/ miércoles 28 de marzo de 2018

Ciudad judicial para la Ciudad de México

Con el comienzo de la construcción del edificio en Niños Héroes número ciento cincuenta, en agosto de dos mil dieciséis el que en pocos meses albergará las salas civiles y familiares y al pleno de magistrados, se vislumbraba cercana la consolidación de una Ciudad Judicial en esta metrópoli. Parece lejano que ésta pueda concretarse, pese a ser muy necesaria por la importancia de la función jurisdiccional, pues la concentración de juzgados de lo familiar y tribunales de alzada en ella permitiría emplear para actuaciones el tiempo ahorrado al evitar trasladarse de un juzgado a otro en la urbe, que se dificulta por la cantidad de automóviles que circulan.

Para los ajenos a las actividades relacionadas con la impartición de justicia, una Ciudad Judicial puede parecer capricho de abogados, aunque todos debemos tener presente que gran parte de los actos humanos tienen consecuencias jurídicas y, por lo tanto, son muchas las controversias que deben ser ventiladas en los órganos jurisdiccionales del Estado.

La función judicial del Estado es igual de importante que la ejecutiva y legislativa, pues en ella descansa la defensa de las disposiciones jurídicas que delinean la forma de ser del Estado y, por ende, indispensable para su sostenimiento, la consolidación de la democracia y la defensa de los derechos humanos, además de ser imprescindible para la conseguir y mantener la paz social y el orden público, por lo que es legítima la búsqueda de mejores condiciones para eficientar aún más la impartición de justicia, las que se darían también con la Ciudad Judicial.

Debemos decir que el propósito de las Ciudades Judiciales en el país es concentrar los órganos de impartición de justicia locales y federales, para garantizar justicia pronta y expedita, además de cuidar la función del juzgador, que es trascendente para la estabilidad de la sociedad entera.

Existen Ciudades Judiciales en Puebla, Tlaxcala, Oaxaca y Jalisco, pero no en la capital del país. Los esfuerzos realizados al interior de nuestro Tribunal para crearla son frenados por grandes inconvenientes, como el daño a inmuebles por sismos, sobre todo el del diecinueve de septiembre pasado, por lo que incluso se han alejado las sedes de algunos órganos jurisdiccionales.

Vemos con tristeza, que en plena carrera electoral los aspirantes a la jefatura de gobierno no han mostrado interés en impulsar la consolidación de la Ciudad Judicial tan necesitada, pese a que el eficaz y eficiente funcionamiento del Poder Judicial de la capital del país debe ser de las prioridades incluso del gobierno federal, pues, como hemos dicho, aquí dirimimos gran porcentaje de los juicios que se tramitan en otras entidades federativas porque así lo deciden las partes involucradas.

Resulta de gran importancia retomar el impulso inicial que se dio a la construcción de la Ciudad Judicial en esta capital del país. Sabemos que el gobierno local y el federal tienen los recursos para hacerla realidad. Operar en la Ciudad Judicial permitiría garantizar el ejercicio cabal del derecho constitucional de todos y cada uno de los ciudadanos a que los órganos jurisdiccionales administren justicia en los plazos – términos-- que fijen las leyes, y emitan sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial.

Así es el derecho

Con el comienzo de la construcción del edificio en Niños Héroes número ciento cincuenta, en agosto de dos mil dieciséis el que en pocos meses albergará las salas civiles y familiares y al pleno de magistrados, se vislumbraba cercana la consolidación de una Ciudad Judicial en esta metrópoli. Parece lejano que ésta pueda concretarse, pese a ser muy necesaria por la importancia de la función jurisdiccional, pues la concentración de juzgados de lo familiar y tribunales de alzada en ella permitiría emplear para actuaciones el tiempo ahorrado al evitar trasladarse de un juzgado a otro en la urbe, que se dificulta por la cantidad de automóviles que circulan.

Para los ajenos a las actividades relacionadas con la impartición de justicia, una Ciudad Judicial puede parecer capricho de abogados, aunque todos debemos tener presente que gran parte de los actos humanos tienen consecuencias jurídicas y, por lo tanto, son muchas las controversias que deben ser ventiladas en los órganos jurisdiccionales del Estado.

La función judicial del Estado es igual de importante que la ejecutiva y legislativa, pues en ella descansa la defensa de las disposiciones jurídicas que delinean la forma de ser del Estado y, por ende, indispensable para su sostenimiento, la consolidación de la democracia y la defensa de los derechos humanos, además de ser imprescindible para la conseguir y mantener la paz social y el orden público, por lo que es legítima la búsqueda de mejores condiciones para eficientar aún más la impartición de justicia, las que se darían también con la Ciudad Judicial.

Debemos decir que el propósito de las Ciudades Judiciales en el país es concentrar los órganos de impartición de justicia locales y federales, para garantizar justicia pronta y expedita, además de cuidar la función del juzgador, que es trascendente para la estabilidad de la sociedad entera.

Existen Ciudades Judiciales en Puebla, Tlaxcala, Oaxaca y Jalisco, pero no en la capital del país. Los esfuerzos realizados al interior de nuestro Tribunal para crearla son frenados por grandes inconvenientes, como el daño a inmuebles por sismos, sobre todo el del diecinueve de septiembre pasado, por lo que incluso se han alejado las sedes de algunos órganos jurisdiccionales.

Vemos con tristeza, que en plena carrera electoral los aspirantes a la jefatura de gobierno no han mostrado interés en impulsar la consolidación de la Ciudad Judicial tan necesitada, pese a que el eficaz y eficiente funcionamiento del Poder Judicial de la capital del país debe ser de las prioridades incluso del gobierno federal, pues, como hemos dicho, aquí dirimimos gran porcentaje de los juicios que se tramitan en otras entidades federativas porque así lo deciden las partes involucradas.

Resulta de gran importancia retomar el impulso inicial que se dio a la construcción de la Ciudad Judicial en esta capital del país. Sabemos que el gobierno local y el federal tienen los recursos para hacerla realidad. Operar en la Ciudad Judicial permitiría garantizar el ejercicio cabal del derecho constitucional de todos y cada uno de los ciudadanos a que los órganos jurisdiccionales administren justicia en los plazos – términos-- que fijen las leyes, y emitan sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial.

Así es el derecho