometer el objetivo de 2 por ciento que los Criterios Generales de Política Económica plantearon para 2019.

Durante las próximas semanas se conocerá la información sobre la situación de la economía en los primeros meses de 2019, y ¿qué decisiones se tomarán si se confirma el menor ritmo de crecimiento?

La estrategia del primer mandatario fue el de preservar la estabilidad macroeconómica que generara un crecimiento de 2 por ciento para avanzar en el terreno político y social, ello se puede inferir de sus acciones y de las prospectivas de crecimiento hasta 2024. ¿Qué pasará si la macroeconomía real no corresponde con lo esperado? Pronto lo comenzaremos a ver.

Los primeros cien días de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador han transcurrido, en el terreno político no hay oposición, medio de comunicación o sector social que pueda mantenerle el paso.

Una aprobación de su gestión que supera 80 por ciento muestra la enorme capacidad política y el profundo conocimiento de la sociedad mexicana que detenta el titular del Poder Ejecutivo. De igual manera refleja la debilidad de sus adversarios.

Todos los días, en su conferencia mañanera, López Obrador fija la agenda política y de comunicación que considera consistente con su proyecto de nación. Para instrumentarla cuenta con la administración pública y la mayoría del Poder Legislativo, en ese sentido el Presidente avanza sin grandes obstáculos.

Por primera vez en décadas, el Presidente de la República acumula un poder que le permite dominar el escenario político. No obstante, ¿bastará para transformar a México?, ¿Cien días pueden modificar los errores cometidos durante 40 años por los neoliberales y por quienes corrompieron los últimos momentos del Estado de Bienestar Asistencialista de los años 70?

Cien días es poco tiempo tanto para transformar a México como para evaluar si las decisiones del presidente Andrés López Obrador podrán revertir el daño al futuro del país que causaron los errores de los años 70 y del modelo neoliberal: aún se debe observar el verdadero alcance de su plan y la eficacia de la administración pública para implementarlo.

El peso de la inercia histórica es muy grande y las presiones de la coyuntura retarán al nuevo gobierno, particularmente si persisten las contradicciones entre las directrices del Presidente y la operación de una parte de su gabinete.

Uno de los principales desafíos se encuentra en la economía, en donde los paradigmas neoliberales siguen presentes y la desaceleración del sistema productivo se va ampliando.

En el primer caso sólo el Presidente podrá evitar que sus objetivos de desarrollo y de creación de una nueva política económica se diluyan frente a las redes de interés que se crearon en el pasado reciente.

En el segundo la política no bastará para cambiar las tendencias de la economía, el menor ritmo de crecimiento ya ha penetrado al sector industrial y ha comenzado a manifestarse en los servicios, lo suficiente para comprometer el objetivo de 2 por ciento que los Criterios Generales de Política Económica plantearon para 2019.

Durante las próximas semanas se conocerá la información sobre la situación de la economía en los primeros meses de 2019, y ¿qué decisiones se tomarán si se confirma el menor ritmo de crecimiento?

La estrategia del primer mandatario fue el de preservar la estabilidad macroeconómica que generara un crecimiento de 2 por ciento para avanzar en el terreno político y social, ello se puede inferir de sus acciones y de las prospectivas de crecimiento hasta 2024. ¿Qué pasará si la macroeconomía real no corresponde con lo esperado? Pronto lo comenzaremos a ver.