/ viernes 30 de octubre de 2020

Cifras no reflejan alarmante nivel de violencia

Por Nadia Sanders


Antes de dejar el cargo para intentar gobernar el estado de Sonora, el todavía secretario de Seguridad de Pública, Alfonso Durazo, mostró, como si fuera un logro, que la violencia se está desacelerando en el país. Los hechos reflejan que en los primeros nueve meses del 2020, con todo y confinamiento por la pandemia, hubo un aumento en los registros de algunos delitos con respecto al mismo periodo del año pasado, como lo son asesinatos, violencia familiar y feminicidios. Y en otros delitos, se mostraron anomalías que podrían representar un probable sub-registro u ocultamiento de cifras.

De enero a septiembre de este año, en México se registró un promedio de 98 asesinatos cada día, sumando un total de 26,955 casos. Esta cifra representa un aumento del 1% respecto al 2019. Los estados con mayor registro por asesinatos han sido Guanajuato, con 3,453; Estado de México, con 2,249; Baja California, con 2,207; Chihuahua, con 2,160; Jalisco, con 1,963; y Michoacán, con 1,790. Los estados que menos asesinatos registraron fueron Aguascalientes, Campeche, Baja California Sur y Yucatán, con 69, 65, 49 y 41 casos, respectivamente.

El pasado 21 de octubre, Durazo apenas dedicó unos segundos a hablar de los delitos de feminicidios, a pesar de que el escenario es alarmante. El registro de feminicidios es de 724 casos de enero a septiembre de este año, lo que representa un nuevo máximo desde 2015. El Estado de México es la entidad que reportó más víctimas, con 106 casos, mientras que el estado de Aguascalientes, sólo se registró una.

La violencia familiar tuvo un incremento de 3%, al registrarse de enero a septiembre de este 2020, un total de 163,868 registros. En cifras totales, los estados más afectados por este delito son Ciudad de México, con 19,969 casos; Nuevo León, con 13,436 y, Estado de México, con 12,236. A su vez, los estados que menos registros tienen son Yucatán, con 478 casos; Campeche, con 31 y Tlaxcala, con sólo nueve.

Es importante mencionar que hay un serio problema de sub-registro de delitos, principalmente por la desconfianza y las dificultades para denunciar, y debido a probables manipulaciones y ocultamientos por parte de autoridades estatales. Tal es el caso de algunos estados donde se presentaron caídas importantes en el número de homicidios intencionales registrados en los primeros nueve meses del año con respecto al mismo periodo del 2019, pero un aumento importante en el número de homicidios culposos (no intencionales) registrados.

Existe la posibilidad de que se reclasifiquen algunos asesinatos como homicidios culposos. Por ejemplo, Jalisco registró 128 asesinatos menos (6%), pero 156 homicidios culposos más (28% más). Sinaloa reportó 49 asesinatos menos (7% menos), pero 43 homicidios culposos más (10% más). Guanajuato reportó 882 asesinatos más (34% más) y un aumento en los reportes de homicidios culposos de 142 (8% más), entre los primeros nueve meses de 2019 y el mismo periodo de 2020.

Aunado a ello, algunas entidades presentaron un número muy reducido de delitos. Tlaxcala registró cuatro feminicidios de enero a septiembre de este año y Baja California Sur, sólo dos. En ambos estados, activistas y medios ya han advertido sobre un ocultamiento de feminidicios, ya que Tlaxcala no había reportado un solo caso de enero de 2015 a julio de 2017 y Baja California Sur no tuvo ningñun registro de este delito de enero de 2015 a septiembre de 2019.

Con los ejemplos que se han expuesto, hay elementos para señalar que las cifras oficiales no reflejan el nivel de violencia que hay en el país. Los registros de delitos deben ser una herramienta necesaria para saber cómo proteger a la ciudadania de una forma más efectiva, y no el termómetro de popularidad de un gobierno. Manipular el registro de crímenes y ocultarlos no acaba con ellos.

Por Nadia Sanders


Antes de dejar el cargo para intentar gobernar el estado de Sonora, el todavía secretario de Seguridad de Pública, Alfonso Durazo, mostró, como si fuera un logro, que la violencia se está desacelerando en el país. Los hechos reflejan que en los primeros nueve meses del 2020, con todo y confinamiento por la pandemia, hubo un aumento en los registros de algunos delitos con respecto al mismo periodo del año pasado, como lo son asesinatos, violencia familiar y feminicidios. Y en otros delitos, se mostraron anomalías que podrían representar un probable sub-registro u ocultamiento de cifras.

De enero a septiembre de este año, en México se registró un promedio de 98 asesinatos cada día, sumando un total de 26,955 casos. Esta cifra representa un aumento del 1% respecto al 2019. Los estados con mayor registro por asesinatos han sido Guanajuato, con 3,453; Estado de México, con 2,249; Baja California, con 2,207; Chihuahua, con 2,160; Jalisco, con 1,963; y Michoacán, con 1,790. Los estados que menos asesinatos registraron fueron Aguascalientes, Campeche, Baja California Sur y Yucatán, con 69, 65, 49 y 41 casos, respectivamente.

El pasado 21 de octubre, Durazo apenas dedicó unos segundos a hablar de los delitos de feminicidios, a pesar de que el escenario es alarmante. El registro de feminicidios es de 724 casos de enero a septiembre de este año, lo que representa un nuevo máximo desde 2015. El Estado de México es la entidad que reportó más víctimas, con 106 casos, mientras que el estado de Aguascalientes, sólo se registró una.

La violencia familiar tuvo un incremento de 3%, al registrarse de enero a septiembre de este 2020, un total de 163,868 registros. En cifras totales, los estados más afectados por este delito son Ciudad de México, con 19,969 casos; Nuevo León, con 13,436 y, Estado de México, con 12,236. A su vez, los estados que menos registros tienen son Yucatán, con 478 casos; Campeche, con 31 y Tlaxcala, con sólo nueve.

Es importante mencionar que hay un serio problema de sub-registro de delitos, principalmente por la desconfianza y las dificultades para denunciar, y debido a probables manipulaciones y ocultamientos por parte de autoridades estatales. Tal es el caso de algunos estados donde se presentaron caídas importantes en el número de homicidios intencionales registrados en los primeros nueve meses del año con respecto al mismo periodo del 2019, pero un aumento importante en el número de homicidios culposos (no intencionales) registrados.

Existe la posibilidad de que se reclasifiquen algunos asesinatos como homicidios culposos. Por ejemplo, Jalisco registró 128 asesinatos menos (6%), pero 156 homicidios culposos más (28% más). Sinaloa reportó 49 asesinatos menos (7% menos), pero 43 homicidios culposos más (10% más). Guanajuato reportó 882 asesinatos más (34% más) y un aumento en los reportes de homicidios culposos de 142 (8% más), entre los primeros nueve meses de 2019 y el mismo periodo de 2020.

Aunado a ello, algunas entidades presentaron un número muy reducido de delitos. Tlaxcala registró cuatro feminicidios de enero a septiembre de este año y Baja California Sur, sólo dos. En ambos estados, activistas y medios ya han advertido sobre un ocultamiento de feminidicios, ya que Tlaxcala no había reportado un solo caso de enero de 2015 a julio de 2017 y Baja California Sur no tuvo ningñun registro de este delito de enero de 2015 a septiembre de 2019.

Con los ejemplos que se han expuesto, hay elementos para señalar que las cifras oficiales no reflejan el nivel de violencia que hay en el país. Los registros de delitos deben ser una herramienta necesaria para saber cómo proteger a la ciudadania de una forma más efectiva, y no el termómetro de popularidad de un gobierno. Manipular el registro de crímenes y ocultarlos no acaba con ellos.