/ viernes 11 de enero de 2019

COMEXI | 30a. reunión de embajadores y cónsules

Por: Diego Jiménez Álvarez

La Reunión de Embajadores y Cónsules (REC) es un ambicioso ejercicio que realiza año con año la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para reunir a nuestros embajadores y cónsules en activo desde que el canciller Fernando Solana materializó la primera reunión en 1989. El propósito es orientarlos con el proyecto gubernamental que se habrá de llevar en el transcurso del año y, con ello, brindar los elementos y directrices que conformarán la nueva política exterior que deberán ejecutar. Sin embargo, la reunión ha cobrado tal importancia que, en los últimos años, se ha complementado con la presencia del presidente de la República, secretarios de Estado, políticos, académicos, periodistas y titulares de las embajadas o consulados extranjeros.

Considero que la trigésima REC que se celebra del 7 al 11 de enero es de resaltar por tres razones: 1) es la primera que lleva a cabo el nuevo gobierno, el cual goza de una fuerte legitimidad que robustece la capacidad de México en negociaciones internacionales y ha generado mucho interés internacional, demostrado en la presencia de nutridas delegaciones en la toma de posesión del presidente Obrador; 2) su condición de difusora, pues manda un mensaje al exterior con las acciones prioritarias del gobierno, e informa sobre lo que hará México internacionalmente a su población, quien percibe estos temas como algo lejano a ella; y, 3) rectifica el carácter estratégico de la política exterior como una herramienta de protección y promoción de la Cuarta Transformación, y es que vivimos en un mundo internacionalizado que nos ofrece grandes oportunidades para complementar nuestras estrategias internas, pero también nos exige colaborar con soluciones en los retos globales que se presenten. Asimismo, la presencia de mexicanos en el extranjero aumenta, quienes eventualmente, podrían solicitar asistencia a su gobierno para la salvaguarda de sus derechos.

Por su parte, la Cuarta Transformación promete alcanzar el desarrollo nacional mediante la moderación presupuestal y la eficacia gubernamental, el combate a la corrupción e insertar a la región sureña en la economía mundial para finalizar la brecha de desarrollo intrarregional entre el norte y el sur del país. Sin embargo, más importante encuentro el cambio de percepción en algunos rubros que van del energético hasta el agrícola al transitar de un enfoque de negocios de importación a uno estratégico de producción; o de la pacificación, que va de un modelo sancionador en el consumo de la marihuana a su legalización, y, en términos de migración, de abordar solo el efecto migratorio a atender su causa en el desarrollo regional. Estos dos últimos reforzarán el activismo de México en organismos internacionales y relanzarán la relación bilateral con Estados Unidos, así como nuestra presencia regional en Centroamérica, una oportunidad para potenciar los lazos con América Latina y el Caribe, nuestra zona inmediata por excelencia.

Entre los lineamientos que conformarán la nueva política exterior, se encuentra la creación de un interesante equilibrio entre su legado histórico diplomático fincado en el idealismo, es decir, sus doctrinas y principios constitucionales con el aspecto coyuntural al definir como prioritario aprovechar la cuarta revolución industrial mediante la ciencia y tecnología, la innovación y el conocimiento; la defensa de los bienes internacionales, como son, los derechos humanos y la democracia; la restitución de la promoción de México en términos económicos, comerciales y turísticos, antes era una actividad que ejercían los consulados desde la época del porfiriato; el despliegue de una diplomacia cultural; y, el fortalecimiento de la protección y asistencia a los mexicanos en el extranjero.

Internacionalista y miembro del Programa de Jóvenes del COMEXI. @decnja

Por: Diego Jiménez Álvarez

La Reunión de Embajadores y Cónsules (REC) es un ambicioso ejercicio que realiza año con año la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para reunir a nuestros embajadores y cónsules en activo desde que el canciller Fernando Solana materializó la primera reunión en 1989. El propósito es orientarlos con el proyecto gubernamental que se habrá de llevar en el transcurso del año y, con ello, brindar los elementos y directrices que conformarán la nueva política exterior que deberán ejecutar. Sin embargo, la reunión ha cobrado tal importancia que, en los últimos años, se ha complementado con la presencia del presidente de la República, secretarios de Estado, políticos, académicos, periodistas y titulares de las embajadas o consulados extranjeros.

Considero que la trigésima REC que se celebra del 7 al 11 de enero es de resaltar por tres razones: 1) es la primera que lleva a cabo el nuevo gobierno, el cual goza de una fuerte legitimidad que robustece la capacidad de México en negociaciones internacionales y ha generado mucho interés internacional, demostrado en la presencia de nutridas delegaciones en la toma de posesión del presidente Obrador; 2) su condición de difusora, pues manda un mensaje al exterior con las acciones prioritarias del gobierno, e informa sobre lo que hará México internacionalmente a su población, quien percibe estos temas como algo lejano a ella; y, 3) rectifica el carácter estratégico de la política exterior como una herramienta de protección y promoción de la Cuarta Transformación, y es que vivimos en un mundo internacionalizado que nos ofrece grandes oportunidades para complementar nuestras estrategias internas, pero también nos exige colaborar con soluciones en los retos globales que se presenten. Asimismo, la presencia de mexicanos en el extranjero aumenta, quienes eventualmente, podrían solicitar asistencia a su gobierno para la salvaguarda de sus derechos.

Por su parte, la Cuarta Transformación promete alcanzar el desarrollo nacional mediante la moderación presupuestal y la eficacia gubernamental, el combate a la corrupción e insertar a la región sureña en la economía mundial para finalizar la brecha de desarrollo intrarregional entre el norte y el sur del país. Sin embargo, más importante encuentro el cambio de percepción en algunos rubros que van del energético hasta el agrícola al transitar de un enfoque de negocios de importación a uno estratégico de producción; o de la pacificación, que va de un modelo sancionador en el consumo de la marihuana a su legalización, y, en términos de migración, de abordar solo el efecto migratorio a atender su causa en el desarrollo regional. Estos dos últimos reforzarán el activismo de México en organismos internacionales y relanzarán la relación bilateral con Estados Unidos, así como nuestra presencia regional en Centroamérica, una oportunidad para potenciar los lazos con América Latina y el Caribe, nuestra zona inmediata por excelencia.

Entre los lineamientos que conformarán la nueva política exterior, se encuentra la creación de un interesante equilibrio entre su legado histórico diplomático fincado en el idealismo, es decir, sus doctrinas y principios constitucionales con el aspecto coyuntural al definir como prioritario aprovechar la cuarta revolución industrial mediante la ciencia y tecnología, la innovación y el conocimiento; la defensa de los bienes internacionales, como son, los derechos humanos y la democracia; la restitución de la promoción de México en términos económicos, comerciales y turísticos, antes era una actividad que ejercían los consulados desde la época del porfiriato; el despliegue de una diplomacia cultural; y, el fortalecimiento de la protección y asistencia a los mexicanos en el extranjero.

Internacionalista y miembro del Programa de Jóvenes del COMEXI. @decnja