/ martes 28 de septiembre de 2021

Cierre de año cargado de obligaciones para las empresas

En la última recta del año las empresas con operaciones en México deben hacer una serie de registros y trámites nuevos para estar en regla ante las autoridades. Sin duda, los cambios que más llaman la atención son sobre la incorporación al Registro de Prestadoras de Servicios Especializados u Obras Especializadas (REPSE) de la Secretaría del Trabajo y el complemento carta- porte del SAT.

El primero es obligatorio para las empresas que tengan a sus trabajadores realizando algún servicio especializado en las instalaciones del contratante y además, trae consigo la necesidad de incorporación a otros dos padrones, el del IMSS (ICSOE) y el del INFONVIT (SISUB). Aunque pareciera evidente, en la práctica no lo es, ya que aún no hay criterios claros para distinguir entre “servicio u obras especializada” de “servicio complementario o compartido”, por mencionar una duda recurrente.

Mientras que la carta-porte es un documento que, de forma obligatoria, deben emitir las empresas dedicadas al transporte de carga federal vía terrestre o las empresas propietarias de mercancías (o intermediarios o agentes), al trasladarlas por carreteras federales. Las autoridades han argumentado que, entre otras cosas, el objetivo de éste documento es combatir el contrabando, lo cual está muy bien siempre que se enmarque en una estrategia más grande donde la seguridad en carreteras también se atienda.

En ambos casos, se trata de medidas que impactan directamente en la organización de las empresas y les generan costos adicionales; lo cual no sería tan problemático si no estuviéramos en un contexto donde ya de por sí, se les carga la mano a las unidades económicas formalmente establecidas, y donde la lucha principal es recuperarse de los meses de cierre y, en algunos casos, de estar al borde de la quiebra.

Es importante destacar que, en el caso de las empresas de menor tamaño, donde el personal es reducido, hay mucha confusión sobre las obligaciones y los procesos, cuanto más se escarba en el tema, más dudas aparecen sobre temas fiscales específicos y de obligaciones de seguridad social.

Y esto es así porque el mercado laboral y el comercio no son tan simples y cuentan con cadenas de valor largas y sofisticadas, que involucra a diversos actores. Asimismo, hay un complejo entramado fiscal en México, determinado por las propias leyes en la materia, con un sinfín de específicaciones.

Del lado de las autoridades ha sido evidente la falta de coordinación, especialmente en el caso del REPSE donde son necesarias las opiniones de cumplimiento del IMSS, INFONAVIT y SAT, las cuales no necesariamente están actualizadas en los sistemas. También, quedan volando criterios definitivos para diferenciar lo que sí es susceptible de declararse en la carta-porte y lo que no.

Es por eso que se han ampliado los plazos de registro o se han dado prorrogas de cumplimiento, ya que las propias autoridades siguen debatiendo con las organizaciones representantes de empresas y patrones, cuáles serán las especificaciones en cada caso. Por su parte, las empresas están haciendo lo propio con autoridades como la PRODECON.

Y es importante aclarar que no estamos en contra de tener un sector trabajador protegido, al contrario, celebramos que todas las unidades económicas cumplamos con nuestras obligaciones patronales; tampoco buscamos estar aislados de problemas tan graves como el contrabando ni estamos evadiendo las responsabilidades que nos corresponden. Simplemente queremos procesos simples que faciliten el cumplimiento, con autoridades bien coordinadas y que den respuestas oportunas antes de buscar castigar. Queremos que se le permita a la empresa enfocarse en su actividad productiva sin tropezar con la burocracia a cada paso.

En la última recta del año las empresas con operaciones en México deben hacer una serie de registros y trámites nuevos para estar en regla ante las autoridades. Sin duda, los cambios que más llaman la atención son sobre la incorporación al Registro de Prestadoras de Servicios Especializados u Obras Especializadas (REPSE) de la Secretaría del Trabajo y el complemento carta- porte del SAT.

El primero es obligatorio para las empresas que tengan a sus trabajadores realizando algún servicio especializado en las instalaciones del contratante y además, trae consigo la necesidad de incorporación a otros dos padrones, el del IMSS (ICSOE) y el del INFONVIT (SISUB). Aunque pareciera evidente, en la práctica no lo es, ya que aún no hay criterios claros para distinguir entre “servicio u obras especializada” de “servicio complementario o compartido”, por mencionar una duda recurrente.

Mientras que la carta-porte es un documento que, de forma obligatoria, deben emitir las empresas dedicadas al transporte de carga federal vía terrestre o las empresas propietarias de mercancías (o intermediarios o agentes), al trasladarlas por carreteras federales. Las autoridades han argumentado que, entre otras cosas, el objetivo de éste documento es combatir el contrabando, lo cual está muy bien siempre que se enmarque en una estrategia más grande donde la seguridad en carreteras también se atienda.

En ambos casos, se trata de medidas que impactan directamente en la organización de las empresas y les generan costos adicionales; lo cual no sería tan problemático si no estuviéramos en un contexto donde ya de por sí, se les carga la mano a las unidades económicas formalmente establecidas, y donde la lucha principal es recuperarse de los meses de cierre y, en algunos casos, de estar al borde de la quiebra.

Es importante destacar que, en el caso de las empresas de menor tamaño, donde el personal es reducido, hay mucha confusión sobre las obligaciones y los procesos, cuanto más se escarba en el tema, más dudas aparecen sobre temas fiscales específicos y de obligaciones de seguridad social.

Y esto es así porque el mercado laboral y el comercio no son tan simples y cuentan con cadenas de valor largas y sofisticadas, que involucra a diversos actores. Asimismo, hay un complejo entramado fiscal en México, determinado por las propias leyes en la materia, con un sinfín de específicaciones.

Del lado de las autoridades ha sido evidente la falta de coordinación, especialmente en el caso del REPSE donde son necesarias las opiniones de cumplimiento del IMSS, INFONAVIT y SAT, las cuales no necesariamente están actualizadas en los sistemas. También, quedan volando criterios definitivos para diferenciar lo que sí es susceptible de declararse en la carta-porte y lo que no.

Es por eso que se han ampliado los plazos de registro o se han dado prorrogas de cumplimiento, ya que las propias autoridades siguen debatiendo con las organizaciones representantes de empresas y patrones, cuáles serán las especificaciones en cada caso. Por su parte, las empresas están haciendo lo propio con autoridades como la PRODECON.

Y es importante aclarar que no estamos en contra de tener un sector trabajador protegido, al contrario, celebramos que todas las unidades económicas cumplamos con nuestras obligaciones patronales; tampoco buscamos estar aislados de problemas tan graves como el contrabando ni estamos evadiendo las responsabilidades que nos corresponden. Simplemente queremos procesos simples que faciliten el cumplimiento, con autoridades bien coordinadas y que den respuestas oportunas antes de buscar castigar. Queremos que se le permita a la empresa enfocarse en su actividad productiva sin tropezar con la burocracia a cada paso.