/ lunes 15 de junio de 2020

Comisión de Emergencia Económica

La realidad siempre se impone a cualquier discurso y hoy la pérdida de empleos, el cierre de negocios y la baja producción del sector industrial demuestran que estamos entrando a una de las peores crisis económicas de las que se tenga registro. Muchas empresas han quebrado y muchas otras, especialmente las de servicios y las pequeñas, cuando se salga del confinamiento, no podrán operar en su capacidad habitual.

El regreso y la forma en que será la vida al regresar no va a ser igual que antes de la pandemia. Lo hemos visto en otros países e incluso en lugares donde se implementaron políticas públicas asertivas para proteger el empleo y la economía, no ha sido sencillo hacer frente a la crisis. México está dentro de los países que menos ha hecho para mitigar la crisis económica y ya es tiempo de que el Gobierno Federal entienda que la situación no aguanta más decisiones basadas en ideología, sin análisis, sin técnica y sin sustento.

La disyuntiva no es quién está con o quién está en contra del presidente López Obrador, los discursos electorales y de polarización no sirven para los problemas que nos afectan a todos. La disyuntiva es cuándo se va a tomar conciencia de la seriedad de la situación y se va a empezar a actuar en consecuencia.

Urge crear una Comisión de Emergencia Económica en donde se agrupen los gobiernos estatales, municipales y federal con los sectores productivos para generar un plan de rescate que defienda la economía familiar, el empleo y a los micro y pequeños empresarios que generan los empleos. Ha habido muchos esfuerzos desde la oposición y desde la sociedad civil para unificar propuestas y criterios para concretar una serie de propuestas que tracen el camino para salir adelante, ejemplo de ello son las propuestas que concretaron los foros del Consejo Coordinador Empresarial, de la organización Futuro 21 y los organizados por el Partido Acción Nacional.

La reactivación de la economía pasa por políticas públicas fiscales que la fomenten. Reducir el impuesto al valor agregado para el comercio y las fronteras, y tasas atractivas de Impuesto Sobre la Renta para atraer inversión y empleos son puntos en los que coinciden todos. México ha perdido mucha confianza y mucha inversión en los últimos dos años por falta de certidumbre y señales de estabilidad; hoy son más necesarias que nunca.

Se deben hacer deducibles los gastos en educación para apoyar la economía familiar de la clase media y a la educación en sí, y se deben otorgar créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas para salir adelante. Los créditos que no sean otorgados desde el gobierno serán empresas que se cierren o empresas que se endeuden por años acudiendo a la banca comercial.

México puede salir adelante, pero necesita de todos. Quitemos los atavismos ideológicos que nos dividen y entendamos que es tiempo de dar respuestas y de corregir el rumbo para que la crisis sea menos profunda y menos destructiva.

Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN

@JCRomeroHicks

La realidad siempre se impone a cualquier discurso y hoy la pérdida de empleos, el cierre de negocios y la baja producción del sector industrial demuestran que estamos entrando a una de las peores crisis económicas de las que se tenga registro. Muchas empresas han quebrado y muchas otras, especialmente las de servicios y las pequeñas, cuando se salga del confinamiento, no podrán operar en su capacidad habitual.

El regreso y la forma en que será la vida al regresar no va a ser igual que antes de la pandemia. Lo hemos visto en otros países e incluso en lugares donde se implementaron políticas públicas asertivas para proteger el empleo y la economía, no ha sido sencillo hacer frente a la crisis. México está dentro de los países que menos ha hecho para mitigar la crisis económica y ya es tiempo de que el Gobierno Federal entienda que la situación no aguanta más decisiones basadas en ideología, sin análisis, sin técnica y sin sustento.

La disyuntiva no es quién está con o quién está en contra del presidente López Obrador, los discursos electorales y de polarización no sirven para los problemas que nos afectan a todos. La disyuntiva es cuándo se va a tomar conciencia de la seriedad de la situación y se va a empezar a actuar en consecuencia.

Urge crear una Comisión de Emergencia Económica en donde se agrupen los gobiernos estatales, municipales y federal con los sectores productivos para generar un plan de rescate que defienda la economía familiar, el empleo y a los micro y pequeños empresarios que generan los empleos. Ha habido muchos esfuerzos desde la oposición y desde la sociedad civil para unificar propuestas y criterios para concretar una serie de propuestas que tracen el camino para salir adelante, ejemplo de ello son las propuestas que concretaron los foros del Consejo Coordinador Empresarial, de la organización Futuro 21 y los organizados por el Partido Acción Nacional.

La reactivación de la economía pasa por políticas públicas fiscales que la fomenten. Reducir el impuesto al valor agregado para el comercio y las fronteras, y tasas atractivas de Impuesto Sobre la Renta para atraer inversión y empleos son puntos en los que coinciden todos. México ha perdido mucha confianza y mucha inversión en los últimos dos años por falta de certidumbre y señales de estabilidad; hoy son más necesarias que nunca.

Se deben hacer deducibles los gastos en educación para apoyar la economía familiar de la clase media y a la educación en sí, y se deben otorgar créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas para salir adelante. Los créditos que no sean otorgados desde el gobierno serán empresas que se cierren o empresas que se endeuden por años acudiendo a la banca comercial.

México puede salir adelante, pero necesita de todos. Quitemos los atavismos ideológicos que nos dividen y entendamos que es tiempo de dar respuestas y de corregir el rumbo para que la crisis sea menos profunda y menos destructiva.

Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN

@JCRomeroHicks